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Banca

CaixaBank lanza un plan de 100 días para mejorar la eficiencia de BPI

La entidad busca reducir costes y potenciar los ingresos El grupo se consagra como “primer banco ibérico” con 564.000 millones de negocio

El presidente de CaixaBank, Jordi Gual.
El presidente de CaixaBank, Jordi Gual.Efe
Juande Portillo

La toma de control del luso BPI ha sido un "éxito" que convierte a CaixaBank en el primer banco ibérico con un volumen total de negocio de 564.000 millones de euros, han celebrado este jueves los responsables de CaixaBank ante la junta general de accionistas, celebrada en Barcelona.

CaixaBank acabó haciéndose con el 84,5% del capital de BPI el pasado febrero tras un largo pulso y dos opas que han terminado dándole el control del quinto banco de Portugal, que el grupo aspira ahora a convertir en líder.

Como primer paso, ha avanzado el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, la entidad ha puesto en marcha un "plan de 100 días para mejorar la operativa y el servicio, reducir los costes y, sobre todo, aumentar ingresos".

Un plan de mejora de la eficiencia de BPI que arrancó hará ya unos 40 días y que en el plazo de dos meses, ha apuntado Gortázar, habrá renovado su operativa. El objetivo es que la operación corporativa reporte una sinergias de 120 millones de euros anuales al grupo a partir del tercer año, es decir, desde el ejercicio 2019.

El potencial de BPI

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"Mantenemos una estrecha relación con el banco desde hace años como accionistas e iniciamos ahora un proyecto fructífero con plena confianza en el banco", ha expuesto Gortázar defendiendo la lógica financiera y estratégica de la operación, la primera gran adquisición internacional del grupo.

"BPI es el mejor banco, el banco con más potencial del país", ha manifestado el consejero delegado de CaixaBank ante su junta de accionistas, explicando que la filial lusa mantendrá su estructura propia y centro de decisiones en Portugal.

Gortázar ha asegurado que, en contra de lo que han dicho los críticos con la operación, la adquisición de BPI no supondrá una rebaja de la concesión de crédito en Portugal, sino que sus perspectivas hablan de un incremento de los préstamos acorde con la mejora de la economía lusa.

BPI cuenta con 545 oficinas, 1,7 millones de clientes, 32.000 millones de euros en activos, un ratio de mora del 3,7% y un capital principal del 10,6% que acaba de mejorar mediante una emisión de deuda que ha sido suscrita íntegramente por CaixaBank.

El estreno de Gual

La junta de accionistas ha sido la primera presidida por Jordi Gual, quien el pasado otoño sustituyó en el cargo a Isidro Fainé –que obligado por la ley de cajas pasó a dominar solo la fundación bancaria matriz del grupo- al que tanto él como Gortázar han elogiado.

Gual ha celebrado las fortalezas de CaixaBank en una era convulsa como la actual, en la que "la presión de los tipos sobre el negocio hacen necesario que la banca siga reduciendo costes" a la vez que se incrementa la inversión en la digitalización del negocio.

El presidente de CaixaBank ha defendido el modelo de la entidad que con 6.000 oficinas cuenta con la mayor red de sucursales del país lo que le permite "mejorar su presencia y cuota de mercado en un entorno pleno de dificultades", logrando captar uno de cada tres clientes del país a la vez que suma cinco millones de clientes digitales.

La acción y el dividendo

Durante su intervención de apertura de la junta, Gual ha reconocido que en la junta del año anterior podía haber un cierto descontento con la evolución de la acción pero que la confianza en su potencial se ha visto consumada en este tiempo.

Los títulos del banco, ha ilustrado, subieron un 3,6% en 2016; ha crecido un 28,3% en el primer trimestre y acumula un alza del 33% desde 2007 pese a la intensa crisis sufrida, lo que supera los ratios de la banca española y europea.

Bajo esta premisa, Gual ha destacado que "la retribución al accionista durante el ejercicio 2016 supondrá un 54% del cash payout sobre el beneficio, con una rentabilidad por dividendo superior a la media de la banca española y la zona euro". Para 2017, la remuneración se hará de nuevo con un cash payo ut superior al 50%, ha dicho.

De cara al futuro, Gual ha mostrado su satisfacción por el cumplimiento del plan estratégico 2015-2018 y ha avanzado que, en la recta final del mismo, el foco estará en la diversificación de ingresos y en potenciar el negocio de seguros y de gestión de activos.

En paralelo, la entidad buscará reducir su cartera de activos problemáticos, reforzará la apuesta digital y el uso de big data, y, ante todo, alcanzar un ratio de rentabilidad sobre capital tangible de entre el 9% y el 11% ya el próximo año para cubrir el coste del capital y dar un atractivo retorno al accionista.

