El BSCH reducirá 18.000 millones el beneficio de 2001 por prejubilaciones
El BSCH pondrá en marcha en los próximos meses un plan de prejubilaciones que afectará a 400 empleados mayores de 52 años. Estas prejubilaciones se cargarán contra la cuenta de resultados del grupo y le supondrá al BSCH un impacto en su beneficio de 18.000 millones de pesetas. El banco prevé cerrar 2001 con un beneficio atribuido de 475.000 millones, cifra ligeramente inferior a la prevista meses antes.
BSCH ha reducido considerablemente el objetivo que tenía previsto este año para reducir su plantilla. El banco comunicó ayer a los sindicatos la puesta en marcha en los próximos meses de un plan de prejubilaciones que afectará a 400 empleados en España.
Esta cifra es muy inferior a la anunciada unos días antes. El pasado 29 de enero el consejero delegado del banco, Ángel Corcóstegui, comunicó a los analistas que el banco tenía previsto prejubilar a unos 1.000 trabajadores de la entidad en España, aunque no especificó si este plan de prejubilaciones se realizaría contra resultados o contra reservas.
Lo que sí dejó claro Corcóstegui tanto en la rueda de prensa en la que se presentaron los resultados de 2000 como a los analistas, actos que se celebraron el mismo día, es que el banco no iba a realizar ninguna ampliación de capital este año. Y eso a pesar de que el grupo tiene la intención de amortizar en cinco años el fondo de comercio que le ha generado la compra del banco brasileño Banespa, y que se eleva a 640.000 millones de pesetas, si finalmente alcanza el 100% del capital del banco (ahora tiene el 33%, porcentaje que incrementará una vez lance la OPA sobre el 67% del capital que no controla de Banespa).
Para llevar a cabo esta amortización utilizará las plusvalías que se generen en los próximos años, correspondientes, sobre todo, a la venta de parte de su participación en Vodafone.
El fondo de comercio del BSCH se eleva en total a 1,9 billones de pesetas.
La intención del BSCH de no acudir a los mercados vía ampliación de capital para reforzar sus recursos propios puede haber influido en que el banco haya decidido reducir la cifra inicial de prejubilaciones y cargar su coste (18.000 millones) contra la cuenta de resultados.
El BSCH tenía al cierre de 2000 un coeficiente de solvencia del 10,86%, porcentaje inferior al de un año antes a causa de las nuevas adquisiciones, principalmente en Latinoamérica. El objetivo para este año es recuperar el porcentaje del 12%. Por ello, lo lógico es que controle cualquier gasto que le suponga costes extra en reservas.
Otra razón que apoya su decisión puede encontrarse en la recomendación del Banco de España. La autoridad supervisora lleva más de un año insistiendo en que la banca costee sus planes de prejubilaciones contra resultados y no contra reservas.
Tradicionalmente los bancos han cargado el gasto de sus prejubilaciones contra reservas, lo que ha ido debilitando sus recursos propios, aunque de forma poco alarmante. Ha sido a raíz de los últimos procesos de fusión, con grandes reducciones de plantilla, cuando el banco supervisor ha empezado a frenar las autorizaciones para costear estas prejubilaciones contra reservas. Y ya ha avisado a más de una entidad de que esta fórmula dejará de ser operativa el próximo año, salvo excepciones.
Un portavoz del BSCH, no obstante, afirmó ayer que la entidad aún no ha recibido respuesta del Banco de España ante su petición de continuar con su plan de prejubilaciones costeado contra reservas. Por ello, puede que el BSCH modifique las cifras anunciadas ayer a los sindicatos.
El grupo BSCH, incluido Banesto, tiene aún pendiente cargar contra reservas 75.156 millones de pesetas para costear el plan de prejubilaciones del año pasado.
Entre prejubilaciones, bajas incentivadas y vegetativas, el grupo ha reducido su plantilla en España 2.151 personas el pasado año, un 4,8%. Este porcentaje se sitúa en el 13% si se incluyen las de 1999, año en el que se inició la fusión. Esta reducción de la plantilla ha supuesto un coste acumulado para el banco de 209.000 millones de pesetas, que han sido cubiertos contra reservas.
La decisión del BSCH no ha cogido por sorpresa a los sindicatos. En noviembre pasado el banco informó a sus trabajadores de las recomendaciones que estaba realizando el Banco de España para frenar las prejubilaciones costeadas contra reservas.
En la reunión que mantuvieron ayer directivos del banco con los sindicatos también se informó de su proyecto de cerrar 200 oficinas entre todo el grupo, incluidas las de Banesto.
Estos cierres incluyen también intercambio de redes entre BCH, Banco Santander y Banesto.
El plan para este año era reducir su red de oficinas en 400. En los dos últimos ejercicios ha clausurado 1.000.
Unificación de libranzas
CC OO, por otra parte, ha solicitado a la dirección del BSCH que inicie las negociaciones con el objetivo de unificar las libranzas de todos sus empleados, que actualmente son diferentes dependiendo de si proceden del Banco Santander o del BCH.
Este sindicato, que hace esta petición tras lograr un acuerdo con el BBVA, recuerda que los empleados del Santander cuentan con un sábado libre cada mes, condición de la que no disfrutan los del BCH. La propuesta de este sindicato consiste en igualar las libranzas de los sábados para toda la plantilla, independientemente de su procedencia, así como buscar otro tipo de compensaciones para los trabajadores que, por su jornada de trabajo, ya los libran todos.