Trabajo abonó el sábado a los pensionistas la deuda por el desvío del IPC
El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales abonó el pasado sábado a siete millones y medio de pensionistas, la paga de los atrasos generados por el fuerte desvío de la inflación el pasado año, un 2,1% por encima del objetivo previsto por el Gobierno (2%), tomando como referencia el índice de precios del mes de noviembre, tal y como obliga la ley.
La paga única, que los pensionistas tienen desde hoy en sus cuentas, le costará a Trabajo un desembolso de 177.000 millones de pesetas, que se imputarán al superávit de la Seguridad Social del pasado año 2000. Una vez efectuada esta paga dicho superávit será de los 300.000 millones previstos.
Así, la paga de los atrasos de una pensión de 75.000 pesetas de 2000, será de 21.630 y la cuantía de esta pensión este año queda fijada en 78.076, tras aplicarle la consolidación de los desvíos de la inflación pasados y la subida del 2% prevista para este año.
Una pensión de 100.000 pesetas recibirá una paga de 28.826 pesetas y para una pensión de 200.000 pesetas la paga única ascenderá a 57.652 pesetas.
Pensiones medias
De esta forma, la pensión media del sistema tendrá (si se descuenta el efecto de las nuevas jubilaciones) 81.547 pesetas y la media de jubilación se situará este ejercicio en 93.169 pesetas.
El abono de estos atrasos se establece en la Ley de Seguridad Social, que incluye un mecanismo de corrección de las desviaciones de la inflación en las cuantías de las pensiones, siempre que exista tal desviación al alza en el índice de precios de consumo generado en el año.
La ley obliga también a que la paga se efectúe durante los tres primeros meses del año y, esta vez, es la primera que Trabajo abonará esta paga en el mes de enero, antes de percibir la nómina mensual del mes en curso. El abono de esta paga única y su cuantía en cada caso, fue comunicada a los pensionistas, cuya pensión se reconoció antes del 1 de enero de 2000, a través de una carta del ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio.