El BCE deja en suspenso la rebaja de tipos de interés
El presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg, se valió ayer de una cita del FMI -"wait and see", "esperar y ver"- para explicar que la autoridad monetaria, por el momento, no ve la necesidad de bajar los tipos, aunque podría hacerlo en un futuro si el entorno internacional se sigue deteriorando.
El consejo de gobierno del BCE, reunido ayer en Francfort, considera que la zona euro seguirá creciendo "a un ritmo razonablemente robusto", pese a la "incertidumbre" que planea sobre la evolución de la economía de Estados Unidos, donde la Reserva Federal decidió bajar el miércoles los tipos de interés en medio pun-to por segunda vez en un mes. "Nosotros tomamos nuestras propias decisiones", dijo ayer Duisenberg al ser preguntado sobre las repercusiones de la decisión de la Reserva Federal. El consejo de gobierno del BCE decidió ayer mantener su tipo director en el 4,75%. "Necesitamos más información acerca de lo que está sucediendo para basar en ello nuestras decisiones futuras", afirmó el presidente del BCE.
Muchos analistas prevén que la autoridad monetaria baje sus tipos de interés en los próximos meses. Por aho-ra, no obstante, el BCE opta por una actitud "neutral", por vez primera en mucho tiempo, según admitió ayer Duisenberg. Por una parte, el presidente del BCE negó ayer de plano que la política monetaria, al ser demasiado "restrictiva", pueda afectar al crecimiento, y citó en su defensa que el incremento del crédito al sector privado si-gue rondando el 10%. Como es usual, Duisenberg también hizo referencia a los peligros que entrañarían subidas salariales desmedidas y la falta de reformas estructurales en las economías.
Sin embargo, el BCE constata que "los riesgos a la estabilidad de precios se están equilibrando": el crecimiento del agregado monetario M3 -primera columna de la política monetaria del BCE- se está acercando al deseado 4,5%, con un 5,0% entre octubre y diciembre. También los efectos de la subida de precios del petróleo y de la depreciación del euro del año pasado se están disipando.
Pese a ello, todavía "durará un tiempo" hasta que el índice de precios de consumo (IPC) caiga por debajo del 2%, el límite que se ha autoimpuesto la autoridad monetaria.
Como para calmar los ánimos acerca del impacto que pueda tener la ralentización estadounidense sobre Europa -que ya está conduciendo a que muchos analistas revisen a la baja sus estimaciones de crecimiento-, Wim Duisenberg subrayó que "la existencia del euro y de una política monetaria única" ha "disminuido la exposición" a los choques externos, y recor-dó que las exportaciones de bienes y servicios hacia países fuera de la zona euro apenas suponen el 17% del PIB.
Con respecto al crecimiento económico europeo, el BCE sigue considerando válida una estimación "más cercana al 3% que al 2,5%", tanto para este año como para 2001. Duisenberg, de todas formas, recordó que estas previsiones económicos, dadas a conocer por vez primera en diciembre, fueron elaboradas antes de que el panorama cambiara radicalmente con el aterrizaje estadounidense y la apreciación del euro.
Por otra parte, Duisenberg se alineó ayer claramente de parte de la Comisión Europea en su decisión de recriminar a Irlanda por sus presupuestos expansivos. El presidente del BCE recomendó a Dublín que no se valga de "políticas procíclicas" en su actual coyuntura de crecimiento alto e inflacionario.
El recorte en Estados Unidos impulsa la divisa europea
B. D. L. Madrid
El euro prosiguió ayer su recuperación frente al billete verde estadounidense, una vez que el miércoles la Reserva Federal decidiera recortar medio punto los tipos de interés en EE UU.
La divisa europea llegó ayer a apreciarse en Londres has-ta 0,944 dólares, frente a los 0,93 dólares del inicio de la sesión. En cambio, la decisión del BCE de mantener los tipos en Europa, en el 4,75%, dejó fríos los mercados, que ya habían adelantado esta posibilidad. Por la tarde, el euro perdió fuelle. El BCE fijó su cambio oficial en 0,904 dólares. En Francfort y Londres, la divisa se mantuvo por encima de la barrera de los 94 centavos de dólar.
Los analistas esperan que los próximos datos sobre la economía de EE UU impulsen el euro cerca de la paridad unitaria con el dólar.
Duisenberg apoya la actual supervisión bancaria
Recrimina la intención del ministro alemán Eichel de dejar al Bundesbank fuera de la operación
Con respecto a los planes del ministro de Finanzas alemán, Hans Eichel, de concentrar la supervisión financiera germana en un único organismo ajeno al Bundesbank, Duisenberg fue aún más contundente. Para el consejo de gobierno, este proyecto es motivo de la "mayor preocupación", dijo (lo que para un presidente de banco central es recurrir a palabras mayores). El rechazo no sólo obedece -como podría pensarse maliciosamen-te- a que el Bundesbank, contrario al proyecto, sea muy influyente en la autoridad monetaria de Francfort, sino sobre todo a que -según explicó Duisenberg- la participación de los bancos centrales en la supervisión financiera es un "vínculo que no se puede cortar", a riesgo de aislar al BCE de lo que está sucediendo en este campo.
Según los tratados, a Duisenberg y los suyos apenas corresponden labores de coordinación de la supervigilancia financiera que, por lo demás, corre por cuenta de cada banco central. Por consiguiente, el BCE está a favor de modelos de cooperación "lo más estrechos posibles" entre los organismos de control (en algunos países, como España, incluso integrados hasta ahora a la autoridad monetaria) y los bancos nacionales.
Como opinión personal, Duisenberg afirmó estar a favor de la "simbiosis" entre unas entidades y otras, tal y como se puede observar en Francia.
La reestructuración de la supervisión financiera es considerada por muchos una de las reformas claves para fortalecer los mercados europeos. El proyecto del ministro Eichel deberá ser debatido aún en el Parlamento alemán.