Ecuador mantiene el estado de emergencia para frenar las protestas
El Gobierno ecuatoriano advirtió ayer a los 4.000 indígenas que ocupan desde hace seis días la Universidad Salesiana de Quito, que tras la instauración del estado de emergencia las autoridades están facultadas para desalojar las instalaciones tanto públicas como privadas.
Cercados por la policía, los indígenas, procedentes en su mayoría de zonas rurales, reclaman la suspensión de las medidas de ajuste económico decretadas por el Gobierno que incluyen fuertes subidas del precio de los combustibles, del gas doméstico y del transporte público.
En un claro y breve mensaje, los ministros ecuatorianos de Defensa y de Interior, Hugo Unda y Juan Manrique, respectivamente, explicaron por televisión el alcance de las medidas que pueden tomarse una vez declarado el estado de emergencia nacional. En este sentido señalaron que se impedirá "toda clase de marchas, manifestaciones y concentraciones" de grupos de ciudadanos, y podrá realizar "inspecciones, registros y allanamientos de domicilios", sin previa autorización judicial.
La protesta indígena se consolida cada vez más con el bloqueo de carreteras, lo que ha originado ya el desabastecimiento en las ciudades. Para hoy los dirigentes indígenas anunciaron una manifestación en la capital ecuatoriana, pese a la prohibición del Gobierno. Entretanto, las autoridades de Quito aseguran estar abiertas al diálogo siempre que se suspendan las movilizaciones y el bloqueo de carreteras.