Aparicio se reúne esta semana con los agentes sociales para cerrar un acuerdo
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, se reunirá entre hoy y mañana con los máximos dirigentes sindicales, José María Fidalgo (CCOO) y Cándido Méndez (UGT), por un lado, y con el presidente de la patronal, José María Cuevas, por otro, para tratar de cerrar un acuerdo en materia de reforma laboral. La mesa de la reforma de las pensiones mantendrá también hoy un encuentro tripartito.
Las últimas crisis de las vacas locas y del síndrome de los Balcanes han hecho al Gobierno ver las orejas al lobo en el frente abierto del diálogo social. Por este motivo, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, admitió ayer que su Departamento ha decidido intervenir de forma oficial en las negociaciones de la reforma laboral -que hasta la fecha estaban llevando a cabo empresarios y sindicatos de forma autónoma-, para tratar de cerrar un acuerdo en materia del mercado de trabajo.
Para ello, Aparicio tiene previsto entre hoy y mañana reunirse con los máximos líderes de los agentes sociales, con el fin de cerrar algún tipo de pacto.
Este acuerdo deberá incluir obligatoriamente para que sea aceptado por los sindicatos, el establecimiento de límites en el encadenamiento de contratos temporales (y no en número de contratos sino en función de su duración); la elevación de las cotizaciones sociales de los contratos temporales en más de cinco puntos como mínimo, para que pueda compensarse con una supuesta rebaja de cotizaciones sociales, nunca superior a un punto y establecer un plan de actuación que acabe con los abusos de las subcontratas.
A cambio, los sindicatos estarían dispuestos a ampliar los supuestos en los que se pueda utilizar el contrato indefinido con 33 días de indemnización por despido y a reformar los términos de la jornada del contrato a tiempo parcial.
Fuentes sindicales manifestaron ayer que los términos del supuesto acuerdo que está a punto de cerrarse han sido interesadamente dados a conocer por el Gobierno con la intención de presionar a los agentes sociales, por miedo a una ruptura del diálogo social.
Estas mismas fuentes admitieron que ha habido un cambio de talante en la patronal, que ahora está más dispuesta a negociar, tras un llamamiento del Gobierno, motivado por el temor mencionado a un nuevo conflicto social.
Jubilación anticipada
La otra pata del diálogo social es la reforma de las pensiones, que en estos momentos parece haber pasado a un segundo término.
No obstante, la mesa de protección social mantendrá hoy por la tarde un nuevo encuentro tripartito -Gobierno, patronal y sindicatos- en el que intentarán cerrar los tres principales temas abiertos:la separación de fuentes; la dotación definitiva del fondo de reserva y la reforma de las jubilaciones anticipadas. En este último punto el acuerdo podría ampliar los supuestos para acceder a la jubilación a los 60 años, sin llegar a generalizarla como quieren los sindicatos.
Malestar en el Ministerio de Trabajo
La intervención del vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, en los últimos momentos de la negociación de la reforma laboral, no ha sentado bien en las filas del Ministerio de Trabajo, desde donde se ha estado llevado la negociación a modo de arbitro entre sindicatos y empresarios.
De hecho, el titular del Departamento, Juan Carlos Aparicio, siempre ha manifestado públicamente estar al margen del diálogo hasta la fecha que ya ha reconocido que intervendrá.
Pese a todo, Aparicio declaró ayer que "es muy importante la coordinación interna dentro del Gobierno, porque hay decisiones laborales que tienen trascendencia económica"; y añadió que Trabajo "está actuando en perfecta coordinación con Economía y, naturalmente, con el vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, que es la primera instancia directa a la que debemos obedecer, en un sentido amable del término".