Ford pretende trasladar las condiciones laborales de Alemania a Almussafes
La dirección y los sindicatos de Ford España iniciarán este mes de enero las negociaciones del nuevo convenio colectivo. Es en este marco en el que la dirección de la multinacional en Europa pretende alcanzar mayores cuotas de flexibilidad en la planta de Almussafes (Valencia), definiendo unas condiciones laborales que permitan a esta factoría cumplir los objetivos que Ford ha dibujado para ella: un centro de fabricación comodín que produzca puntas de demanda de varios modelos.
La reestructuración de Ford Europa ha dejado a la planta de Almussafes en una situación incómoda. Según se desprende del anuncio del consejero delegado de Ford Europa, David Thursfield, Almussafes será una planta flexible, con capacidad para producir varios modelos. El objetivo final sería que Almussafes pudiese fabricar las puntas de demanda que existieran de cada modelo y que no pudiesen asumirse en la plantas de referencia, que serían Colonia y Saarlouis.
Para lograr esto, sería necesario contar con una plantilla que pudiese adaptarse a las demandas de fabricación con el menor coste posible para la empresa. Entre esas medidas estaría reducir el número de semanas de disfrute de vacaciones de forma conjunta, para tener la planta cerrada el mínimo tiempo posible, o introducir la obligatoriedad de trabajar los sábados extras que indicase la empresa, algo voluntario en la actualidad.
Esta postura está lejos de lo que asumiría el comité, que tradicionalmente ha insistido, sin éxito, en crear un tercer turno de producción, nocturno, como medida para atender los aumentos de demanda y, de paso, generar empleo. A pesar de que lo ha prometido en varias ocasiones, Ford nunca ha llegado a instaurar este tercer turno en Almussafes, cosa que sí ha ocurrido en las fábricas alemanas.
En este sentido, portavoces sindicales alemanes apoyan la postura de sus colegas españoles. "En la planta de Saarlouis, la introducción de un tercer turno ha reducido sustancialmente las horas extra y el trabajo de los sábados", indica Thomas Freels, del comité de empresa de Ford en Alemania. "Además se han creado 800 puestos de trabajo". El tercer turno será introducido también, a mediados de año, en Colonia. "Cada vez más, es un estándar normal en la industria europea del automóvil", resalta el sindicalista.
Y es que, a pesar de que la multinacional afirma que quiere las mismas condiciones de flexibilidad en Almussafes que en las plantas alemanas, son pocas las diferencias que existen actualmente.
Flexibilidad alemana
En Alemania, el trabajo de los sábados o es voluntario, cuando se refiere a tareas normales, o tiene que ser acordado con el comité de empresa si se trata de elevar sistemáticamente y durante un tiempo prolongado la producción. "Lamentablemente", según Freels, esta segunda posibilidad sólo se ha dado en contadas ocasiones.
Respecto a las vacaciones, las plantas alemanas tan sólo cierran tres semanas seguidas por año. Sin embargo, los muchos empleados de origen turco acostumbrados a tomarse de un tirón y en verano sus 30 días laborales de vacaciones al año pueden acordarlo así individualmente con la empresa.
Portavoces de Ford Europa en Colonia insisten en que si logran concesiones de los sindicatos en Valencia, elevaran sustancialmente las inversiones. Sin embargo, los sindicatos españoles van a plantear una dura negociación en el próximo convenio. No las tienen todas consigo sobre las bonanzas de la planta flexible. "En caso de una crisis en el sector, seremos los primeros en pagarlo", afirma Gonzalo Pino de UGT-Ford en Almussafes.
Sin noticias de los motores
El escepticismo sobre el futuro de Almussafes aumenta en los sindicatos cuando hablan de motores, ya que entre los planes que anunció David Thursfield no había ninguna referencia, a pesar de que el HCS dejará de fabricarse, el Zetec se traslada al Reino Unido y los nuevos motores I4 no asumirán todo el empleo perdido, unas 800 personas .
La preocupación de los trabajadores españoles la comparten sus colegas alemanes. "No entendemos como se puede concentrar la producción de motores en Reino Unido si luego la importación de estos componentes será extremadamente cara", señala Thomas Freels, quien añade que en Valencia y Colonia aún hay capacidad suficiente de producción.