El petróleo sube a casi 26 dólares tras anunciar Arabia Saudí el recorte de la producción
El precio del barril de petróleo continuó ayer su escalada de los últimos días tras la confirmación por parte de Arabia Saudí de que la OPEP procederá a un fuerte recorte de la producción en la reunión que mantendrá la próxima semana. En su caso, la rebaja puede ascender hasta el 20%.
Los Países Exportadores del Petróleo aprobarán el próximo día 17 en Viena un fuerte recorte de la producción, que según distintos países de la organización oscilará entre los 1,5 millones y los 2 millones de barriles diarios.
Arabia Saudí, el principal socio de la OPEP, anticipó ayer a sus principales clientes en Estados Unidos, Europa y Asia que la reducción podría llegar, en su caso, hasta el 20% de la producción, es decir, de más de medio millón de barriles al día. La decisión tendrá efectos sobre los suministros de febrero.
El anuncio saudí tuvo una repercusión inmediata sobre la cotización del crudo e intensificó el aumento experimentado en los últimos días por el precio del barril brent, que ayer llegó a rozar los 26 dólares (25,9).
En octubre del pasado año, cuando el barril cotizaba en torno a los 32 dólares, los países de la OPEP cedieron a las presiones de las principales economías y acordaron un aumento de la producción de 800.000 barriles diarios para atajar la demanda de petróleo. En estos momentos, un recorte tan fuerte como el que anticipan los principales productores, introduciría tensiones inflacionistas que harían peligrar el ya de por sí débil crecimiento.
De lo que no cabe duda es que la reunión de la próxima semana tiene fuertes repercusiones para la economía mundial. Tantas que el secretario de Energía de Estados Unidos, Bill Richardson, inició ayer una ronda urgente de reuniones con los principales miembros de la OPEP para intentar que la organización apruebe finalmente un recorte más moderado de la producción.
Richardson se entrevistará con los responsables de la política petrolera de Arabia Saudí, Kuwait, Venezuela, Argelia, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos. Además, el secretario de Energía se reunirá también con representantes de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) para recabar su apoyo a la postura estadounidense.
Los argumentos que defenderá Richardson coinciden con la futura política energética del presidente electo George Bush. A finales de diciembre pasado, Bush señaló su intención de ejercer presión sobre los productores para que no decidan recortes adicionales de la producción. Su temor pasa por la posibilidad de que una decisión de este tipo conduzca a una crisis energética, en medio de una desaceleración económica como la que atraviesa en estos momentos Estados Unidos.