Prefabricats Pujol diversifica la actividad hacia el sector residencial
Prefabricats Pujol invertirá 1.000 millones de pesetas en la construcción de una nueva fábrica en Mollerussa (Lleida) que producirá piezas prefabricadas para edificios residenciales.
La empresa Prefabricats Pujol ha decidido entrar en la línea de los prefabricados para viviendas. Para ello, construirá una nueva fábrica en Lleida que permitirá diversificar su actual producción de prefabricados de hormigón, varillas de hierro y terrazos.
"Hemos decidido introducirnos en el sector residencial porque creemos que ha llegado el momento para edificar las viviendas con una filosofía nueva que incorpora el prefabricado en las estructuras básicas, como son los pilares, tejados y fachadas", afirma el director general del Grupo Pujol, Josep Maria Pujol. El proyecto prevé una inversión este año de 1.000 millones de pesetas en la construcción de una fábrica que centralizará la producción de las estructuras de hormigón para viviendas.
La planta se ubicará en un terreno de 100.000 metros cuadrados situado entre los municipios leridanos de Mollerussa y Miralcamp. La previsión es que la planta esté operativa el año que viene.
En opinión de Pujol, "se trata de una modalidad de edificación poco introducida en España, pero el prefabricado para viviendas ofrece una calidad superior, una reducción de la necesidad de mano de obra y del tiempo de ejecución, si bien el proceso no abarata la obra porque el prefabricado también tiene un coste de producción complejo".
El proyecto de Mollerussa se suma a la ampliación prevista de la fábrica que el grupo Pujol tiene en Maqueda (Toledo), que permitirá pasar de los 80.000 metros cuadrados actuales a 230.000. La inversión inicial en este plan es de 1.500 millones. El objetivo es incrementar la producción y conseguir que las ventas en la zona centro de España alcancen 6.000 millones anuales en lugar de los 2.000 millones actuales.
Plantilla femenina
La ampliación prevé, asimismo, la construcción en Toledo de una nueva sección de armaduras o varillas de hierro para estructuras de hormigón, que inicialmente se iba a construir en la provincia de Madrid.
El grupo Pujol ha optado finalmente por instalarla en Maqueda y continúa decidido a repetir en esta fábrica la experiencia llevada a cabo en su filial leridana Ferrofet Catalana, donde la plantilla laboral de su fábrica de Mollerusa está integrada exclusivamente por personal femenino.
Esta empresa entró en funcionamiento en enero de 1999 con 60 mujeres y actualmente la plantilla la forman 170 trabajadoras con turnos laborales de cuatro horas. Los índices de productividad de Ferrofet Catalana han sido calificados por directivos del grupo como "superiores a los de los hombres".
La decisión de ampliar el centro de Maqueda se produce después de que el grupo Pujol haya comprado al grupo gallego Forjados Castelo el 50% del capital que poseía en esta fábrica. A cambio, Pujol ha cedido a Castelo su participación en las filiales de Vigo y Oporto, donde también eran socios.
Grupo Pujol, con filiales propias en Lleida, Tarragona, Málaga, Castellón y Toledo, alcanzó unas ventas en 1999 por valor de 15.000 millones de pesetas y confía en que la facturación de 2000, aún provisional, se sitúe en torno a 17.000 millones.
El grupo, que emplea a unos 780 trabajadores, vende su producción en el mercado nacional y no realiza exportaciones debido a la dificultad de transporte de las estructuras de hormigón de grandes dimensiones.