Cientos de extranjeros mantienen los encierros en Barcelona

Los inmigrantes decidieron ayer mantener el pulso con la Delegación del Gobierno y comunicaron al Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo), Antón Cañellas, que no abandonarán su encierro en varias iglesias de Barcelona, como les había exigido la Administración central para continuar negociando el contenido del preacuerdo alcanzado el sábado.

Tras celebrar ayer a mediodía una asamblea, los representantes de los inmigrantes entregaron al Síndic, que actúa como mediador en el conflicto, un documento en el que aseguran que no dejarán el encierro, porque "el acuerdo que hemos firmado no se plantea como requisito terminar con el encierro, solamente con la huelga de hambre", según Norma Falconi, portavoz de los encerrados. "La gente no quiere salir del encierro sin nada, quiere una respuesta efectiva del Gobierno", añadió.

Por su parte, la Delegación del Gobierno dejó claro ayer que para concretar el contenido del preacuerdo los inmigrantes deben deponer su actitud porque continuar con los encierros "es mantener artificialmente el conflicto y dificulta la intención de la Administración del Estado de desarrollar los puntos del acuerdo".

Cañellas comunicó a los inmigrantes que mañana les dará una respuesta a los planteamientos incluidos en su documento. Los representantes de los inmigrantes trasladaron también a Cañellas que su deseo es reunirse lo más pronto posible con la Delegación del Gobierno para concretar el preacuerdo.