Competencia añade condiciones a la fusión de Endesa e Iberdrola
El Tribunal de Defensa de la Competencia admitirá con fuertes condiciones la fusión de Endesa e Iberdrola, según el informe que envía hoy al Gobierno, para el que no es vinculante. El organismo que preside Gonzalo Solana, según medios consultados, ha optado por no vetar la transacción (con tres votos en contra), dejando al Gobierno y, posteriormente, a los consejos de administración la decisión sobre la idoneidad de la integración.
Las dimensiones de la empresa resultante de la fusión, si el Ejecutivo sigue las recomendaciones del citado organismo, serán menores que las propuestas por los equipos directivos de Endesa e Iberdrola, especialmente en distribución en donde no podrá tener el 50% del mercado. Medios próximos a la operación señalan que los requisitos van a ser asumidos por las compañías, que prevén seguir adelante con su estrategia.
Las quejas sobre la falta de información por parte de algunos y las divergencias entre los diversos componentes del tribunal se han saldado a favor de los que admitían la transacción, y el presidente parece que no ha tenido que hacer uso de su voto de calidad. El contenido del dossier quedó prácticamente cerrado el lunes y ayer en el pleno se ultimaba la redacción. También está previsto que hoy se comunique a las partes implicadas la actuación del tribunal.
Las cláusulas del informe son más duras que las fijadas por la CNE, aunque el Gobierno tendrá la última palabra en la posible obligatoriedad de cesión de ocho millones de clientes. A favor de la fusión está jugando la alternativa: la vuelta a la situación actual (en el mercado español no han entrado de hecho nuevos agentes) y la vulnerabilidad de la eléctrica vasca a una OPA. Sin embargo, y pese al apoyo político con el que ha contado la fusión, todos los analistas coinciden en indicar que ésta atraviesa la etapa más problemática y complicada .
Que haya sido cuestionado como el primer factor determinante de la competencia el número de operadores ha sido uno de los aspectos más negativos. Parte del tribunal ha considerado que, si bien es positiva una mayor cantidad de agentes, el tamaño del líder es más influyente para la fijación de los precios en el pool de generación. Los mismos medios manifiestan que Endesa-Iberdrola no podrá tener el control de algunos mercados, como el caso de Andalucía, País Vasco y Andalucía, y que en ellos no deberá superar el 50%. Y el Gobierno no admitirá que las desinversiones se realicen a través de intercambio de activos.
La opinión del PSOE
El portavoz de Economía del grupo socialista del Congreso, Jordi Sevilla, considera que el problema reside en la posterior falta de capacidad del Gobierno para controlar el cumplimiento de las condiciones que se impongan a la fusión, más que en los límites que apruebe. En esta línea, estima necesario que éstos vayan acompañados de una revisión de las reglas en el sector.
Y también destaca que en una situación similar se encuentra la CNE, organismo que ha manifestado que volverá a pronunciarse sobre la transacción y las desinversiones. Sevilla valora, asimismo, que la cuestión central para la competencia es el tamaño de los líderes y la verticalidad que permite obstaculizar la entrada de nuevos operadores.
Al acecho de la eléctrica vasca
La Bolsa ya está descontando una eventual ruptura en el proceso de fusión entre Endesa e Iberdrola como consecuencia de las restricciones que pueda imponer el Tribunal de Defensa de la Competencia y del propio Ejecutivo.
Fuentes del sector aseguran que una quiebra en la integración colocaría, fundamentalmente, a Iberdrola en una situación complicada que elevaría su vulnerabilidad ante posibles ofertas públicas de adquisición de acciones. La lista de posibles compradores no está cerrada pero sí definida. Empresas como las francesas TotalFina y EdF, la española Gas Natural y la alemana RWE como aspirantes a participar en la estrategia de compra de Iberdrola.
Estas compañías estarían esperando a que se produjese la ruptura para tomar posiciones en el grupo. Pero no sólo estas entidades están vigilantes sobre la marcha de un proceso que ha provocado fuertes enfrentamientos entre Endesa-Iberdrola, Unión Fenosa y Repsol. Los cuatro bufetes de abogados que intentan aglutinar intereses entre los accionistas de Iberdrola para paralizar la fusión, esperan la decisión que adopten los consejos sobre la marcha de la integración para buscar el apoyo de los fondos americanos partícipes en la eléctrica vasca.
Dos modelos en Europa para un negocio en vías de liberalización
F. S. Madrid
Europa no es un continente unido en lo que a modelos de organización del mercado eléctrico se refiere. Básicamente conviven dos esquemas de distribución. Esta parte del negocio supone, de acuerdo con la opinión de reconocidos analistas, uno de los nudos gordianos del sector eléctrico, y es donde las compañías ofrecen más resistencias a llevar a cabo concesiones.
Se basa en la propiedad de la red de baja tensión que llega a los hogares. Algo así como la última milla o el bucle local del negocio de las telecomunicaciones pero trasladado a lo que es el sector eléctrico.
Su control asegura prácticamente ingresos de por vida, ya que en caso de liberalización -en España no llegará hasta el 2003 para el mercado doméstico- la propiedad final de esta red ofrece la capacidad de alquilarla a otros operadores interesados, para quienes el costo de construir su propia infraestructura resulta inasumible en lo que se refiere a la rentabilidad.
De acuerdo con los expertos consultados, en los países del norte se puede hablar de competencia real en el segmento de distribución minorista como consecuencia de la convivencia de varios operadores.
Reino Unido
En el Reino Unido hay 13, que por ley no pueden entrar en los negocios de generación y comercialización. En Noruega hay unos 60 y en Alemania compiten alrededor de 500 operadores. En estos últimos países no existe limitación legal para operar en otros segmentos del negocio eléctrico; sin embargo, de facto nunca lo han hecho y tampoco se han planteado la necesidad de hacerlo.
Este mercado en competencia y más eficaz, contrasta con la realidad de países mas meridionales como España, Francia e Italia. En estos dos últimos la competencia es prácticamente inexistente; un solo operador controla los tres negocios.
En España se lo reparten cuatro empresas (Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa e Hidrocantábrico), operadoras que mantienen prácticamente la totalidad de la generación y comercialización y el 100% de la distribución.
Endesa e Iberdrola controlan en la actualidad el 41% y el 39% de este negocio respectivamente y su propuesta de desinversión alcanza un 16% del mercado, lo que les daría una cuota resultante del 64%.