El rebrote de la inflación en la zona euro aleja una bajada de los tipos
El rebrote de la inflación en países centrales como Alemania e Italia, producida en enero, aleja la posibilidad de que el BCE reduzca los tipos de interés en el área. El euro alcanzó ayer el nivel más bajo en las últimas cinco semanas y sólo logró recuperarse tras el pesimismo de la Reserva Federal sobre la economía norteamericana.
Las tensiones inflacionistas siguen estando presentes en la zona euro. Ayer, se conoció el dato de enero de dos países de peso en la Unión Monetaria, como son Alemania e Italia. En el caso del país transalpino, el índice de precios de consumo (IPC) aumentó en enero un 0,4%, lo que situó la inflación interanual en el 2,9%, la peor tasa registrada en Italia desde octubre de 1996. Algunos analistas estiman que en este aumento ha influido la crisis de las "vacas locas", que ha unido su efecto al de los alimentos y productos energéticos.
En Alemania, la Oficina Federal de Estadísticas anunció una aceleración de los precios en diciembre del 0,5%, hasta colocar el índice interanual en el 2,4%, frente al 2,2% en que acabó el año. En este caso, cobra especial relevancia la entrada en vigor, a partir del 1 de enero, de un impuesto especial que grava a los automóviles. El dato cayó ayer como un jarro de agua fría sobre los expertos alemanes. Juwergen Melzer, analista de Deutsche Bank, reconoció que "se trata de un mal comienzo de año, algo que no estaba previsto".
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, ya advirtió el pasado miércoles que la entidad que dirige no iba a bajar la guardia, manteniendo la vigilancia en las próximas semanas para evitar los "efectos secundarios" que se puedan derivar del encarecimiento del petróleo y de la depreciación del euro producida en los últimos meses.
Precisamente ayer, la moneda europea vivió en los mercados de divisas una gran volatilidad. Al inicio de la jornada sufrió una fuerte caída, llegando a cotizarse en el mercado de Londres a sólo 0,91 dólares, el valor más bajo en cinco semanas. El BCE fijó el tipo de cambio oficial en 0,914 dólares. Por la tarde la divisa se recuperó en todos los mercados. En Francfort, alcanzó de nuevo los 0,9206 dólares, frente a los 0,919 dólares de la mañana.
En Londres, recuperó también el nivel de los 92 centavos, pero muy lejos de los 95 centavos de dólar que los analistas confiaban en superar en los dos primeros meses del año. La inestabilidad del euro y el mantenimiento de las tensiones de precios en los Estados miembros de la Unión Monetaria, reducen las posibilidades de que el BCE decida en las próximas semanas una rebaja de los tipos de interés, situados ahora en la zona euro en el 4,75%. La recuperación del euro ayer, en los mercados de divisas se produjo poco después de que el presidente de la Reserva Federal norteamericana, Alan Greenspan, anunciara que el crecimiento de la economía de EE UU está ahora "próximo al cero".
Eichel resta poder a los bancos centrales regionales
El ministro de Finanzas alemán, Hans Eichel, presentó ayer sus planes para centralizar en una única entidad la supervigilancia del mercado de valores, de la banca y de las aseguradoras, y también reorganizar el Bundesbank, que tras la introducción del euro, como también los demás bancos centrales de la zona euro, ha perdido buena parte de sus funciones. La propuesta del socialdemócrata sentó mal en el otro tiempo "todopoderoso" banco central, que se apresuró a dejar claro que estos planes -que deberán ser presentados al Parlamento en verano- no han sido consultados con los banqueros centrales.
La afrenta para el Bundesbank es doble. Por una parte, la supervigilancia financiera no se subordinará al banco central, tal y como éste había pedido.
Por el contrario, se pretende crear una nueva entidad que centralice los tres organismos encargados en la actualidad del control de los mercados de valores, la banca y los seguros reincorpore también aquellas labores de supervigilancia ejercidas por el Bundesbank. Por otra parte, Eichel proyecta debilitar considerablemente a los nueve bancos centrales regionales que componen al Bundesbank: sus presidentes ya no tendrán asiento automático en un reducido directorio de seis miembros. De ahora en adelante, los bancos centrales regionales deberán limitarse a ser "importantes interlocutores para entidades crediticias, pymes y Gobiernos regionales".