Ence: la bioeconomía ya está aquí
La empresa asienta su negocio sobre la transición energética y la economía circular
La coyuntura internacional actual de inflación en los costes de materias primas y crisis es un momento propicio para el desarrollo de una nueva economía basada en el uso responsable de los recursos naturales, el adelanto tecnológico y la innovación. Ante este escenario, Ence–Energía y Celulosa trabaja para impulsar y diversificar su actividad, basándose en la bioeconomía circular y en la transición ecológica.
La compañía productora de celulosa ha visto cómo el elevado precio de venta de este material le ha permitido compensar estas alzas y mejorar su resultado operativo durante el ejercicio 2022, en un mercado internacional marcado por el aumento de la demanda y las restricciones en la oferta. Por eso, a través de sus planes de inversión para diversificar su actividad, la empresa apuesta por desarrollar sus fortalezas y aprovechar las oportunidades.
Su biofábrica de Asturias lo ilustra muy bien. En ella, Ence ha puesto en marcha el plan Navia Excelente, que, a través de una inversión de 105 millones de euros, marca como uno de sus objetivos culminar la descarbonización de la planta y diversificar su producción hacia celulosa especial y productos absorbentes. Así, suministrará materias primas que, actualmente, son importadas a Europa desde América.
Otro ejemplo es el plan inversor de 130 millones de euros que la empresa ha anunciado en su biofábrica de Pontevedra para los próximos 10 años. Ambas instalaciones reforzarán de esta manera su sostenibilidad, competitividad y ecoeficiencia, para seguir siendo referentes europeos en el suministro de celulosa y energía renovable.
En breve
La filial energética de Ence, Magnon, se encuentra desarrollando proyectos de generación totalmente alineados con la economía verde y la innovación, centrando su actividad en la generación de energía con biomasa. Una tecnología que es renovable, gestionable y que vertebra el mundo rural.
En As Pontes (A Coruña) desarrolla una bioplanta para la producción de fibra blanqueada recuperada y nuevos biomateriales. Esta futura instalación contribuirá a la bioeconomía circular a través de un proceso plenamente sostenible, basado en la reutilización y en la minimización del uso de recursos naturales. La planta será autosuficiente energéticamente gracias a la generación renovable con biomasa, por lo que la producción de papel estará totalmente exenta de carbono.
El sector del biometano es otro de los vectores clave. La empresa ha puesto recientemente en marcha su filial Ence Biogas para el desarrollo y operación de plantas de producción de biometano y fertilizantes a partir de residuos orgánicos. Una nueva línea de actividad con un alto potencial de crecimiento, basada en la bioeconomía circular que ya sustenta a los otros negocios del grupo.
Ence crece y lo hace analizando distintas soluciones renovables y abriendo nuevas e innovadoras líneas de negocio. Otro ejemplo son los distintos proyectos de captación de carbono que la empresa ha puesto en marcha en el campo de la gestión forestal. Apuesta por formar parte de la creciente bioeconomía y ofrecer soluciones sostenibles, justas e inclusivas a los retos que presentan actualmente la economía y la sociedad.