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INTERNACIONAL

El asesinato de un oficial de la guardia de Arafat recrudece la violencia

La muerte ayer en Gaza de un miembro de la guardia personal de Yasir Arafat por un ataque de helicópteros israelíes contra el coche donde viajaba hizo estallar la ira de los palestinos, en una jornada marcada por el recrudecimiento de los ataques. Un adolescente de 14 años murió y al menos 30 palestinos resultaron heridos en los enfrentamientos.

La muerte de Masud Ayad fue justificada por los israelíes que le tacharon de terrorista, pero los palestinos desmintieron esa información. El ministro palestino de Justicia, Freih Abu Meddein, calificó el acto de "terrorismo de Estado". La UE reiteró al respecto que la política de Israel en ese aspecto "es inaceptable" y le instó a "respetar la ley internacional".

El Ejército israelí, sin embargo, acusó a la víctima de ser un agente de Hezbolá y de haber participado en ataques contra los asentamientos judíos. El primer ministro saliente de Israel, Ehub Barak, también apoyó el atentado, que calificó de "medida preventiva de alto nivel". "Cualquiera que intente herir a los israelíes no escapará y el largo brazo de las Fuerzas Armadas de Israel sabrán cómo localizarle y cómo arreglar cuentas con él", afirmó.

El ataque en Gaza coincidió con lo que podría ser el final de las conversaciones entre Barak y el primer ministro electo, Ariel Sharon, para formar un Gobierno de coalición entre el Likud y el Partido Laborista. Fuentes de ambas formaciones han declarado que hay grandes avances. Según el diario Ha'aretz, además de tratar las carteras que corresponderían a cada partido (Sharon ofreció la de Defensa a Barak), habrían acordado que las conversaciones de paz con los palestinos se trataran de forma provisional, no buscando una solución definitiva.

Aznar, con Mubarak

Mientras la zona en conflicto era escenario de fuertes enfrentamientos, el presidente del Gobierno español, José María Aznar, trataba con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, el conflicto en Oriente Próximo. Aznar se mostró a favor de que las conversaciones entre árabes e israelíes continuaran donde las habían dejado en Taba (Egipto), cuando el interlocutor era Barak, a lo que Sharon se ha opuesto firmemente. "Es absurdo que el caudal y el acervo que se ha ido construyendo con tanto esfuerzo y ha puesto a las partes más cerca que nunca, pueda ser destruido, revisado o retroceda a etapas anteriores", dijo.

A la propuesta del presidente español de celebrar una cumbre de paz en Madrid, aprovechando el décimo aniversario de la Conferencia de 1991, Mubarak contestó que sería "una pérdida de tiempo porque no hay nuevas bases" para alcanzar un acuerdo.

Aznar viajó anoche a Jerusalén, donde se entrevistará hoy con Barak y Sharon.

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