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Seat dejará de fabricar el Inca en Martorell cuando asuma el Toledo

Seat dejará de fabricar furgonetas en su planta de Martorell (Barcelona) cuando VW decida el traslado del modelo Toledo, que actualmente se monta en Bruselas. La fabricación de furgonetas en Martorell ascendió en 1999 a 67.000 unidades, el 14% del total.

El presidente de Seat, Bernd Pischetsrieder, ha decidido cerrar una de las etapas históricas de la filial española de Volkswagen (VW). En su opinión Seat debe dar un salto adelante, apostar por una imagen de marca de calidad superior y abandonar la fabricación de vehículos que aporten poco margen a las cuentas de la compañía. El resultado de esas creencias se traduce en la decisión de poner fin a la producción de turismos industriales o furgonetas bajo la marca Seat.

Hoy Seat produce en Martorell el modelo Inca (derivado industrial del Ibiza) pero está previsto que deje de hacerlo durante el próximo año, cuando la fabricación del Toledo se traslade de la planta de VW en Bruselas al mismo Martorell.

La decisión de Pischetsrieder finiquita una pequeña pero exitosa línea de negocio de la empresa española. Los turismos industriales nacieron en Seat con el modelo 127, uno de los productos más exitosos de la marca. A pequeña escala, y mediante empresas externas, se dotó al 127 de una caja cuadrada de carga. Poco después, se utilizó la misma fórmula para producir una furgoneta sobre la plataforma del Ronda, un derivado del Ritmo.

El éxito de este tipo de producto llevó a Seat a plantearse la necesidad de entrar en un segmento de mercado que crecía mucho y que en España estaba controlado principalmente por Renault, con el histórico R-4, y por Citroën.

Bajo la presidencia de Juan Antonio Díaz Álvarez se decidió utilizar la plataforma del Seat Panda para diseñar su furgoneta más popular, la Seat Trans. Gracias a los reducidos costes de producción del Panda, la Trans se convirtió en la furgoneta por excelencia de repartidores, pequeño comercio y flotas de empresa.

El éxito alcanzado obligó a sus competidores a acelerar la renovación de sus productos. Renault se apresuró a reemplazar el R-4 por la Renault Express y Citroën lanzó la C-15. La ruptura de Seat con Fiat obligó a convertir el Panda en el Marbella y la Trans en la Terra. Ya bajo ese nombre, el producto entró en decadencia, aunque se mantuvo en producción hasta el año 1994, en plena crisis de resultados de Seat.

Nuevo modelo

En el ejercicio 1995, Seat y VW apostaron por un nuevo producto. Sobre la plataforma del Ibiza, lanzaron una nueva furgoneta cuya novedad era la asimetría de las puertas traseras para facilitar la descarga en las calles comerciales. El éxito fue notable, pero los costes de producción también eran muy superiores a los de la Trans, y por lo tanto el precio resultaba ser menos competitivo.

Para reducir esos costes, VW decidió que Seat también fabricara una versión bajo marca alemana. De esta forma nacieron la Seat Inca y la VW Caddy. En 1999, la factoría de Martorell produjo 25.562 unidades de Inca y 41.589 unidades de Caddy. Es decir, 67.000 unidades que suponen alrededor del 14% de la producción de la factoría española.

El traslado del Toledo de Bruselas a Martorell cubrirá el cese de la fabricación de furgonetas. En 1999, Bruselas produjo unas 91.000 unidades del Toledo.

Además del cese de la producción del Inca/Caddy, Pischetsrieder quiere que a medio plazo la factoría de Martorell se dedique exclusivamente a la fabricación de modelos Seat y abandone la producción de modelos VW. En 1999, la planta española fabricó 56.130 unidades del Polo Classic y Polo Classic Variant, un producto gemelo del Córdoba y del Córdoba Vario respectivamente.

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