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La CLEA asume la liquidación de la Mutualidad de Correos

La Comisión Liquidadora de Entidades Aseguradoras (CLEA) ha asumido la liquidación de la Mutualidad de Correos, que actualmente contaba con unos 7.260 partícipes ya jubilados, más de 25.000 mutualistas y un patrimonio contable de 1.200 millones. Sin embargo, la entidad de la mayor empresa pública del país presentaba un déficit patrimonial de 837 millones. Los trabajadores ya jubilados cobrarán aproximadamente la mitad de lo que les hubiera correspondido.

La liquidación de la Mutualidad de Correos y Telecomunicaciones, que será asumida por la CLEA, permitirá que los 7.200 partícipes ya jubilados de Correos se repartan sólo un 50% de las provisiones técnicas que les hubieran correspondido. Esto supone algo más de 1.000 millones de pesetas, según las tablas manejadas por la Dirección General de Seguros. A esta cantidad habrá que añadirle las medidas de mejora que estipule la CLEA, que quedarán fijadas en un plazo máximo de cuatro meses.

Los aproximadamente 21.705 mutualistas activos, cuya presencia en la mutua, según la CLEA, era "testimonial" (para que haya una mutualidad tiene que haber mutualistas), se repartirán unos 30 millones de pesetas. La Mutualidad comenzó su calvario a mediados de la década de los ochenta, cuando el Gobierno del PSOE decidió reformar la ley del seguro privado, lo que provocó que la mutualidad dejara de ingresar dinero por venta de sellos.

Entonces, la entidad constituyó un plan y un fondo de pensiones que garantizarían las cotizaciones de los mutualistas. El dinero que se había acumulado hasta esa fecha sirvió como primera aportación.

Hipótesis erróneas

Sin embargo, estos planes se hicieron con unas hipótesis de vida y de rentabilidad que hizo que no se pudiera cumplir con los pagos pactados. Además, la Mutualidad invirtió el dinero obtenido en propiedades inmobiliarias que restaron liquidez a la entidad.

En aquel año, se solicitó a la empresa un plan de viabilidad que garantizara las pensiones de los empleados, que ha desembocado en el fondo de pensiones, cuya gestión ganó Deutsche Bank en un concurso el pasado año.

Este nuevo fondo permitirá, según los representantes sindicales, que los empleados de Correos aún en activo puedan percibir una pensión "en condiciones".

Ya en 1993, los gestores decidieron cancelar la deuda que se había acumulado hasta la fecha con el fondo de pensiones, para lo que se traspasaron 1.200 millones de la cuenta de la mutualidad a la del fondo, lo que conllevó una reducción de los derechos de los mutualistas que tenían la condición de partícipes.

 

Deutsche Bank gestiona el nuevo fondo

Los 25.000 trabajadores acogidos a la antigua mutua de Correos podrán a partir de ahora adherirse al nuevo fondo de pensiones, que gestiona la filial española del alemán Deutsche Bank.

Esta entidad ganó recientemente a BSCH y a BBVA el concurso para la gestión de fondo de pensiones, el mayor en número de partícipes por detrás del de Telefónica. Tras analizar las distintas ofertas, la empresa optó por la de Deutsche, en parte porque, al ser el banco con el que Correos mantiene contrato de agente desde hace dos años, permitía unos menores gastos de gestión.

La puesta en marcha del plan contó con el respaldo mayoritario de los sindicatos. La empresa se comprometió a aportar este año casi el 0,6% de la masa salarial (en torno a 1.000 millones) para distribuirla entre los trabajadores que se inscriban en el plan y a aumentar progresivamente las aportaciones. Correos decidió hace casi un año promover este sistema de previsión para complementar las prestaciones de jubilación de sus empleados.

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