Economía ratifica su previsión de que el IPC descenderá en primavera
El vicepresidente económico, Rodrigo Rato, reconoció ayer que el año 2000 "no ha sido satisfactorio" en la lucha contra la inflación y confió en que los precios desciendan a partir de la próxima primavera, una vez que repercuta sobre ellos las últimas bajadas de las materias primas energéticas
Al Gobierno no le quedó ayer más que aguantar el chaparrón de las críticas vertidas por la oposición política, sindicatos y empresarios debido a la evolución de la inflación. El año 1999 ya fue un mal ejercicio, que se cerró con el IPC en el 2,9%, frente al 1,5% de enero. Entonces, el Gobierno aseguró que en la primavera de 2000 la tendencia se invertiría.
Sin embargo, un año más tarde, la inflación no sólo no ha bajado sino que se ha instalado en el 4%. Ayer, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, reconoció que el cierre de 2000 no ha sido "satisfactorio", y auguró, de cara a 2001, al igual que el pasado ejercicio, que la inflación va a ir convergiendo con la de los principales economías europeas, a partir de la primavera.
"El Gobierno entiende perfectamente las críticas derivadas del incremento de los precios, aunque en parte se deba a situaciones coyunturales", comentó, refiriéndose al encarecimiento del petróleo en los mercados mundiales, producido en los últimos meses. A su juicio, esta situación se corregirá en los próximos meses, dado que los efectos del petróleo "son poco perdurables en el tiempo", a menos que se instalen en el crecimiento estructural de la economía.En este sentido, indicó que es imprescindible que estas subidas "coyunturales" no se trasladen a márgenes empresariales y salarios, para evitar "efectos perniciosos" en la economía. El secretario de Estado de Economía, José Folgado, también abundó en ello. Folgado aseguró que la desaceleración de los precios a partir de abril será "intensa" fruto de la progresiva apreciación del euro, la dilución del "efecto de las vacas locas" sobre el precio de la carne de cerdo y de pollo, y la desaceleración de la demanda interna, que restará presiones inflacionistas por el lado del consumo.
Esta visión no es compartida por la oposición política. Salvador Jové, de IU, entiende que el aumento precios ha supuesto para muchos asalariados la pérdida de poder adquisitivo, algo que rechaza Folgado, para quien hay que "incluir en las cuentas" la rebaja fiscal del IRPF que ha beneficiado a los trabajadores.
En la misma línea que Jové, el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Jesús Caldera, reclamó al Gobierno medidas para compensar la pérdida de poder adquisitivo. Los sindicatos CC OO, UGT y USO pidieron ayer al Rato que rectifique su política económica si no quiere ver truncada la moderación salarial. La patronal CEOE, más optimista, confió en que el leve descenso del IPC cosechado en diciembre en tasa interanual, signifique un cambio de tendencia para meses posteriores.
El diferencial con la UE, por encima del punto
El INE dio a conocer también ayer el IPC armonizado español, que se utiliza para comparar precios con el entorno comunitario. La tasa armonizada española descendió un décima en diciembre y acabó el año 2000 en el 4%, al igual que el IPC general.
El IPC armonizado de la media de la Unión Europea será publicado en los próximos días, una vez que se difunda la inflación en todos los países miembros. El Ministerio de Economía confía en que el diferencial de precios con la UE no varíe sensiblemente respecto al último dato conocido, el de noviembre, mes en el que España mantenía una desviación de 1,5 puntos.
El BCE ve riesgos de inyación en los salarios y la bajada de impuestos
Asegura que la presión monetaria y cambiaria se diluye
El Banco Central Europeo (BCE) asegura que las tensiones inflacionistas ocasionadas por la fuerte actividad económica, la subida de los precios del petróleo, la depreciación del euro y el avance de la masa monetaria están cediendo notablemente, aunque "es preciso mantener una postura prudente". de hecho, asegura que "los mercados de bonos prevén que continúe el intenso crecimiento económico en la zona euro, y de que la inflación se ajuste en su comportamiento a la definición de estabilidad de precios a medio plazo adoptada por el BCE".
Pero asegura en su último boletín económico que "a medio plazo siguen existiendo riesgos al alza para la estabilidad de precios que justifican un seguimiento atento". Estos riesgos a los que se refiere la autoridad monetaria europea son los salarios y la evolución presupuestaria de los países, especialmente por las rebajas de los impuestos aprobadas en los últimos meses y las anunciadas para los próximos.
Advierte que el crecimiento económico será más sólido si los agentes sociales dan crédito a la firme intención del BCE "de mantener la estabilidad de precios en el medio plazo", y recuerda que la propia reducción de la inflación en los próximos mese puede ayudar a la moderación salarial en la negociación colectiva.
El segundo factor de riesgo para la inflación son "las reformas impositivas que se están llevando a cabo en varios países, y la consiguiente reducción de la presión tributaria, si no va acompañada de una disminución estructural del gasto para evitar presiones inflacionistas y no poner en peligro los avances conseguidos en materia de saneamiento presupuestario".
El BCE, por último, recomienda reformas estructurales en todos los mercados, especialmente en el laboral, para conseguir una consolidación del crecimiento de la economía no inflacionista.