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El fracaso obliga a Endesa a mirar fuera y deja a Iberdrola a merced de una OPA

El fracaso de la unión entre Endesa e Iberdrola obliga a ambas compañías a dar un giro en sus planes de futuro. La empresa que preside Rodolfo Martín Villa volverá sus miras al exterior. Por su parte, Iberdrola corre el riesgo de convertirse en un blanco perfecto para una OPA.

El no de los consejos de administración de Endesa e Iberdrola a su fusión deja de nuevo en el alero el futuro del sector eléctrico español y pone en revisión las políticas de todas sus empresas, especialmente de las dos más directamente afectadas.

Endesa parece obligada a mirar al exterior. De hecho, los responsables de la empresa siempre han tenido un plan B guardado en el cajón, por si al final ocurría lo que ha sucedido. Incluso en medio del proceso de fusión, la empresa que preside Rodolfo Martín Villa cerró una operación clave en Holanda.

Los elementos que hacen atractiva y fuerte a la vez a Endesa para alcanzar un acuerdo internacional son su posición de privilegio en España y en Latinoamérica y su buena salud financiera.

Un panorama bien distinto se le presenta a Iberdrola. La eléctrica vasca, según apuesta la gran mayoría de los analistas, se convierte ahora en un blanco perfecto para una OPA, hostil o amistosa, de una empresa nacional o extranjera.

¿Nombres? El primero que acude a la mente es Repsol. El grupo petrolero ya lo intentó, a través de Gas Natural, cuando manejó la posibilidad de lanzar una OPA sobre Iberdrola que compitiese con la oferta de Endesa. Una repetición de la jugada por parte de la compañía que preside Alfonso Cortina parece ahora harto improbable, pese a que ésta es realmente la operación que cuenta con al agrado del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). Y es muy improbable, porque las condiciones que impondría el Gobierno serían tan fuertes o más que las dictadas a Endesa-Iberdrola.

En cuanto a los novios exteriores, hay varios, especialmente europeos, atentos a la jugada y que quieren entrar en el mercado español a toda costa. Varios de ellos (Enel, RWE, EDF o Electrabel) estaban a la espera de la venta de activos de la entidad fusionada para aprovechar su oportunidad. Ahora han cambiado los esquemas.

Un caso muy singular lo protagoniza la portuguesa EDP. Hace escasos días, la empresa lusa hacía pública su decisión de salir del capital de Iberdrola y retiraba a su representante del consejo.

Era la muestra palpable de que la empresa portuguesa se veía desplazada dentro de la fusión entre Endesa e Iberdrola. Y decidía tomar nuevos rumbos.

Y ese nuevo rumbo era, nada más y nada menos, que otra eléctrica española, Hidrocantábrico. La eléctrica portuguesa se unía a Cajastur y lanzaba una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) sobre Cantábrico. Era, además, la respuesta a la OPA inicial presentada por el Grupo Villar Mir, mediante Ferroatlántica, sobre la eléctrica asturiana.

Juan Miguel Villar Mir cuenta para esta aventura con el apoyo de la empresa alemana EnBW, que está a punto de ser engullida por la francesa EDF.

La situación se complica aún más si se tiene en cuenta que sobrevuela una tercera oferta sobre Cantábrico, la de RWE. La empresa alemana comunicó oficialmente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la semana pasada que estaba considerando "seriamente" la posibilidad de lanzar una OPA sobre la empresa que preside âscar Fanjul.

Una sociedad que también fue objeto del deseo de Unión Fenosa, en una operación que el Gobierno prohibió. La eléctrica controlada por el Banco Santander Central Hispano (BSCH) tenía previsto invertir un billón en el proceso de desinversión de Endesa-Iberdrola. Este plan y su consiguiente financiación quedan, naturalmente, aparcadas. La reordenación del sector eléctrico continúa siendo, pues, una asignatura pendiente del Gobierno del Partido Popular.

 

PSOE, PNV e IU aplauden el fin de la operación

El Gobierno se quedó ayer solo al eludir comentar la ruptura de la fusión de las dos eléctricas. El vicepresidente, Rodrigo Rato, se limitó a decir que "la responsabilidad del Gobierno es garantizar el funcionamiento de la competencia. Nosotros hemos hecho lo que debíamos, ya que, por muy respetable que sea el objetivo de Endesa e Iberdrola, no se puede hacer a costa de la competencia del mercado". Rato no valoró la decisión de los consejos de ambas eléctricas porque "es una fusión empresarial".

Frente a la contención del partido del Gobierno, el secretario de política económica del PSOE, Jordi Sevilla, afirmó que el Ejecutivo "ha hecho el ridículo al haber sido abandonado por sus novios a los pies del altar". Según Sevilla, "este patinazo" del Ejecutivo demuestra la urgencia de proceder a una revisión en profundidad del actual marco normativo del sector en defensa de una auténtica liberalización".

En la misma línea, el director general de Energía de la Generalitat, Albert Mitjá, consideró que esta ruptura "debía servir para abrir un debate sobre el futuro del sector eléctrico".

Gaspar Llamazares, coor-dinador de IU, también expresó su satisfacción por que no se llevara a cabo la fusión, "pese a los esfuerzos evidentes del Gobierno de ponérselo fácil". El líder de IU dijo que, aunque se ha evitado una situación de monopolio, "se mantiene el oligopolio" en el sector.

