Huelga parcial de pilotos de Sabena para salvar sus puestos
Día caótico en el aeropuerto de Zaventem en Bruselas. El 20% de los pilotos de Sabena, la aerolínea de bandera, tomó parte ayer en una huelga sin preaviso que duró varias horas y se saldó con la cancelación de 55 vuelos. Los pilotos buscaban asegurarse su futuro dentro del plan de reorganización de la aerolínea. Hoy se reúnen los accionistas de Sabena para aprobar este plan, que prevé recortar 700 empleos.
Los pilotos mantuvieron una reunión con la dirección de la compañía en la que, según ambas partes, se hicieron "concesiones" que no fueron reveladas. La huelga, que afectó a la mitad de los vuelos previstos para ayer, confirmó las peores previsiones de los accionistas de la aerolínea el Gobierno belga con el 50,5%, y SAir Group, con el 49,5%, que ya el martes temían la contestación social al plan que hoy está previsto que aprueben para rescatar la compañía, en pérdidas la mayor parte de la década pasada.
Según una auditoría independiente encargada por los sindicatos y apoyada por la dirección, la aerolínea no dispondrá de liquidez a finales de este mes a no ser que se ponga en marcha el plan Blue Sky de recuperación. Este plan prevé un plan de reorganización valorado en 750 millones de euros (124.789 millones de pesetas) que incluye 250 millones de recapitalización. Los accionistas ya han advertido que sólo realizarán esta aportación si la plantilla, de 11.800 personas, acepta los recortes.
No obstante, el plan de rescate de Sabena tiene dificultades de viabilidad, ya que debe ser aprobado por la CE. Desde la Comisión ya se advirtió a finales de enero que consideraría que parte de la inyección de capital, los 100 millones de euros que aportará el Gobierno belga son ayudas de Estado contrarias a la legislación de la UE.
Pese a que la aprobación del Blue Sky se ha presentado como imprescindible para Sabena, la auditoría independiente señala que éste es sólo un plan de mínimos.