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Jesmar suspende pagos y anuncia el despido del 80% de la plantilla

La empresa juguetera alicantina Jesmar se declaró el pasado sábado, 30 de diciembre, en suspensión de pagos en un juzgado de Villena (Alicante), aunque el hecho no fue comunicado a los trabajadores hasta la tarde del martes, por medio de dos abogados. Jesmar, especializada en la fabricación de muñecas, es una de las empresas más conocidas del mercado y de las más anunciadas en televisión durante las Navidades.

La dirección de la empresa y sus representantes legales, el bufete Cuatrecasas, rehusaron ayer dar detalles del expediente presentado, por lo que la única información existente es la que proporcionaron los trabajadores presentes en la asamblea.

Según fuentes sindicales, los abogados de Jesmar comunicaron que la viabilidad de la empresa pasa por el despido de 90 de los 110 trabajadores fijos, aunque la información sobre este posible expediente la recibirán hoy en la reunión que celebrarán con la dirección.

El pasado viernes, día 29, finalizaron su contrato temporal alrededor de 160 trabajadores en la fábrica, situada en la localidad alicantina de Biar.

En cuanto al pasivo de Jesmar, que no se dio a conocer, éste suele situarse a final de año en una cifra algo superior a la facturación anual de la empresa, ya que la mayoría de los clientes pagan los juguetes de Navidad a un plazo de 60 o 90 días y la empresa se ve obligada a solicitar financiación bancaria en forma de descuentos.

A finales de 1999, último dato disponible, la deuda bancaria a corto plazo era de 2.586 millones de pesetas, a la que hay que sumar 649 millones de deuda a proveedores. En esta situación de riesgo, un mal ejercicio o varios consecutivos -Jesmar no crece en ventas ni beneficios desde hace un lustro- pueden derivar en la denegación de financiación bancaria y la consiguiente suspensión de pagos.

Mala gestión

Fuentes sindicales acusaron ayer a los propietarios de la empresa, cinco hermanos apellidados Juan Pérez, de haber permitido que Jesmar se hundiese. Según estas fuentes, el comité de empresa había advertido del caos organizativo que sufría la compañía, con descoordinación entre los departamentos de fabricación, comercial y de distribución, lo que provocó que ya en 1999 buena parte de la producción no llegara a las tiendas.

La situación había empeorado en el año 2000, según estas fuentes, hasta el punto de que la campaña de Navidad, que obliga a contratar en Jesmar hasta 250 trabajadores eventuales, no se inició en mayo, como es habitual en esta empresa y en todo el sector juguetero, sino en septiembre.

Fuentes del sector apuntaban como posibles causas adicionales de la crisis de Jesmar el hecho de que la empresa no haya renovado sus instalaciones ni su catálogo. Jesmar fabrica casi en exclusiva muñecas y accesorios, al contrario que otras compañías de muñecas como Famosa, que en los últimos años ha realizado fuertes inversiones para producir otro tipo de juguetes.

La suspensión de pagos de Jesmar sentó muy mal en la industria del juguete, que se había mostrado optimista ante las ventas navideñas. Tanto en medios empresariales como sindicales, se ve el despido de la mayoría de la plantilla como el inicio de una estrategia de subcontratación de la producción, como hacen muchas de las grandes firmas de calzado.

Según manifestaron los abogados de Jesmar a los trabajadores, la empresa está dispuesta a continuar en el mercado y a acudir a ferias comerciales. La viabilidad de la compañía alicantina no parece estar en peligro, puesto que sus activos a finales de 1999 ascendían a cerca de 5.000 millones. Jesmar fabrica, además de en Biar, en México, Brasil, Chile y Estados Unidos. æpermil;l 50% de su producción se vende fuera de España y posee una comercializadora en Estados Unidos y otra en Italia.

La dirección de la empresa se reunirá hoy con el comité para explicarles la suspensión de pagos y el expediente de regulación de empleo, al que los representantes sindicales se opondrán.

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