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ESTRATEGIA DE LAS EMPRESAS

El 43% de las grandes sociedades españolas tiene un código ético

La necesidad de unos valores éticos es algo que cada vez preocupa más a los empresarios. Según un estudio del IESE, un código de conducta añade valor a la compañía.

El 43% de las grandes compañías españolas dispone de un código de conducta empresarial. Este dato llega hasta el 65% en el resto de las empresas del mundo, según un estudio elaborado por el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE) y en el que han participado 500 grandes compañías.

En el informe, según explicó el pasado viernes el profesor y director del departamento de æpermil;tica del IESE, Domènec Melé, se advierte un creciente interés por la implantación de documentos formales que contienen aspectos éticos. En este sentido, un 71% de las empresas posee algún documento de este tipo, bien como declaración institucional de valores o credos corporativos y códigos de conducta. Para las compañías españolas este porcentaje alcanza el 62%. Según Melé, tan sólo el 40% de las empresas que dispone de un código de valores éticos lo cumple. "Cuando les cuesta dinero y cuando montan cursos de formación sobre estas cuestiones se cumplen", señaló Melé.

Y añadió que existen compañías que han visto en los códigos de conducta empresarial una herramienta de gestión. "Sin ética no hay confianza ni hay cooperación". El profesor del IESE vaticina que esta tendencia hacia los manuales éticos irá a más. "Las compañías pretenden poner mayor énfasis en la calidad y esto significa ofrecer un buen servicio, y eso depende del personal. Es ahí donde entra en juego la ética", matizó.

En cuanto a sectores, son la banca, gran consumo, servicios, telecomunicaciones e informática aquellos en los que se detecta una mayor implantación de de tales documentos. Pero también las compañías que no disponen de estos códigos de conducta, asegura el citado estudio, muestran interés por los valores éticos, como la ejemplaridad de los directivos, la consideración de la calidad ética de las personas en los procesos de selección y promoción de personal.

El principal motivo que aducen las compañías para tener un documento formal es "difundir la filosofía y construir la identidad corporativa". Otra razón que alegan, explicó Melé, es la necesidad de presentar, aunque luego muy pocas lo formalizan, un compromiso público de la empresa, así como recordar a los empleados sus obligaciones y promover el desarrollo de los trabajadores.

Uno de los errores, a juicio de otro de los autores del libro, el profesor de Economía y ética del IESE, Antonio Argandoña, es que el 80% de los documentos formales de ética empresarial ha sido realizado en el 80% de los casos por los altos directivos.

Tan sólo un 5,3% de los documentos ha sido elaborado mediante consenso entre la plantilla. Los expertos independientes han colaborado en un 21,3% de los casos.

"Los valores éticos tienen que impregnar a toda la organización". También señaló que las empresas nacidas al amparo de la nueva economía están necesitadas de un código de orientación para sus trabajadores, ya que tienen problemas éticos diferentes a los de las compañías tradicionales.

En este sentido, Argandoña señaló que el principal problema de las compañías y de los portales de Internet es la juventud de las plantillas de trabajadores.

"La mayoría es gente joven que no ha trabajado anteriormente en otras compañías y que no ha podido aprender que hay que decir la verdad, que no se puede robar información. La ética de base no se aprende, pero la práctica hace mucho".

 

Aenor dará un certificado específico a las compañías

La ola de moral pública que surgió a raíz del escándalo Watergate en EE UU se ha ido imponiendo, poco a poco, y se ha plasmado en la necesidad de disponer de códigos de conducta ética dentro de las empresas. Pero ha sido en la última década en la que este fenómeno ha aumentado. Prueba de ello es que la empresa de certificación Aenor prepara un manual de reglas éticas para las empresas.

"Se trata de recomendaciones que los empresarios deberán cumplir a la hora de hacer contrataciones, formación, relación con los clientes o con el medio ambiente", explicó el profesor del IESE Antonio Argandoña.

Una vez que se publique este índice de actuaciones, las compañías podrán solicitar a Aenor un certificado en el que se especifique que se cumple la normativa. "Hoy día hay que tener en cuenta temas que preocupan a la sociedad como la discriminación, la justicia, la equidad, el medio ambiente", señaló Domènec Melé.

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