Cinco constructoras de Lleida se unen para frenar a 'las grandes'
La unión hace la fuerza. Cinco de las principales constructoras locales de obra pública de Lleida Sorigué, Benito Arnó e Hijos, Romero Polo, Áridos Romà y MyJ Grúas han decidido crear una unión temporal de empresas (UTE) para optar a la adjudicación de las obras de construcción de la variante sur de Lleida que la Generalitat de Cataluña ha sacado a concurso por 2.560 millones de pesetas.
En opinión del presidente de Sorigué y de la Federación de Gremios de la Construcción de Lleida, Joan Castells, "se trata de una experiencia pionera en el sector que con el tiempo demostrará si conviene darle continuidad para otros proyectos e infraestructuras".
La UTE nace para presentar una oferta conjunta que formalizarán mañana miércoles y que podría resolverse en el plazo de un mes.
Según Castells, "las cinco empresas hemos considerado positivo renunciar a intereses individuales para poder presentar una única oferta entre todos porque se trata de una obra importante en cuanto a presupuesto de ejecución y porque intentamos evitar, en la medida de lo posible, que sea adjudicada a una empresa foránea, como ha sucedido en alguna otra ocasión". En estos casos, las constructoras locales acaban ejecutando las obras adjudicadas a "las empresas grandes de fuera de la provincia" pero en calidad de subcontratadas.
Castells: "Aspiramos a conseguir la obra de primera mano, para que la inversión y la mano de obra que genere beneficios a Lleida".
La iniciativa de las constructoras leridanas, especializadas en obra pública, se produce un año después de que los principales promotores de viviendas de Lleida, Grupo Reig, Construcciones Pallàs, la inmobiliaria del Grupo Valls Companys y la misma Sorigué decidieran crear un grupo para invertir 5.000 millones de pesetas en la compra y gestión de suelo urbanizable. La finalidad es la misma: aunar estrategias para intentar impedir que grandes inmobiliarias estatales desembarquen en el mercado de Lleida.
Grupo Sorigué
El grupo Sorigué, con una plantilla de 700 trabajadores y unas ventas que en el pasado ejercicio alcanzaron 16.000 millones de pesetas, es la mayor de las cinco empresas que han creado la UTE.
En 1999, la constructora leridana pasó a liderar la clasificación catalana en cuanto a volumen de obra adjudicada por Gisa y Regsa, empresas a través de las que la Consejería de Obras Públicas de la Generalitat adjudica las obras civiles. En ese ejercicio, Sorigué consiguió contratos por valor de 4.915 millones, frente a los 1.639 millones conseguidos en 1998.
Sorigué se presentó en 1999 a licitaciones de obras por un importe total de 117.000 millones de pesetas. Este dato, según la empresa, demuestra la dificultad que existe para acceder a obras públicas como consecuencia de la fuerte competencia existente en el sector y, de forma especial, por parte de las grandes empresas.