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Sánchez ataca al PP por la falta de una propuesta económica

El presidente del Gobierno alerta de que los fondos europeos están en peligro si gana la derecha

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en el 45 aniversario de CincoDías. Vídeo: EPV
Pablo Sempere

“Ante las elecciones del próximo 23 de julio hay alguien que no habla claro. Alguien que amaga pero disimula. ¿Tiene un plan el Partido Popular para la economía española?”. Con estas palabras ha retado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a celebrar un debate de índole económica de cara a los comicios generales. El jefe del Ejecutivo ha clausurado este lunes la primera jornada del 45º aniversario de CincoDías, un evento celebrado estos días en el Teatro Real de Madrid. En su discurso, Sánchez ha instado al principal partido de la oposición a “responder ya” si está dispuesto a celebrar esos debates electorales y ha alertado de que los fondos europeos están en peligro si gana la derecha.

Sánchez y su equipo quieren poner a la economía en primera línea del frente y han decidido instar a los populares a tener todos los cara a cara necesarios. En caso de no lograrlo, desde Moncloa intentarán evidenciar lo que consideran un programa vacío y regresivo que tendría consecuencias nefastas a ojos de Bruselas.

En un duro discurso contra las propuestas y los debates que fomentó el PP en la campaña de las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo, Sánchez ha acusado a los populares de “jugar” con la economía española y de ocultar su hoja de ruta en esta materia. “Sus planes económicos, si es que los tienen, no son un secreto que les pertenezca. Los españoles tienen derecho a conocerlos y contrastarlos. Eso es la democracia. Información y contraste, porque nos estamos jugando mucho”, ha añadido.

Por todo ello, y aunque a fecha de hoy “sigamos desconociendo el nombre de la persona y la letra del programa” económico, es una necesidad imperiosa que estos detalles se hagan públicos. La oposición se ha negado a debatir, pero ha llegado la hora de que los españoles sepan de primera mano lo que se juegan”.

Lo que está sobre la mesa, a juicio del presidente, es la dicotomía entre el avance y el retroceso. Sobre todo porque en economía equivocarse tiene un doble castigo y “lo que se tarda en desandar lo recorrido es un retraso de a menudo décadas”.

Así, ha añadido, se puede seguir creciendo con paz y justicia social o poner en peligro todo lo cosechado hasta la fecha. Esto último, según ha alertado Sánchez, tendría “consecuencias claras” para España también por la vía presupuestaria. Cabe recordar que todas las medidas y políticas puestas en marcha por el Gobierno en los últimos meses han sido acordadas con la Comisión Europea y tienen incorporadas algunas de las recomendaciones por país de Bruselas. Por ello, su eliminación supondría una merma social y política, pero también presupuestaria, con consecuencias claras en forma de procedimientos sancionadores y paralización de los desembolsos que dan forma al Plan de Recuperación que canaliza los fondos europeos.

Este escenario es plausible. El jefe del Ejecutivo ha recordado que en Europa hay otros países “con gobiernos extremadamente escorados a la derecha” que ya están sufriendo esta situación, pagando además “un enorme peaje en términos de coste reputacional”. “Yo no sé qué opinará el señor Feijóo, puedo imaginar lo que piensa el señor Abascal, pero, francamente, yo no quiero que España se parezca a esos países”. El PP, ha dicho el presidente a modo de conclusión, quiere destruir un modelo de éxito en crecimiento económico y creación de empleo. “Al menos tendrá que explicar por qué quiere cargárselo y con quién”.

Sánchez se mueve tranquilo y con comodidad en el terreno económico, un plano cuyos resultados Moncloa reivindica como propios y que quiere poner en el centro del debate durante las seis semanas que restan para las elecciones del 23 de julio. Por eso, siempre que es posible, desde el Gobierno aprovechan la oportunidad para recordar que los malos augurios que rodeaban hace meses a la economía española no han terminado de llegar, quedando prácticamente diluidos pese a la guerra en Ucrania y la crisis energética y de precios. “Pocos entre los aquí presentes habrían podido anticipar una evolución tan positiva de la economía española en estos últimos meses”, ha recalcado Sánchez antes de destacar los datos de empleo, con un récord de 20,8 millones de cotizantes, y la respuesta a la pandemia y la guerra de Ucrania. “Algunos, los de siempre, corrieron a decir lo de siempre, y es que no se podía proteger” a los más vulnerables. Sin embargo, ha añadido Sánchez, España siempre se crece ante la adversidad y da la mejor versión de sí misma.

Esa versión que el presidente ha puesto en valor es la que ha permitido al país, del que se decía a finales del año pasado que podría entrar en recesión técnica, mejorar sus previsiones de avance del PIB con cada proyección y seguir liderando el crecimiento dentro de la Unión Europea después de haberse desplomado un 11% durante la pandemia. A su vez, hay cierto consenso entre los principales organismos en que el déficit público podrá rodear el límite recomendado del 3% del PIB a partir de 2024. España, después de haber registrado subidas récord y de que el precio de los alimentos siga disparado, también se encuentra en el grupo de socios europeos que más avanzan en la contención de la inflación, y el mercado laboral sigue mostrando signos de robustez.

Este es el escenario que Sánchez reivindica como propio y que quiere hacer notar con ministros como Nadia Calviño, Teresa Ribera, María Jesús Montero o José Luis Escrivá, a los que se ha referido como “un equipazo”. “Nosotros tenemos un plan y en frente no hay nadie. Tenemos un equipo curtido y ellos no tienen nada”.

El Gobierno, con el PSOE a la cabeza, fio prácticamente a la economía la campaña electoral que marcó los comicios autonómicos y municipales del pasado 28 de mayo. Al otro lado se encontró con un Partido Popular que planteó la cita con las urnas como una oportunidad para lograr la “derogación del sanchismo”. Pese a la debacle que supuso para la izquierda el 28M, el Ejecutivo insiste en su estrategia sigue queriendo poner la economía en el foco. “Seamos responsables, claros y demócratas e iniciemos ese tiempo de debate cuanto antes”.

Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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