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CRISIS DE LAS "VACAS LOCAS"

Los ganaderos estiman que tienen que cerrar 23.000 explotaciones de vacuno

La asociación de productores de ganado vacuno asegura que de las 140.000 explotaciones agrarias que hay en España habrá que cerrar en los próximos meses al menos 23.000 de rendimiento cárnico, siempre que se aplique el programa de la UE para dar salida a las reses en las granjas. Por ahora, el consumo de vacuno ha caído un 75%, según los productores, y un 34%, según el Gobierno. Mientras, ayer se conoció la aparición de un nuevo caso en una res de Zamora, y otros dos en la UE, uno en Italia y otro en Alemania. Además, la CE ha acusado a los países de no adoptar medidas suficientes para frenar la extensión del mal.

La Asociación de Productores de Vacuno (Aprovac) calcula que en uno o dos meses cerrará un 30% de las explotaciones de vacuno de rendimiento cárnico. La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) coincide en la cifra, aunque se da mayor plazo -"entre tres y seis meses"-. Muchos centros de producción intensiva no han cerrado ya porque esperan vender los animales como sea. Cerrarán en cuanto lo logren. El inminente cese de actividad, según estas previsiones, afectará a 23.000 explotaciones en España.

El sector productor de carne de vacuno no puede evitar mirarse en el espejo de la otra alternativa bovina, el sector lácteo. "En España llegaron a existir 135.000 explotaciones de vacuno de leche en el año 1993; hoy no llegan ni a las 70.000", se lamenta el responsable ganadero de la Unión de Pequeños Agricultores, Román Santalla. Pero no termina ahí el problema. Muchos ganaderos que tuvieron que huir de la explotación láctea recalaron en la cárnica. ¿Dónde irán ahora?, se preguntan en el sector.

"En estos días estamos enviando a nuestros asociados los recibos para el abono de la cuota y nos tememos que muchos de esos recibos van a ser devueltos con la consiguiente lectura de cese de actividad", explica Manuel Conde, responsable de la Asociación Nacional de Productores de Vacuno de Carne.

"Los primeros productores que ya están abandonando el sector son los que llegaron olfateando las primas ganaderas, o sea, los menos profesionales. Los ganaderos de toda la vida suponemos que tendrán más capacidad de soportar esta enorme crisis", dice Adolfo Alcalde, de la sectorial ganadera de Asaja.

Se expresa en similares términos quien se ocupa de los asuntos ganaderos de la Coor-dinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG), Andoni García: "Con los medios que se están poniendo en la actualidad, la crisis se lleva por delante al sector irremediablemente".

Aprovac cifra ya en un 80% la caída del consumo, y en un 95%, la disminución de la exportación. Su responsable sostiene, además, que "en los próximos meses caerá cerca de un 30% de todo el sector".

Conde, quien reconoce que en los comités de Aprovac ya se han planteado solicitar los fondos pertinentes para abordar una reconversión en toda regla, pero que todavía no han planteado nada al Ministerio de Agricultura, considera que la explotación media en vacuno criado en régimen intensivo, la que posee entre 250 y 1.000 animales, será la que menos soporte la crisis y la que será presa más rápidamente de la reconversión natural.

Santalla, de Upa, coincide en la cantidad, aunque se da un plazo más largo: "Con la actual crisis, un 30% de las explotaciones se arruinará en un periodo de entre tres y seis meses". Serán mayores víctimas aquellas explotaciones que han sido modernizadas últimamente y que no van a poder afrontar los créditos. Santalla alega también que muchas de las pequeñas y medianas explotaciones de vacuno intensivo no han cerrado ya porque no pueden dar salida a sus animales.

En España existen unas 140.000 explotaciones de bovino; de ellas, son de ren-dimiento cárnico unas 75.000, y de rendimiento lácteo, 62.000. Cerca de 23.000 de las de rendimiento cárnico cesarán en su actividad en los próximos meses. Y la crisis no será sólo ganadera. Las actividades inducidas por el sector cárnico comienzan también a mostrar los peores síntomas.

