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POLÍTICA

Duran deja el Ejecutivo catalán al cambiar el equilibrio de la coalición

La crisis abierta en CiU, tras el nombramiento de Artur Mas como consejero jefe del Gobierno catalán, se cobró ayer su primera víctima política. El líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, anunció su decisión de abandonar la Consejería de Gobernación, que ocupaba desde noviembre de 1999, porque se ha roto "el equilibrio de la coalición" con el que accedió a entrar en el Ejecutivo.

Tras apenas 14 meses al frente de la Conselleria de Gobernación y Relaciones Institucionales, y tan sólo 19 días después del nombramiento de Artur Mas como consejero jefe del Gobierno catalán, el líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran i Lleida, presentó ayer su renuncia al cargo. Así, el dirigente democristiano ponía fin a los cada vez más insistentes rumores que apuntaban a una decisión en este sentido, después del frenazo en seco que ha experimentado su carrera política, al desvanecerse sus esperanzas de suceder a Jordi Pujol como líder de CiU.

En una rueda de prensa convocada con carácter de urgencia, Duran explicó que había presentado su renuncia al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, a primera hora de la mañana y negó que su decisión fuese una "pataleta" por el ascenso de Artur Mas. Reconoció, eso sí, que este nombramiento, "legítimo pero partidista", rompió "unilateralmente el equilibrio de la coalición" instaurado tras las autonómicas y que le llevó a aceptar formar parte del Gobierno catalán. Duran aseguró ser consciente de que su renuncia puede ser interpretada como una reacción personal ante el nombramiento de Mas pero afirmó que, si fuera así, habría abandonado la Generalitat al día siguiente o habría permanecido en la Conselleria. "Si mi voluntad fuese hacer la guerra me quedaría en el Gobierno, desde donde tengo muchas más posibilidades", recalcó. El todavía conseller argumentó también querer evitar que su permanencia en el Gobierno fuese causa de fricciones y que las discrepancias que pudiese mantener con Mas se interpretasen en clave de rivalidad. "Quiero dejar el camino libre para el nuevo consejero jefe y para la acción del Gobierno" y "evitar también servir a los intereses de la oposición".

Dedicación al partido

Con su renuncia, Duran aseguró hacer un favor no sólo al Ejecutivo catalán sino también a la propia coalición y, en última instancia, a su partido, Unió, al que quiere dedicar a partir de ahora todos sus esfuerzos. En este sentido, expresó su convencimiento de que las negociaciones que acaban de iniciar los dos partidos que forman CiU para refundar la coalición llegarán a buen puerto. Duran informó ayer mismo de su decisión al Comité de Gobierno de Unió, el máximo órgano de dirección.

El secretario general de CDC y consejero jefe de la Generalitat, Artur Mas, aseguró lamentar "políticamente y como compañero de gobierno" la dimisión de Duran, aunque reconoció que no le sorprendía. Esta renuncia "no debe enturbiar", según Mas, las relaciones entre CDC y UDC ni disminuir las posibilidades de que ambas formaciones alcancen un acuerdo satisfactorio para recomponer sus relaciones. Mas recordó, no obstante, que su nombramiento como conseller en cap fue una decisión correcta aunque Duran tiene derecho a interpretarla como lo considere oportuna. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, evitó valorar la renuncia del líder de Unió y se limitó a agradecerle su contribución al Gobierno catalán. Duran será sustituido por la actual consellera de Justicia y número dos de Unió, Núria de Gispert. æpermil;sta será reemplazada por el jurista Josep Delfí Guàrdia. Ambos tomarán hoy posesión de sus cargos.

Sucesión

La polémica sobre la sucesión de Pujol cobró fuerza tras las elecciones autonómicas, posiblemente las últimas en las que Pujol se presenta como candidato. El encargado de abrir la caja de los truenos fue el dirigente de Unió, Josep Sánchez Llibre, que reclamó para Duran el número dos de la candidatura, detrás de Pujol. Las aspiraciones democristianas no se materializaron y Duran tuvo que contentarse con un octavo puesto en la lista. Tras intensas negociaciones y fruto de un precario equilibrio entre los dos partidos de la coalición, Duran accedió a formar parte del Gobierno catalán, asumiendo un departamento de nueva creación, el de Gobernación y Relaciones Institucionales.

Desde esta atalaya privilegiada intentó sentar las bases de su carrera sucesoria, que lanzó públicamente a través de una conferencia en la Universidad de Barcelona. Poco después sus aspiraciones se vieron frenadas por un escándalo que salpicó de lleno al partido: el caso Pallerols. Las irregularidades en la gestión de los fondos de formación, vinculada a la presunta financiación irregular de Unió provocaron ceses y dimisiones en el partido y en el Departamento de Trabajo. El reciente nombramiento de Mas como consejero jefe fue el golpe de gracia para su carrera a la sucesión.

 

La oposición exige a Pujol que cierre la crisis

Tras conocer la dimisión de Duran i Lleida como titular de Gobernación y Relaciones Institucionales, todos los partidos de la oposición parlamentaria reclamaron a Jordi Pujol que cierre de inmediato la crisis del Ejecutivo catalán.

El presidente del PSC-Ciutadans pel Canvi, Pasqual Maragall, aseguró que su grupo parlamentario pedirá explicaciones, aunque no concretó si reclamarán un debate monográfico o bien la comparecencia de Pujol. Según Maragall, "nos encontramos ante una crisis de gobierno grave que merece una explicación".

El líder del Partido Popular catalán, Alberto Fernández Díaz, considera que la renuncia de Duran no tiene justificación y reclamó al presidente catalán que cierre de manera definitiva la crisis y "siga el ejemplo del PPC, apostando por la estabilidad desde la responsabilidad".

Desde Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod Rovira, instó a Pujol a convocar elecciones anticipadas si se muestra "incapaz de encontrar la estabilidad gubernamental y parlamentaria". Para el secretario general de ERC, se trata de "la crisis política más grave de un ejecutivo de CiU en sus 21 años de gobierno".

El presidente del grupo de IC-V, Rafael Ribó, afirmó que la dimisión de Duran demuestra que el nombramiento de Artur Mas como conseller en cap "no ha hecho más que agravar la crisis de CiU y del Gobierno catalán".

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