Un ex pirata informático rescata Letsbuyit.com de la quiebra
Hasta hace muy poco Kim Schmitz se dedicaba a poner en ridículo la seguridad informática de organizaciones como la NASA y multinacionales como Citibank. Ahora, con 27 años, ha cambiado de bando, se ha hecho multimillonario y tiene como oficio financiar proyectos de Internet. Su última cruzada, rescatar de la quiebra al portal de comercio electrónico Letsbuyit.com.
En la Red su alias era Kimble, en honor al Doctor Robert Kimble, protagonista de la película El Fugitivo. Gracias a este ex hacker, Letsbuyit.com (www.kimvestor.com) tiene una segunda oportunidad. Kimvestor, la empresa que preside Kim Schmitz anunció ayer que inyectará 50 millones de euros (8.300 millones de pesetas) para rescatar al portal de la quiebra.
La noticia cayó como una bomba en el Neuer Markt alemán y las acciones de Letsbuyit, que tiene su sede en Amsterdam, ganaron ayer un 200%. Kimvestor aseguró que invertiría esa cantidad de dinero a finales de enero, la misma fecha señalada por Letsbuyit para el día de su desaparición. En una nota de prensa, el portal de Internet anunciaba la retirada de su situación de quiebra, aunque reconocía que "continuaba en suspensión de pagos".
Las buenas noticias para Letsbuyit comenzaron el miércoles, cuando un grupo de inversores, entre los que se encontraba el señor Schmitz, aseguraron al portal los cuatro millones de euros necesarios para "sobrevivir hasta principios de febrero", señala el comunicado. Pero los 50 millones ofrecidos por Kimvestor (una cifra significativa, ya que en la OPV Letsbuyit captó 62 millones de euros) dan a la compañía el poder financiero necesario para seguir funcionando.
Letsbuyit salió a Bolsa en julio del año pasado a un precio de 3,5 euros. Tras alcanzar en pocos días un máximo de 5,55 euros, la acción se desplomó hasta alcanzar un mínimo (el 22 de enero) de 16 centavos de euros. El portal ofrecía a los clientes la oportunidad de agruparse para negociar el precio de los artículos, que variaba dependiendo del número de gente que lo demandaba.
No obstante, un competidor germano denunció que, según la ley alemana, un minorista no podía ofrecer un mismo producto a diferentes precios, lo que castigó la cotización de Letsbuyit. Aunque luego los tribunales le dieron la razón, el varapalo sufrido en Bolsa por las compañías de comercio electrónico terminó por hundir en el abismo a esta compañía.