Iñaki Anasagasti, del PNV, se congratuló de que la fusión no hubiera prosperado por considerar que se había planteado como una "trágala" al Gobierno vasco. Anasagasti expresó su confianza en que si la operación se vuelve a plantear "se haga de manera completamente distinta, no con el señor Íñigo Oriol pasándose de listo y enfrentándose a todo el mundo".

El Gobierno Vasco manifestó que el Partido Popular ha sufrido un "fracaso en su intento de condicionar el futuro de Iberdrola y Endesa" y añadió que "de haberse conocido meses antes las condiciones exigidas, se habría evitado un penoso proceso". El Ejecutivo mostró su respeto a la decisión de las compañías de no fusionarse y expresó su "satisfacción" porque permitirá que Iberdrola pueda "seguir respondiendo a su plena identidad empresarial".

También la Diputación Foral de Vizcaya mostró su satisfacción por la eliminación de las incertidumbres sobre la sede fiscal de la compañía.

 

La líder eléctrica sube un 4,1% en Wall Street

Antes de conocerse la decisión, perdió un 0,10% en el mercado español y la vasca cayó el 0,68%

Beatriz P. Galdón Madrid

La evolución que siguieron ambas compañías en la Bolsa española fue simétrica. Apertura al alza, bajada a media mañana hasta primera hora de la tarde y fuerte recorrido al alza en el último tramo de la jornada, momento en el que el volumen de contratación se incrementó. Finalmente Endesa perdió el 0,10% e Iberdrola, el 0,68%, un resultado muy en línea con el mercado, ya que el Ibex cedió el 0,02%.

Los inversores del otro lado del Atlántico respondieron de forma más positiva una vez confirmada la noticia de que la fusión no prosperaba. Al cierre, Endesa subió un 4,1% en la Bolsa de Nueva York. El mercado aplaudía así una operación que no terminaba de gustar.

En España, la jornada estuvo marcada por la volatilidad. Entre el máximo y el mínimo, Endesa osciló el 2,45% e Iberdrola, el 2,21%. Llegaron a perder con respecto al cierre del viernes un 2,49% y un 1,90%, respectivamente.

La fusión aprobada por el Gobierno la semana pasada centró ayer el interés de las firmas de Bolsa. En este sentido, Safei recomienda, al no haber fusión, no entrar en estos valores y esperar.

En la misma línea se manifiestan los analistas de Urquijo, que aconsejan fuerte compra en Iberdrola y también en Repsol YPF y Gas Natural, "ya que se verían beneficiadas al quitarse el fortísimo competidor en el mercado eléctrico con pretensiones de ganar cuota en el negocio del gas".

Las primeras repercusiones ya se han trasladado a otros valores. Unión Fenosa perdió el 3,72%, porque deja de ser la favorita para el mercado al no haber alianza.

 

Las empresas no aprueban los deberes para cautivar al Gobierno

K. A. / T. J. Bilbao / Madrid

Endesa e Iberdrola han calculado mal el tiro. Al menos eso se desprende del desenlace final del proyecto de fusión, es decir, la no fusión, entre las dos eléctricas. Decían que habían hecho bien los deberes y pasado por todas las ventanillas pertinentes para conseguir el visado a una operación que daría luz a la quinta compañía eléctrica del mundo. José Folgado, Luis de Guindos y Rodrigo Rato habían visto desfilar por sus despachos a los ejecutivos de las dos sociedades. Al final, se ha demostrado que los ejecutivos de Endesa e Iberdrola, conocidos los límites que se les iban señalando y el final de esta película, necesitan acudir a clases particulares.

A la tarea de conseguir materializar la fusión, frente a un panorama no demasiado amable como el presentado el pasado viernes, se habían entregado este fin de semana los principales ejecutivos de las empresas eléctricas. Incluso Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid y uno de los accionistas de Endesa, apostaba la mañana de ayer por la fusión, una predicción que no se cumplió pocas horas después. Blesa no había calculado que la fusión podía ser asumible para Endesa, pero no para Iberdrola. No contaba tampoco que a lo largo del sábado y el domingo sus principales accionistas, fundamentalmente BBVA y BBK, habían hecho llegar a Oriol y a su reducido grupo de consejeros mensajes contrarios a la fusión.

Sin polémicas

Tanto Rodolfo Martín Villa como Íñigo Oriol evitaron entrar en polémicas antes de sus respectivos consejos y presentaron de entrada su propuesta de desechar la integración, según fuentes cercanas a ambas empresas.

Los argumentos fueron los mismos (supresión de los CTC, no se da valor al accionista, no se gana la dimensión suficiente, etc.); los escenarios, completamente diferentes. Mientras los accionistas de Endesa se mostraban más dispuestos a asumir el marco fijado por el Gobierno, los de Iberdrola no tanto. Íñigo de Oriol, después de la intensa labor desplegada a lo largo del fin de semana, no estaba dispuesto a asumir el riesgo de encontrarse con un consejo enfrentado, una situación sin parangón en la historia de Iberdrola, pero que casi se produce cuando se paró la compra de Florida.

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