Wall Street celebra el golpe de timón de Greenspan con subidas en vertical
El recorte de medio punto practicado por la Reserva Federal provocó la euforia en Wall Street. No es para menos, pues con la actuación de ayer Greenspan deja clara su postura. No está dispuesto a que el deterioro de los mercados ponga a Estados Unidos en peligro de recesión.
Comenzaba a barruntarse en el mercado la necesidad de una actuación contundente de la Reserva Federal para terminar con el desesperante goteo bajista. Y llegó. Ni siquiera esperó Greenspan a que el Nasdaq tocase suelo, ni a que llegase Bush a la Casa Blanca. El deterioro de todo el sistema financiero, desde la caída del dólar hasta el credit crunch obligaba a tomar cartas en el asunto para evitar la recesión.
Las Bolsas reaccionaron como no podría ser de otra manera ante una actuación tan evidente del presidente de la Reserva Federal. Porque, si bajó los tipos ayer, es porque le importa más la Bolsa y la psicología que otra cosa. Si el problema sólo fuese de dinamismo, habría esperado al día 30. Y el movimiento quiere decir, por encima de todo, que él no quiere más purga. Al menos, por el momento.
En apenas unos minutos, el Nasdaq pasó de una sesión insípida a marcar el mayor ascenso de su historia. Inicialmente subió el 11,5%, y al final cerró un 14,17% al alza. El Dow Jones, más sobrio, escaló 300 puntos nada más recibir el regalo de Reyes.
En el mercado de renta fija, el bono americano a 10 años pasó de cotizar en el 4,92% a hacerlo en el 5,14%. Y el euro valía 0,95 dólares según el cambio oficial del BCE, pero tras hablar Greenspan quedaba en 0,93.
El poso que deja la actuación de Greenspan en el mercado es, a bote pronto, muy positivo. Al no haber dejado tiempo a anticipar su actuación, el impacto está garantizado. Ahora es necesario que el mercado recoja en sus expectativas una mejora del escenario para que el aterrizaje de la economía sea suave.
Este es indivisible de la recuperación de la Bolsa porque ambos dependen sobre todo de la psicología. Así, si el dólar controla su caída, la banca abre la mano en el mercado de crédito y la inversión levanta cabeza, la Bolsa deberá haber experimentado un rebote alcista digno de tal nombre.
Históricamente, todas las crisis tienen su periodo de recuperación. Y la situación actual de los mercado no es, a priori, tan dramática como para pasar por alto una bajada de tipos inesperada y de medio punto. Greenspan ha encendido la mecha de la recuperación de la confianza y la subida de las Bolsas.
Un movimiento calcado
de la crisis de 1998
El movimiento de la Reserva Federal de ayer acentúa la similitud entre las crisis de 1998 y la de 2000. Hace dos años la falta de confianza en los mercados emergentes provocó una crisis financiera global que tumbó un 35% el Ibex. El año pasado la caída fue del 31%.
En ambos casos se había entrado en una inercia bajista, donde todas las noticias se tomaban por lo peor y nada parecía devolver el pulso al mercado. La pérdida de confianza en la economía y en sistema financiero amenazaba con degenerar en una recesión.Entonces, el 15 de octubre, Alan Greenspan sorprendió al mercado con una bajada de tipos del 0,25%.
Con ello apuntaló el rebote alcista e inspiró al mercado la confianza que éste tanto necesitaba. Intentó, como ahora, cambiar el sentimiento de mercado y lo consiguió. Posteriormente se experimentó una recuperación del 49% en la Bolsa española.