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Los ‘wearables’ españoles apuestan por la salud

Desde tejidos inteligentes hasta ‘apps’ para las Google Glass, el talento nacional se fija en esta tecnología

Manuel G. Pascual

La revolución de los dispositivos electrónicos que se llevan en alguna parte del cuerpo e interactúan con el usuario (wearables) ya ha llegado. Uno de cada cinco americanos ha comprado alguna vez un producto con esta tecnología y uno de cada diez los usa de forma habitual. Gigantes como Apple o Samsung ya tienen en el mercado relojes inteligentes (Apple Watch y Samsung Gear S2, respectivamente), un tipo de artículo llamado a introducirse en nuestras vidas como en su momento lo hicieron los smartphones.

¿Conviene conectar a un bebé?

Según un informe de PwC, si bien el avance de los wearables ha sido rápido e intenso en los últimos años, todavía se encuentran en un estado embrionario de desarrollo: pasará tiempo hasta que se conviertan en dispositivos estándar para la sociedad.

El estudio publicado por la consultora incide en la necesidad de mejorar la encriptación de los datos recogidos por los dispositivos, de manera que su transmisión sea segura. También subraya la necesidad de que se logre hacer que compartir esos datos sea más sencillo.

Otro de los debates que se está empezando a abrir es cuándo hace falta realmente tener un wearable. Un buen ejemplo de ello son los varios dispositivos que se empiezan a comercializar para controlar la temperatura de los bebés, conocer el PH de su orina, detectar si se mueven o incluso predecir a partir de sus patrones de comportamiento cuándo se despertarán de su siesta.

¿Realmente es necesario contar con toda esa información? ¿Realmente mejora la vida de los pequeños, o su objetivo es tranquilizar y/o preocupar a los padres? La respuesta no está clara.

Hay previsiones, como la de la consultora especializada Gartner, que sitúan en 6.000 millones los objetos inteligentes interconectados que habrá en el mundo para finales de 2016. Según un informe de PwC, el 75% de los usuarios de wearables quiere recibir de sus aparatos información sobre su salud, temática esta solo superada por datos relacionados con el ejercicio físico, que interesa al 77% de los usuarios. Por tipo de dispositivo, los más atractivos son las pulseras de fitness, seguidas de los relojes inteligentes, la ropa inteligente y las gafas inteligentes.

Más allá de su potencial de crecimiento, la aplicación médica de los wearables ya es una realidad. “En Estados Unidos, algunas aseguradoras están premiando a los clientes que llevan sensores conectados con primas más bajas. Es cuestión de tiempo que esa tendencia llegue a España”, aseguró Carlos Mateos, vicepresidente de la Asociación de Investigadores en eSalud, la semana pasada durante el Primer Congreso Nacional de Wearables y Big Data en Salud.

Durante el evento, celebrado en Madrid, se presentaron algunos productos de tecnología puntera desarrollados por empresas españolas. Es el caso de las camisetas inteligentes de la firma Nuubo. El director de negocio de la compañía, Javier Uriarte, repasó el largo camino (seis años de desarrollo y una inversión de seis millones de euros) que les ha llevado a producir la primera camiseta cardioprotectora del mercado. “Trabajamos en el desarrollo de materiales funcionales. Nos dimos cuenta de que podíamos hacer un peto de protección cardiaca y tras eso decidimos darle forma de una camiseta corriente”, explicó.

Material innovador

El resultado: una camiseta con seis electrodos textiles integrados que se puede mojar, sudar, doblar y lavar, a la que se le incorpora un dispositivo del tamaño de un mechero. Este aparato transmite en tiempo real la información que recoge del usuario, transmitiéndolo a la nube y a los profesionales médicos para que monitoricen la evolución del paciente.

La firma murciana Droiders, por su parte, presentó ante la audiencia las aplicaciones médicas que han diseñado para las Google Glass, dispositivo que bajo su punto de vista “ganará un peso creciente en los próximos años”. Estos desarrolladores ya comercializan una solución para retransmitir eventos, que se está usando en Latinoamérica, donde las distancias son enormes, para que el médico de cabecera examine en tiempo real para el especialista a los pacientes.

Que le aparezca al doctor en su campo de visión el historial médico del paciente según le examina o una lista con los pasos que debe dar en una operación son otras de las utilidades ya disponibles para las gafas inteligentes. Tecnología nacional para utilidades globales.

Sobre la firma

Manuel G. Pascual
Es redactor de la sección de Tecnología. Sigue la actualidad de las grandes tecnológicas y las repercusiones de la era digital en la privacidad de los ciudadanos. Antes de incorporarse a EL PAÍS trabajó en Cinco Días y Retina.

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