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INTERNACIONAL

El Banco de Japón teme el 'efecto contagio' de una recesión en EE UU

Dado el largo estancamiento del consumo en Japón, la desaceleración de sus principales mercados de exportaciones -EE UU y Asia- es muy mala noticia para la economía, advierte el Banco de Japón, en su informe de enero. Según el índice de actividad industrial elaborado por el Ministerio de Economía, el PIB japonés habrá caído en el último trimestre de 2000.

La producción industrial en Japón cayó el 0,8% en noviembre, aunque el impacto recesivo de esta contracción quedó neutralizada por el aumento del 0,6% de la actividad en el sector de servicios.

Sin embargo, puesto que las empresas industriales son mucho más dependientes del exterior que sus homólogas de servicios, los datos publicados ayer parecen corroborar la advertencia del banco central de que "las exportaciones ya empiezan a descender por una desaceleración en EE UU y el Este Asiático." y que estas "presiones sobre la economía procedentes de (...) el extranjero y de los mercados financieros deben ser vigilados detenidamente", añadió el banco.

El índice de actividad económica -industria y servicios- cayó en torno al 0,4% en el periodo de octubre a noviembre frente a los dos meses anteriores. Esto significa -según la mayoría de los analistas consultados por Reuters- que el PIB, con toda probabilidad, habrá caído en el último trimestre de 2000.

Aunque los datos sobre actividad no fueron tan negativos como muchos analistas habían previsto, todo indica que la economía pierde gas tras la recuperación de los trimestres anteriores. "La situación general se ha deteriorado de forma acelerada; las historias de terror aún no se han puesto de manifiesto en los índices, pero pronto lo harán", dijo Noriko Hama, de Mitsubishi Research Institute. El índice compuesto de indicadores económicos cayó en noviembre de 42,9 a 33,3, otra señal de que la economía vuelve a debilitarse.

El banco central, que subió tipos por primera vez en seis años el pasado mes de agosto, se ha resistido hasta la fecha a plantear la reanudación de la política de tipos cero pese a las presiones del Gobierno y el deterioro de la coyuntura.

Sin embargo, el gobernador del banco Masaru Hayami dio a entender el pasado viernes que adoptaría medidas -probablemente intervenciones en el mercado de bonos- para elevar la oferta monetaria e inyectar liquidez en el sistema bancario, que se ha visto dañado por la última caída bursátil. Muchos economistas temen que la quiebra de un banco o aseguradora pueda desatar una crisis de confianza y agravar el problema del excesivo ahorro. "No hay delincuencia en Japón, lo cual quiere decir que cada vez más gente opta por guardar su dinero en cajas fuertes en sus viviendas", dijo un analista.

Corrupción

De ahí, el interés del banco central en ampliar la oferta monetaria para compensar este ahorro perdido. El banco central prevé que la medida amplia de la masa monetaria -M2 más certificados de depósitos- subirá el 2% en el primer trimestre de este año.

Por su parte, el ministro de Economía Fukushiro Nukaga -que se ve implicado en un escándalo de corrupción- ha comunicado a sus colaboradores su intención de dimitir, según informaron ayer las agencias de noticias japonesas Kyodo y Jiji. Nukaga es acusado de aceptar sobornos por un valor aproximado de 20 millones de pesetas de la compañía aseguradora KSD. Sería el tercer ministro en abandonar el gabinete del primer ministro de Yoshiro Mori en los últimos 10 años. El 69% de los entrevistados en un sondeo realizado la semana pasada por el canal de televisión Nihon se mostró insatisfecho con el Gobierno de Mori.

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