Los bancos italianos enredan aún más su red de alianzas
La banca italiana está en plena ebullición. La semana pasada cobraron fuerza las posibilidades de acuerdo entre seis de las grandes entidades financieras, de las que se hizo eco la prensa económica europea.
Los tres pactos que están en el aire podrían concretarse aún más esta semana. Sobre esta maraña de alianzas y fusiones planea la recomendación del gobernador del banco central italiano, Antonio Fazio, quien ha advertido recientemente que el sector financiero ya está suficientemente concentrado.
La Banca Nazionale del Lavoro (BNL), sexto banco italiano por activos, mantiene conversaciones para fusionarse con la banca regional Cardine. El BBVA, principal accionista de BNL con un 10%, no lo ve con buenos ojos. La aseguradora Generali, presente en los dos bancos en liza, jugará un papel clave en esta operación.
Por otro lado, la agencia de noticias Reuters difundió hace una semana que fuentes bancarias de Londres daban por ciertas las negociaciones de unión entre la Banca Intesa y Unicredito, primera y tercera entidad del país, respectivamente.
Desmentidos
Los dirigentes de ambos bancos lo han negado. Pero, de salir adelante este acuerdo, crearían un gigante bancario europeo con una capitalización bursátil de 55,6 millardos de euros, (9,2 billones de pesetas).
Y hay un tercer escenario. El cuarto mayor banco del país, Banca di Roma, ya anunció hace cuatro meses que planeaba hacerse con el control de BNL. Pero, ahora, está más preocupado en desmentir que está en conversaciones para aliarse con Sanpaolo-IMI, segundo mayor banco y en el que el BSCH controla un 6,2%.