Saint Gobain asigna el desarrollo en Iberoamérica a la filial española
Saint Gobain ha concentrado en la filial española el diseño del plan de crecimiento en los mercados de América Latina. La empresa planea instalar una factoría de vidrio plano en Colombia.
L a multinacional francesa Saint Gobain ha concentrado en la filial española la estrategia de crecimiento en América Latina de la división de vidrio plano para los sectores de la construcción y el automóvil. La compañía entrará en Colombia para aprovechar las posibilidades de negocio por el auge de la construcción de viviendas.
La empresa, que también quiere potenciar su presencia en Argentina, pretende reproducir en Colombia el mismo plan generado en Brasil y México. En este último país levantó hace cinco años una factoría similar a la que mantiene en l'Arboç (Tarragona), donde acaba de invertir 5.500 millones de pesetas en la instalación de un horno con una capacidad para 500 toneladas diarias. La inversión ha servido para desarrollar una nueva gama de vidrios tintados para el automóvil, que suministrará a toda Europa.
Norte de África
Además de Suramérica, Saint Gobain quiere crecer en el norte de África. El director general de la división de Saint Gobain Cristalería, Jesús Nebot, destacó que "en El Magreb ya hay algún socio para desarrollar proyectos en el campo del automóvil, principalmente en el mercado de reposición. Pero esta iniciativa es más a largo plazo".
En el mercado español, Saint Gobain cuenta con una cuota del 50% en el segmento de automoción, mientras que en construcción mantiene un 35% del mercado, "aunque somos líderes", argumentó Jesús Nebot. Según el directivo, los constructores de automóviles han valorado la capacidad de innovación de la empresa.
los mercados de a descartó una recesión
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Las dos compañías juntas formarán un gigante con 42 millones de clientes en todo el mundo y cotizarán en Londres y Francfort, pero hasta llegar a este punto el camino es complejo. Mannesmann ha dejado claro que no le gusta la oferta de Vodafone AirTouch y varios de los inversores institucionales de la compañía alemana opinan que el precio ofrecido es bajo. Y esto, a pesar de que la operadora británica y estadounidense paga 131 millones de euros (21,8 billones de pesetas) por Mannesmann, en una oferta en acciones y asunción de deuda. Vodafone intercambia 53,7 títulos por cada uno de la alemana, o 232 euros por acción de la compañía con el PER (relación entre precio y beneficios) más alto de todas las empresas que cotizan en el Euro Stoxx 50. De hecho. Vodafone no quiere dejar escapar a Mannesmann. La compañía industrial y de telecomunicaciones ha conseguido hacerse grande en dos de los tres principales mercados europeos del móvil (Alemania e Italia). Con su acuerdo para comprar Orange entraría en el tercero (Reino Unido), pero pondría en peligro la colaboración que mantiene con Vodafone en algunos países, ya que ésta y Orange son competidoras directas. Fue, precisamente, la compra de Orange por Mannesmann la que ha desencadenado esta operación.
Vodafone AirTouch intentó hacer amistosa la oferta, pero la negativa de la compañía alemana fue tajante. Ahora, la oferta se ha elevado (un 20% sobre la que fue rechazada el domingo día 14) y un escueto comunicado ha sido la respuesta. Tras más de seis horas de reunión, el consejo de administración de Mannesmann aseguró que ha encargado a su presidente, Klaus Esser, que "estudie" la oferta. A pesar de ello, Esser ya ha pedido a los accionistas que rechacen la oferta. Las conclusiones del "estudio" serán presentadas ante la junta general en la reunión del 28 de noviembre. Otras fuentes, sin embargo, y en concreto el comité de empresa aseguraban el viernes que la oferta había sido rechazada. La razón es que, según sus responsables, las dos empresas tienen estrategias diferentes y funcionan mejor como socios independientes.
Ladillo
Vodafone AirTouch tiene mucho que ganar si consigue su propósito y expande sus dominios europeos desde Suecia a Grecia. Esta compañía es líder mundial, pero por ahora no destaca en ningún país en concreto. También puede perder, ya que una OPA fallida pondría fin a la relación entre Vodafone y Mannesmann en sus joint-ventures en Alemania, Italia y Francia.
En su intento por rechazar la OPA, Mannesmann cuenta con el apoyo de alguno de los inversores institucionales, que consideran que el precio ofrecido infravalora a la compañía. Aún así, Vodafone confía en poder hacerse con el 50,1% del capital y, para evitar problemas con los sindicatos, ha asegurado que no reducirá empleos.