Revisa tu procesador, Android 7.0 Nougat no llegará para algunos
Ya disponible en su versión final de forma oficial, Android 7.0 Nougat es ahora el sistema operativo más moderno de parte de Google y para dispositivos móviles, tanto teléfonos inteligentes como tabletas. De momento, los Nexus soportados han sido los primeros en recibir la versión y lo siguiente será verlo en el LG V20 que se estrenará en cuestión de días, seguido por la nueva oleada de dispositivos para la familia Nexus. Pero ¿qué hay de los terminales ya lanzados al mercado? Algunos fabricantes han confirmado su próxima disponibilidad, en forma de actualización de firmware, y ya empezamos a encontrar también algunos que no van a actualizarse a esta versión. ¿Sabes cuál es el procesador de tu smartphone?
Android 7.0 Nougat, el nuevo sistema operativo móvil de Google, no lo soportarán todos los procesadores Qualcomm Snapdragon 800 y 801
Aunque los fabricantes hubieran tenido voluntad de actualizar determinados dispositivos, algo que seguramente no llegaremos a conocer, da exactamente lo mismo porque no hay compatibilidad entre la nueva versión de Google y determinados componentes de hardware. Resulta que, según se han hecho eco medios especializados en hardware de dispositivos móviles, entre Android 7.0 Nougat y los procesadores Snapdragon 800 y Snapdragon 801 firmados por Qualcomm no hay vínculo posible por esta cuestión.
Son terminales relativamente recientes, como por ejemplo el Sony Xperia Z3, y la mayoría de ellos correspondientes a la gama alta de generaciones pasadas. En cuanto a sus prestaciones, hablamos de equipos con cuatro núcleos en arquitectura Krait de 32 bits, con un proceso de fabricación de 28 nanómetros, y la mayoría de ellos funcionando actualmente con Android 6.0 Marshmallow. Pero ¿a qué se debe esta incompatibilidad? A una incompatibilidad con la API Vulkan, correspondiente al procesamiento de gráficos.
No obstante, al mismo tiempo que se ha informado sobre esta cuestión se ha puesto la posibilidad 'sobre la mesa', también, de que los fabricantes afectados por determinados dispositivos móviles trabajen de forma independiente, o con ayuda de Google y Qualcomm, para ofrecer una solución adaptada a sus productos. Ver si finalmente se llega a un 'acuerdo', o no, será cuestión de tiempo.