Las críticas del accionariado

 

Nuevo consejero: El nombramiento de Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña, como consejero de CaixaBank ha despertado críticas de algunos accionistas que temen que se ponga en riesgo el negocio de la entidad. El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha defendido la experiencia y cualificación de Garralda y ha expuesto que cada firma tiene su propio mercado en el ámbito asegurador pero que, no obstante, el consejo ha aprobado un protocolo específico para evitar conflictos de interés.

Cláusula suelo: El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha contestado a las quejas expuestas por la asociación de usuarios Adicae y otros accionistas, que acusaban a la entidad de no estar devolviendo el dinero cobrado indebidamente con retroactividad total como exigió el Tribunal de Justicia de la UE, sosteniendo que la entidad respeta la sentencia y ha puesto un equipo de 150 personas a analizar las reclamaciones recibidas por la vía extrajudicial que impulsó el Gobierno. “Nuestra obligación como directivos es pagar a quien corresponda hcerlo y no hacerlo a quien no tenga derecho”, ha defendido, matizando que solo se devolverá lo cobrado en aquellos casos en que quede demostrado que la cláusula no se comercializó con suficiente transparencia, objetivo para el que han dotado 625 millones.

Comisiones: Gortázar ha rechazado que la entidad haya subido comisiones a sus clientes y asevera que estas han bajado un 5% de media con el objetivo de que los clientes no paguen tanto pero aporten otras fuentes de negocio.

Cobro por uso de cajeros: El consejero delegado de CaixaBank ha defendido la comisión de dos euros que se cobra a los no clientes por el uso de sus 9.500 cajeros alegando que antes la clientela del banco se veía obligada a esperar para hacer uso de sus servicios y que era muy cómodo para un banco pequeño acceder a semejante red a un coste subvencionado.

Descontento de empleados: Representantes de la plantilla han criticado las largas jornadas, desplazamientos y sobreesfuerzos que se les piden. Gortázar ha subrayado el valor de los trabajadores del banco, “absolutamente claves” para generar confianza en la clientela. “Tenemos mucho en común con los sindicatos, estamos en el mismo barco, con los empleados, las puertas de mi despacho están abiertas para tratar estos temas, no solo en la junta, en el día a día, de manera periódica”, ha dicho Gortázar.

Sin acuerdo en prejubilaciones: Gortázar ha defendido que el último plan de prejubilaciones se lanzara sin el acuerdo de los sindicatos tras un año sin llegar a acuerdo en las condiciones a ofrecer y teniendo en cuenta que era de adhesión voluntaria. “Esperamos que el futuro sea la excepción, no la regla”, ha dicho.

Horario de tarde: “La carga de trabajo en la oficina es elevada, no hay alternativa. Las presiones que tienen el sector financiero son altas”, ha asumido Gortázar reclamando “hacer más con menos”. Aparte de la transformación digital, el consejero delegado ha defendido la negociación abierta con sindicatos para abrir por las tardes sus nuevas oficinas, denominadas “A”, más grandes, diáfanas y centradas en el asesoramiento como fórmula para crear empleo y ampliar la atención al cliente.

Sueldos de la dirección: Ante las críticas del aumento de masa salarial para la cúpula de la entidad, Gortázar ha señalado que pese a que la cifra crece, también lo hace el número de directivos, con lo que el sueldo medio en realidad cae un 8%. “No hay diferente clima de contencione ntre plantilla y alta dirección”, ha dicho.

Cuota femenina: ante las quejas de accionistas de la entidad por la escasa representación de mujeres en la cúpula, los responsables de CaixaBank han aclarado que un 28% del consejo lo componen mujeres, porcentaje que seguirá aumentando hasta el 30% en 2020, lo que sitúa a la entidad en la parte alta de cuota femenina dentro del Ibex 35. De los 37.000 empleados del banco, el 52,9% son mujeres, que conforman un 37% de los cargos directivos y un 48% incluyendo la subdirección.

Financiación armas: Las críticas a la financiación de compañías armamentísticas ha sido contestada por el presidente de CaixaBank que ha mostrado su preocupación asegurando que la entidad sigue una estricta política de inversión responsable, basada en las consignas de la ONU, que solo permite financiar administraciones y compañías de seguridad privada que cumplan las exigencias establecidas.

Abengoa: CaixaBank ha defendido su labor de apoyo a Abengoa argumentando que la política de la firma es buscar soluciones y permitir reestructurar operaciones para ayudar a mantener las plantillas y a que los clientes reduzcan pérdidas y deudas.

Convocatoria de junta: los accionistas han tumbado en la votación la propuesta del consejo de poder convocar junta de accionistas con 15 días de antelación en lugar de con los 30 previstos.

 

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