El comité científico de la UE alerta del riesgo de la carne de añojo
La UE alertó ayer de nuevo sobre las consecuencias de no haber cumplido en su momento la prohibición de las harinas animales en la alimentación del ganado vacuno. Según el comité científico comunitario, el chuletón y toda la carne desgajada del espinazo de una res de más de 12 meses constituye material de riesgo en aquellos países donde existen sospechas de que no se respetó aquella prohibición, impuesta en 1994. El ministro Arias Cañete aseguró ayer que aún se carece de medios técnicos para combatir un mal del que no se conocen las verdaderas dimensiones. Para financiarlo, Montoro anuncia que el impuesto se aplicará a todas las carnes.
El veredicto del comité científico director de la Unión Europea conocido ayer es taxativo: "nadie debe consumir carne pegada al hueso de animales de más de 12 meses si no se puede demostrar fehacientemente que es casi imposible que el animal haya incubado la encefalopatía espongiforme bovina". El chuletón, que ya se prohibió en Gran Bretaña durante la primera crisis de las vacas locas, parece ahora amenazado en casi toda la Unión Europea, en lo que puede constituir un nuevo golpe a un sector ya dañado por una reducción del 27% en el consumo de ternera.
El comité considera aún más expuesto el consumo de los restos de carne adheridos a la espina dorsal o al cráneo de reses europeas cuya extracción se realice mediante procedimientos mecánicos. "Un gran número de personas podría estar expuesto a la infección de BSE por esta vía", alertó ayer el comité sobre un tipo de carne que se comercializa preferentemente para la elaboración de productos como las hamburguesas o las salchichas. "La gran distribución de ese tipo de carne procedente del ganado de países donde la presencia de EEB no es improbable, constituye otro factor de riesgo añadido", concluyen los quince científicos europeos que componen el comité.
Riesgo en toda la UE
El dramático diagnóstico de los científicos parte de la hipótesis, cada vez más confirmada, de que no se haya respetado en la UE la prohibición de utilizar los piensos de origen animal en la alimentación del ganado bovino (vacas), ovejas y cabras. La Comisión Europea deberá estudiar ahora este dictamen y proponer a los ministros de Agricultura las medidas que considere oportunas. Sin embargo, los ministros (cuyas próximas reuniones tendrán lugar en Bruselas el 29 y 30 de enero y el 19 y 20 de febrero), se han mostrado hasta ahora reacios a la adopción de medidas que disparen el coste económico de la crisis, que ya se cifra en más de 200.000 millones de pesetas (en indemnizaciones a los ganaderos, realización de test a las reses, intervención del mercado).
El comité científico advierte, no obstante, que "a la vista de la decepcionante experiencia sobre la eficacia de las prohibiciones [de piensos animales] sería recomendable que [las actuales] recomendaciones sean tomadas ahora en cuenta".
Los técnicos saben por qué se quejan. El comité publicó en julio de 2000 un informe sobre el riesgo de propagación de la enfermedad en la Unión Europea, en el cual sólo Austria, Finlandia y Suecia parecían exentas, hasta cierto punto, del peligro. Países como España, Alemania o Italia, donde poco después del informe comenzarían a descubrirse una horda de reses enfermas, prefirieron ignorar la señal de alerta. El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, incluso se permitió ningunear al comité y dudar en público de la fiabilidad de sus informes.
"Alemania y España quizá han sido demasiado optimistas sobre el riesgo de la EEB", se vengaba en un duro comunicado el comisario de Salud y Protección al Consumidor, David Byrne, tras conocerse en noviembre pasado los primeros casos en los dos países. Byrne recordó entonces que Madrid y Berlín "se opusieron firmemente a cualquier legislación comunitaria para reducir el riesgo de EEB".
Recomendaciones
El comité científico -entre cuyos miembros, por cierto, no figura ningún español- insiste en que se respete la moratoria de seis meses en la utilización de las harinas animales que entró en vigor el pasado 1 de enero. "Si no se cumple adecuadamente (...) el riesgo es probable que sea mucho más alto".
Los científicos recomiendan, en cualquier caso, que se someta a las grasas derivadas de materiales animales a un tratamiento de cocción a alta presión antes de utilizarlas en la alimentación del ganado, para reducir así el riesgo de transmisión de la encefalopatía.
La Comisión Europea propondrá "las medidas pertinentes", afirmó ayer el ejecutivo comunitario, aunque la portavoz de David Byrne prefirió no aventurar fecha para para una posible propuesta.
"Todo el vacuno vendido en
España es apto para el consumo"
Rajoy:
No pudo ser ayer más desacertada la intervención de Mariano Rajoy tras la primera reunión del Comité de Crisis para vigilar la EEB. El vicepresidente del Gobierno aseguró que todas las carnes que en la actualidad se venden en los mercados son aptas para el consumo. Una hora después, la Unión Europea alertaba sobre el consumo de carne de animales de más de 12 meses.
El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer que todas las medidas adoptadas por el Ejecutivo ante la crisis de las vacas locas han ido en la "buena dirección", y afirmó que todos los productos de vacuno actualmente a la venta pueden ser consumidos.
"Las medidas adoptadas por el Gobierno garantizan que todos aquellos productos relacionados con el sector del bovino que están ala venta pueden formar parte de la alimentación normal de los ciudadanos", declaró. Rajoy compareció en rueda de prensa para explicar lo tratado en la primera reunión del Comité Especial sobre las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EET), que está formado por los subsecretarios de Presidencia, Medio Ambiente, Sanidad y Agricultura, y los directores generales de Salud Pública y Ganadería y del que no forman parte los ministros de Agricultura y Sanidad, Miguel Arias Cañete y Celia Villalobos, respectivamente, ni el propio Rajoy.
"Lo que le preocupa al Gobierno en este momento no es hacer un análisis del pasado", señaló Rajoy, quien destacó que lo que importa al Ejecutivo es que las medidas que se adopten en el futuro vayan en las misma dirección que las acordadas hasta ahora. Rajoy reiteró que todas las medidas deben acordarse "de manera equilibrada y responsable".
Montoro anuncia un impuesto "sobre todo tipo de carne"
El Gobierno de José María Aznar creará "una figura tributaria" para afrontar el coste para las arcas públicas de la crisis de las vacas locas, según anunció ayer en Valencia el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. El nuevo impuesto recaerá "sobre la distribución de todo tipo de carne en España y no sólo del vacuno", según aclaró el ministro.
La nueva figura tributaria se aplicará a partir del segundo semestre del año, según adelantó ayer el ministro de Agricultura en el Congreso. Según el ministro de Hacienda, este tributo "servirá para racionalizar el mercado de la carne en España".
Añadió que el Gobierno trasladará la gestión del nuevo impuesto a las comunidades autónomas, puesto que son éstas las que tienen la competencia sobre la distribución de carne y los mataderos.
España seguiría así los pasos de Francia, que ha sido el primer país europeo en anunciar un impuesto específico para financiar los costes derivados del mal de las vacas locas. Estos costes comprenden de análisis del ganado vacuno, la retirada de los materiales específicos de riesgo y la retirada e incineración de los cadáveres de las vacas. Sólo esta última medida costará en España 22.000 millones de pesetas.
Según el acuerdo estatal firmado recientemente, las Administraciones asumen dos terceras partes del coste de la retirada e incineración de los animales, mientras los ganaderos pagarán el tercio restante.
Sin embargo, la Generalitat Valenciana anunció ayer que, de momento, asumirá íntegramente los gastos de los análisis, de la recogida e incineración de los cadáveres de los animales y del traslado de los materiales específicos de riesgo.