Los empresarios contendrán los precios si hay moderación salarial, según Cuevas
El objetivo estratégico fundamental de la patronal este año 2001 será tratar de rebajar la inflación al 2%, según anunció ayer el presidente de la CEOE, José María Cuevas. Para ello el líder empresarial hizo un llamamiento a "un mínimo compromiso de estabilidad de precios", al tiempo que pidió a los sindicatos que moderen las subidas salariales en torno al 2%.
La patronal está preocupada por lo que considera un frenazo en el crecimiento de la actividad, de la competitividad y del empleo, en la economía española. El principal reflejo de esta situación es el desbordamiento de la inflación y por este motivo, el "objetivo estratégico fundamental" de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) será tratar de devolver el crecimiento de los precios a finales de año al 2%, previsto por el Gobierno.
Así lo explicó ayer el presidente de la CEOE, José María Cuevas, que expuso los criterios empresariales para la campaña de negociación colectiva de este año. En su opinión, pese a haber iniciado el año con una inflación del 4%, "es perfectamente posible" terminar el ejercicio con un IPC del 2% "si empresarios, trabajadores y sindicatos asumen un mínimo compromiso de estabilidad de precios y de salarios".
De estas palabras se desprende el compromiso empresarial de contribuir a reducir la inflación con la contención de los precios, si bien exigen a cambio que las centrales sindicales también contribuyan a devolver los precios al 2% con lo que está en su mano, que es la moderación salarial.
Según Cuevas, dicha moderación se sitúa en el entorno del 2%, si bien admitió que dependiendo de las empresas y los sectores, las subidas salariales podrán sobrepasar esta cifra o, por el contrario, deberán ser incluso inferiores.
En cualquier caso, el líder patronal aseguró que aunque la inflación quede por encima de los incrementos salariales pactados, los trabajadores no pierden poder adquisitivo porque entran en acción las cláusulas de garantía salarial. Si bien es cierto que no todos los trabajadores, ni siquiera todos los que tienen convenio cuentan con esas cláusulas, ni todas ofrecen iguales garantías.
En este sentido, el presidente de la patronal se mostró comprensivo con la demanda de este tipo de cláusulas de garantía por parte de los sindicatos. Es mas, vaticinó que a la vista del repunte inflacionista, "las cláusulas de revisión salarial se pactarán con más intensidad o frecuencia en los convenios colectivos de este año de lo que se han hecho en años anteriores".
Los sindicatos ya rechazaron ayer estas posiciones patronales. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, defendió que la previsión sindical de exigir subidas salariales del 4% para este año es un "objetivo moderado", dado que la previsión de inflación del Gobierno "no tiene pies ni cabeza".
CC OO aseguró que aunque "deseable", devolver la inflación al 2% "no es posible" y dijo que la mejor contribución para reducir los precios es que el Gobierno haga una previsión creíble de IPC, en torno al 2,5% o 3%.
Por otra parte, Cuevas se mostró optimista en relación a la posibilidad de alcanzar acuerdos en la reforma laboral en febrero, aunque insistió en que la patronal se mantiene fuerte en su exigencia de abaratar el despido. En este punto dejó entrever que la generalización de un contrato con 33 días de despido serviría para atajar la temporalidad. No obstante, la intención de la CEOE es alcanzar la media europea, que son 20 días de indemnización por despido.
Más augurios de frenazo de la actividad económica
La CEOE calcula que los datos macroeconómicos del cuarto trimestre del año 2000 fijarán el crccimiento económico (PIB) del pasado ejercicio en el 4% y descenderán la tasa de paro al 14%. No obstante, los empresarios también admiten y alertan sobre la desaceleración de la actividad económica que viene.
Según su último informe socioeconómico, todos los análisis descartan que el crecimiento de 2001 vaya a situarse en tasas inferiores al 3%, aunque la patronal reconoce que esta perspectiva "podría verse truncada" por una fuerte desaceleración de la ceonomía de Estados Unidos.
Por ello, el informe aconseja aprovechar los que pueden ser últimos estertores de bonanza para acometer reformas estructurales orientadas, por una parte, a reducir el diferencial inflacionista con la Unión Europea, con el objetivo de mejorar la competitividad de las empresas españolas en el exterior y, por otra, a favorecer el traslado del crecimiento económico en empleo.
Aparicio confirma las dificultades para cerrar un pacto laboral
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, finalizó ayer la ronda de contactos con los máximos líderes de la patronal, José María Cuevas, y de los sindicatos CC OO, José María Fidalgo, y UGT, Cándido Méndez, para constatar que, pese a que las negociaciones están "bien encauzadas, aún queda mucho para cerrar acuerdos" tanto en materia de reforma laboral como de pensiones, según informaron fuentes de Trabajo.
Estos encuentros -que se llevaron a cabo el lunes con Fidalgo y ayer con Méndez y Cuevas por separado- tenían como objetivo que el Gobierno "tomara el pulso" de las negociaciones del diálogo social, tras el parón navideño y a falta de apenas un mes para que concluya el plazo que se han dado empresarios y sindicatos para tener lista una nueva reforma laboral.
Los negociadores sindicales informaron al ministro de su voluntad de llegar a acuerdos con la patronal, si bien todavía existen "profundos desacuerdos", sobre todo en lo concerniente a lo que CC OO y UGT entienden como falta de interés de los empresarios en limitar el encadenamiento de contratos temporales y la regulación de las subcontratas.
UGT calificó la reunión entre Méndez y Cuevas como "constructiva", si bien en dicho encuentro el líder sindical instó al Gobierno a que no interfiera en las negociaciones de la reforma laboral y le urgió a que reanude las conversaciones de la mesa de protección social.
Reunión desconvocada
Precisamente, fuentes sindicales y de Trabajo confirmaron la existencia ayer por la tarde de una reunión tripartita -Gobierno, sindicatos y patronal- de la mesa de pensiones convocada por el secretario de Estado de la Seguridad Social, Gerardo Camps, que fue desconvocada pocas horas antes de su inicio por problemas de agenda de una de las partes.
La intención de los negociadores es intensificar los contactos ahora, a la vez que pretenden mantener estas reuniones en privado, porque de lo contrario opinan que se dificultarán los avances.