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Un juez fija una pensión vitalicia de 1,8 millones al mes por un atropello

El juez Adolfo Fernández Oubiña ha concedido una de las indemnizaciones más altas para un accidente de tráfico al fijar una pensión vitalicia de 1,8 millones de pesetas mensuales en favor de una joven de 19 años postrada en una silla de ruedas toda su vida tras ser embestida por un coche.

Además de esa renta vitalicia, a la que se le debe sumar cada año el incremento oficial del IPC, el acusado, José Francisco S. P., y su compañía de seguros (Seguros Pelayo), como responsable civil, deberán pagar a la joven otra indemnización que suma 38,4 millones de pesetas.

Esos 38 millones se dividen en 6,8 millones para la compra y adecuación de un vehículo; 2 millones de pesetas por los gastos derivados del cambio de vivienda durante la asistencia sanitaria que precisó; 27,7 millones de pesetas para la compra de una nueva vivienda acondicionada para la lesionada; y otros 1,9 millones para la adquisición de aparatos médicos y ortopédicos. Otras dos personas que también resultaron heridas en el accidente deberán percibir 798.103 pesetas por los daños en un vehículo y 4,7 millones por lesiones físicas.

El conductor que causó el accidente, José Francisco S. P., también ha sido condenado a una multa de 150.000 pesetas y un año de privación de permiso de conducir por una falta contra las personas.

Los hechos se remontan al 23 de noviembre de 1998, cuando la principal afectada, Juliana F. N., de 19 años, y Antonio M. H. -que también resultó herido en el accidente- conducían sus respectivos ciclomotores por la calle Castillejos de Barcelona y, en el cruce con la calle Industria, fueron embestidos por el coche que conducía el acusado y que le había prestado un amigo.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, el acusado, después de embestir a los dos ciclomotores, colisionó contra una farola y dos furgonetas aparcadas en la zona, una de las cuales fue desplazada contra un contenedor de basuras.

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