El grupo árabe planea capitalizar Aresbank sin contar con los españoles
Los accionistas árabes de Aresbank (Kuwait y Libia), que controlan el 61,3% del del banco, anunciaron ayer su intención de suscribir en solitario la ampliación de capital de Aresbank, pese a la oposición de los socios españoles. Consideran inaceptable la negativa de los accionistas españoles de "no autorizar la ampliación", y afirman que esta decisión "atentaría contra los legítimos intereses de la institución, restantes accionistas, clientes y personal de la entidad".
La crisis en la que se ve asumida Aresbank ha sufrido un nuevo revés que ha vuelto a enfrentar a los accionistas árabes con los españoles. A últimas horas de la tarde de ayer y por sorpresa,Kuwait Investment Company y Libyan Arab Foreign Bank, que controlan el 61,3% de Aresbank, remitieron un duro comunicado en el que afirmaban "su firme propósito de garantizar la continuidad de Aresbank procediendo a una ampliación de su capital en 7.000 millones de pesetas, necesaria para cumplir con las disposiciones legales aplicables a la banca".
Y añadía que respetan "el deseo de los actuales accionistas españoles de no ejercer su derecho de suscripción preferente, pero no aceptarán su negativa a autorizar la ampliación".
El pasado lunes Aresbank celebró consejo de administración en el que se analizó la propuesta de los accionistas árabes de ampliar el capital del banco en 7.000 millones, que se sumarían a los 5.500 millones aprobados el 3 de enero, y que cubrían únicamente la fianza que pesa sobre Aresbank.
Los accionistas españoles (BBVA, Banco Atlántico, SEPI y el BSCH) rechazaron en bloque esta ampliación y pidieron la liquidación ordenada del banco, al no contar con un plan de viabilidad. Esta postura es la misma que mantienen en la actualidad a pesar del comunicado de los accionistas árabes, según afirman los socios españoles, que se vieron ayer sorprendidos con este anuncio.
Los socios españoles recordaron que para que se apruebe la nueva inyección de fondos se necesitan los votos de los dos tercios de los accionistas, porcentaje que no alcanzan Kuwait y Libia. Esta es la razón por la que no se celebró la junta de accionistas del banco para aprobar esta ampliación el 15 de enero (se retrasó al 25 de enero) y "la razón por la que los accionistas árabes no pueden suscribir en solitario la ampliación", aseguran los socios españoles.
Pero el comunicado de Kuwait y Libia, que lleva el membrete de Aresbank, va más lejos. No sólo no aceptan la decisión del grupo español de no autorizar la ampliación de capital, sino que recuerdan que con su actitud podrían incurrir en "graves responsabilidades", al atentar "contra los legítimos intereses de la institución, de los restantes accionistas, de los clientes y del personal de la entidad".
Los socios árabes precisan, además, que "dicha postura resulta aún más injustificable si se tiene en cuenta que los accionistas españoles y Libyan Arab Foreign Bank firmaron un contrato el pasado mes de junio por el que acordaron vender a este último todas las acciones que poseen en Aresbank (el 34%)".
Los accionistas españoles han negado la existencia de este contrato, y mantienen que sólo existe un acuerdo cuya ejecución está condicionada a la autorización del Banco de España.
La autoridad supervisora ha intentado en las últimas semanas que los accionistas españoles acudieran a la ampliación de capital para evitar que el banco presentase quiebra técnica. Su pretensión era evitar la intervención del banco o que los accionistas árabes se hiciesen con el 100% de Aresbank.
Pero tras la ampliación de capital del pasado 3 de enero la situación es distinta, ya que ésta le permitió hacer frente a la fianza impuesta por el magistrado Antonio Ruiz, titular del Juzgado número 5 de Marbella, por un importe de 13.300 millones. De esta forma, Aresbank ha eliminado esta situación de quiebra técnica, por lo que se puede proceder a su liquidación ordenada, según señalan accionistas españoles.
Estas mismas fuentes afirman que el Banco de España desconocía las últimas intenciones de los árabes, lo mismo que ellos.
Tras este nuevo enfrentamiento, la pelota está en el tejado del Banco de España, cuyo gobernador, Jaime Caruana, tendrá que resolver en los próximos días si no quiere que esta situación se deteriore aún más.
Esta es la primera vez que Caruana tiene en sus manos la liquidación de un banco desde que tomó posesión de su cargo en julio pasado. Y también es la primera vez que la liquidación de un banco en España toma este cariz, en el que los Gobiernos de dos países Kuwait y Libia están dispuestos a enfrentarse a las principales entidades financieras españolas y la SEPI, que representa al Gobierno español.
Las intenciones de Libia por mantener Aresbank en activo son lógicas. Es la única entidad en la que tiene una representación significativa en Europa.
Otro frente también abierto aún es el judicial. El 19 de enero, Antonio Ruiz tendrá que decidir si la fianza depositada por Aresbank es suficiente para evitar su embargo. Aresbank "espera que la fijación definitiva de la indemnización del juez sea muy inferior a la garantía requerida y, por tanto, suponga la liberación de una gran parte de los 13.300 millones de pesetas de provisiones constituidas para cubrir este riesgo". Esta liquidación, según Aresbank, incrementaría "significativamente los recursos propios de la entidad"
La fianza parte de un embargo que realizó Aresbank en 1994 de una finca denominada Montaña Mágica, situada en Marbella y que fue considerada indebida.