EE UU baja medio punto el precio del dinero para impulsar la economía
La alarma de las autoridades monetarias de Estados Unidos ante los últimos signos de desaceleración económica quedó patente ayer al bajar la Reserva Federal sus dos tipos de referencia. En un anuncio inesperado, el banco central restó medio punto del tipo de los fondos federales, que queda en el 6%, y un cuarto del tipo de descuento.
Es el primer recorte de los tipos de interés directores en EE UU desde la crisis de liquidez del otoño de 1998, y el primero de medio punto desde mediados de 1992. La autoridad monetaria norteamericana achacó su decisión a la "creciente debilidad" de la economía real en EE UU, "tanto la producción como las ventas".
El anuncio inesperado de la rebaja en la mañana de ayer cogió por sorpresa tanto a mercados como analistas. Casi nadie esperaba que la Reserva Federal actuase hasta su reunión el próximo 30 de enero. "Me he quedado de piedra", dijo Brian Robinson, director de renta fija de 4Cast Incorporated en declaraciones a Reuters. "Da la sensación de que cunde el pánico en la Fed". Muchos en Wall Street vaticinan otro recorte en dicha reunión y el mercado secundario ya descuenta tipos a corto tan bajos como el 5%. El índice Dow Jones subió un 3% ayer y el volátil Nasdaq se disparó un 11%.
La Fed optó por bajar su principal tipo de referencia, el interbancario a un día -conocido como fondos federales-, del 6,5% al 6%, y decidió restar un cuarto de punto al tipo de descuento, dejando constancia en su comunicado de que está dispuesta a realizar una bajada de otro cuarto de punto si resulta necesario.
La coyuntura actual es motivo de preocupación, según informó el banco central, "en el contexto de unos niveles más bajos de confianza del consumidor, condiciones de escasa liquidez en algunos segmentos de los mercados financieros y los precios elevados de la energía que han mermado el poder adquisitivo de familias y empresas". Es más, añadió, no hay peligro de un recalentamiento, ya que "las presiones inflacionistas siguen bajo control" y "no existen pruebas para pensar que los avances tecnológicos y los correspondientes avances de la productividad estén esfumándose", subraya.
El crecimiento del PIB en EE UU cayó de una tasa anual del 5,6% en el segundo trimestre de 2000 al 2,2% en el tercero y muchos analistas vaticinan otra desaceleración en el último. Por su parte, la rentabilidad negativa de la Bolsa el año pasado y la caída libre de los valores tecnológicos han tenido dos efectos nefastos, ambos recogidos en el comunicado de la Fed. Por un lado el índice de confianza del consumidor cayó el mes pasado al nivel mínimo de los dos últimos años. Por otro, un aumento disparado de la percepción de riesgo en los mercados de OPV y de bonos de alto rendimiento ha provocado graves problemas para las empresas de Internet, informática y de telecomunicaciones, las más innovadoras de la gran expansión de los años noventa.
La Fed considera que esta crisis tecnológica, más que generar inflación, tendrá un efecto depresivo sobre la actividad económica. Sin embargo, algunos economistas advierten sobre el impacto inflacionista de una desaceleración del crecimiento de la productividad, y desaconsejan bajadas de tipos.
Tras conocer la rebaja, el presidente electo George Bush se declaró satisfecho con la decisión de la Reserva Federal que, a su juicio, "era una rebaja necesaria". Bush apuntó que, a la vista de los últimos datos, estaba claro que debían adoptarse medidas para evitar que la economía entrase en recesión.
Con la rebaja de tipos, Bush ha visto respaldadas sus advertencias sobre los riesgos de una fuerte desaceleración del crecimiento económico. A lo largo de las últimas semanas y a pesar de las críticas suscitadas por ello entre los demócratas, el equipo de Bush ha venido advirtiendo sobre "ciertos indicios de recesión" en la economía basándose en el constante goteo de datos que apuntaban un empeoramiento de la situación económica.
La construcción se beneficia del menor coste de las hipotecas
La actividad constructora en Estados Unidos ya se resiente de la desaceleración económica, según datos conocidos ayer. Pero el descenso del coste de las hipotecas ha amortiguado el golpe para los compradores de viviendas. Los tipos sobre hipotecas han caído un punto porcentual en EE UU en el último año.
Pese al descenso del 0,6% del gasto en la construcción en noviembre -la primera caída desde hace cuatro meses-, el dinero desembolsado para comprar viviendas unifamiliares subió por primera vez en ocho meses. La reducción del gasto total del sector es achacable a un descenso del 2,1% de las obras de infraestructura viaria y una reducción del 6,3% en las reformas realizadas por los propietarios de viviendas.
Este último descenso se suma a otros datos que indican, en principio, una moderación generalizada del consumo en EE UU.
La caída del principal indicador de la actividad industrial, por ejemplo, que alcanzó en diciembre niveles que no se habían registrado desde la recesión de 1990-91, ha alertado a las autoridades sobre el peligro de que la economía efectúe un aterrizaje bastante menos suave de lo que se había esperado. Estos temores a recesión han tenido el efecto de ampliar el apoyo en el Congreso al recorte de impuestos por 1,3 billones de dólares propuesto por el nuevo presidente republicano George Bush. Ayer, el portavoz de los demócratas en el Congreso Richard Gephardt dijo que la oposición podría apoyar un recorte debido a "las crecientes preocupaciones por la economía".
Pero -como corrobora el último incremento del gasto en viviendas- el aterrizaje del consumo aún no puede darse por hecho. Los indicadores aún muestran tendencias no del todo claras pese al consenso en la Reserva Federal de que el problema ahora afronta la economía americana ahora no es la inflación sino el peligro de recesión. Las ventas al por menor subieron la semana pasada el 2,1% frente a la misma semana de enero de 1999.