Cómo saber si una fotografía se ha manipulado con Photoshop
En la 'era de las redes sociales' no es extraño conocer a alguien por Internet, y a través de sus fotografías de perfil en Facebook y otras plataformas similares. Hay quien parece haber estudiado un 'Grado en poses para selfie', y quien directamente se sirve de las herramientas de edición de imagen para retocar su aspecto. Evidentemente, Photoshop no es la única herramienta de este tipo, pero sí la más popular, y existe una forma muy sencilla de saber si esta, o cualquier otra aplicación similar, se ha utilizado para modificar una imagen. Y hasta qué punto se ha retocado.
El 'truco' se basa en el procedimiento 'ELA', que sencillamente consiste en tomar la fotografía que queremos analizar, y guardar varias copias en formato JPG sobre la misma. De esta forma, los píxeles originales perderán calidad a un ritmo mayor que los modificados, y así se puede trazar un 'mapa de calor' para detectar los puntos en los que una fotografía ha sido retocada. Pero no hace falta hacerlo de forma manual, porque existe una herramienta que nos permite hacer esto de forma sencilla, sólo subiendo el archivo de la fotografía que queremos comprobar.
Se llama FotoForensics, y aunque su diseño no dé demasiada confianza, nos ofrece la posibilidad de subir una imagen desde nuestro ordenador, o bien escribir la dirección URL de la misma para, sencillamente, esperar a que se haga el análisis de forma automática. Una vez se ha completado veremos la fotografía que hemos subido en la parte superior, y el 'mapa de calor' después del procedimiento ELA en la parte inferior. Con este resultado, ya podemos comprobar si la foto ha sido manipulada, y además podremos ver dónde se han aplicado esos retoques fotográficos.
En las zonas donde aparezcan trazos de color rojo es donde la fotografía, en caso de que así sea, ha sido retocada con algún programa de edición. Además, en el menú de la izquierda, entre las varias opciones, podemos ver la 'imagen original'. Con esta opción se restauran los valores de contraste, brillo y otros parámetros, y aunque no con una precisión exacta, sí podemos conocer cómo era la fotografía antes de pasar por Photoshop o, como comentábamos, cualquier otra aplicación similar, como puede ser el caso de GIMP.