 

El Gobierno cifra la caída del consumo en un 34%, y el sector, en un 75%

Marta Matute Madrid

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) estima en un 34% la caída del consumo de carne de vacuno en España tras la confirmación oficial, el pasado 22 de noviembre, del primer caso nacional de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o mal de las vacas locas. Agricultura detalló que en noviembre el consumo descendió un 18% en relación con el mes anterior, mientras que sobre el mismo mes de 1999 la bajada fue del 8%; para diciembre de 2000, el MAPA prevé una bajada del consumo del 16% sobre el mes anterior.

La Junta de Castilla y León anunció esta madrugada la sospecha de un nuevo caso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) en una explotación de ganado vacuno de la comarca zamorana de La Guareña, que ha dado positivo en un primer aná-lisis efectuado en el labo-ratorio de Sanidad Animal de León.

La Asociación Española de Criadores de Vacuno de Carne (Asovac) mostró ayer su sorpresa ante los datos ofrecidos por el Gobierno, en el sentido de que el consumo del vacuno se ha recuperado, ya que esta semana es la peor desde el comienzo de la crisis, con una caída del 75%. Así lo indicó el gerente de Asovac, Domingo Palos, en referencia a las declaraciones hechas por el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, en las que asegura que " de un bajón espectacular", la venta de carne de bovino se ha recuperado en las últimas semanas.

 

Detectado un nuevo caso de EEB en una res de cinco años en Zamora

Cinco Días Zamora

Un nuevo caso de una res sospechosa de padecer encefalopatía espongiforme bovina (EEB) se detectó en una explotación de la comarca zamorana de La Guareña, en el sureste de la provincia de Zamora. La res tiene más de cinco años y es de la raza frisona de leche. Ahora es necesario que el Laboratorio Nacional de Referencia de la EEB corrobore estos análisis.

El portavoz de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, se mostró conforme con la intención del Ministerio de Agricultura de autorizar enterramientos excepcionales del ganado cuando no sea posible su eliminación y, hasta que haya suficientes plantas incineradoras, es "la mejor posibilidad de destrucción". Hasta el momento, en España se han confirmado siete casos y cinco más se están estudiando en el laboratorio de Zaragoza.

Por otro lado, el Ministerio de Agricultura de Baden-Wurttemberg (oeste de Alemania) anunció ayer el descubrimiento de un nuevo caso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) en este Estado regional. Se trata del tercer animal infectado por el mal de las vacas locas localizado en este land, con lo que se eleva a 17 el número total en el país.

 

La CE acusa a los países de no adoptar medidas suýcientes

La Comisión Europea acusó ayer, miércoles, a los Estados miembros de no haber adoptado medidas suficientes para evitar la propagación de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o mal de las vacas locas.

"Las medidas adoptadas a nivel comunitario todavía no son suficientes por sí mismas para erradicar la EEB", señala un comunicado distribuido por la portavoz del comisario europeo de Protección de los Consumidores, David Byrne.

"En numerosas ocasiones la Comisión ha encontrado graves lagunas en los Estados miembros.

Una vez más los más graves errores proceden de los países que han insistido en que estaban libres del mal de las vacas locas", añade la nota.

En una intervención ante la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, Byrne también acusó a los Quince de no haber tomado suficientes medidas de precaución, y añadió que algunos de ellos se negaron a admitir que en su territorio había riesgos de contagio.

Entre esos Estados figuran Alemania, Italia y España, según la portavoz del comisario, Beate Gminder.

"La crisis más reciente demuestra los peligros que acarrea esa actitud", añade la nota distribuida.

Bruselas afirma haber "liderado" siempre las iniciativas para evitar un mayor contagio de la enfermedad, y recuerda que los Quince han tardado cuatro años en aprobar el proyecto que propuso la Comisión para retirar de la cadena alimentaria los tejidos de riesgo susceptibles de trans-mitir el mal de las vacas locas.

"Ese retraso de cuatro años fue debido a la fuerte oposición de algunos países que insistían en afirmar que no se habían registrado casos de EEB en su territorio".

"Este episodio debería servir de recuerdo de los enormes costes, en términos financieros y de riesgo para la salud pública, derivados de la tendencia a subordinar la protección de la salud pública a consideraciones de tipo económico o de política interna", agrega el comunicado.

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