Se buscan ingenieros, absténganse españoles
Denuncian que la falta de adecuación de las titulaciones pre-Bolonia al nuevo marco discrimina a los profesionales y compromete la presencia española en el extranjero
Diego Álvarez no da crédito: “Lo lógico hubiera sido que resuelvan nuestro problema ya. Es cuando menos sorprendente”. Este estudiante de ingeniería industrial, de 23 años, que el 1 de diciembre colgó en internet una petición al Ministerio de Educación no entiende por qué el Gobierno equipara los títulos de algunos graduados según el plan Bolonia al nivel de máster, pero no hace lo mismo con los titulados del marco anterior.
El plan Bolonia es el proceso de adecuación de los sistemas educativos europeos al modelo anglosajón. En España, del nuevo régimen forman parte cuatro niveles de titulación: técnico superior, grado (cuatro años), máster (un año) y doctorado. El viernes pasado, el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto en el que se establece que a determinados grados de carreras sanitarias –Medicina, Odontología, Veterinaria y Farmacia– se otorga el nivel de máster, siempre y cuando tengan 300 créditos, 60 de ellos del nivel máster.
“¿Tan difícil era aprovechar esta modificación para añadir una línea sobre la equiparación a máster del título de ingeniero, arquitecto o licenciado resultante de un plan de estudio de cinco o más años de duración anterior a Bolonia?”, se pregunta Álvarez, cuya petición, publicada en la web change.org, ha alcanzado ya casi las 34.000 firmas. En recientes declaraciones, anteriores a la celebración del Consejo de Ministros, el Secretario de Universidades, Federico Morán, admitió que la solución es necesaria y urgente: “Lo suyo son seis meses”. Sin embargo, otras fuentes del Ministerio de Educación consultadas por CincoDías fueron más evasivas: “Será más temprano que tarde”, aseguran.
“Ya no me lo creo”, contesta Álvarez. “Llevamos mucho tiempo pidiendo este cambio, asociaciones españolas y europeas junto a los Colegios de Ingenieros y no ha pasado nada”. La querella llegó a las máximas instancias europeas el pasado 27 de enero, cuando la Federación de Asociaciones de Ingenieros Industriales denunció al Gobierno ante la Comisión europea por incumplir una recomendación del Consejo y del Parlamento europeo que abogaba por la equiparación. “Cada vez que veo como marean la perdiz, más convencido estoy de que las universidades y el Ministerio de Educación quieren hacer caja a nuestra costa”, afirma exasperado Daniel Delgado, un ingeniero de caminos lucense de 37 años que trabaja en Reino Unido.
Tal vez la crisis y los recortes presupuestarios en Educación, en sus palabras, se hayan conjurado para ralentizar el proceso de adecuación al marco europeo previsto por Bolonia. “Algunas universidades han visto en esta falta de equiparación la posibilidad de sacar dinero, organizando cursos rápidos para conseguir el máster”, relata. La presencia de ingenieros con máster entre los recursos que una empresa ofrece en un concurso de licitación en el extranjero, puntúa más. De ahí que, si no quieren perder grandes contratos internacionales, las compañías españolas están obligadas a menudo a contratar a ingenieros locales, que sí poseen el título de máster y a descartar a los españoles.
Delgado es solo un ejemplo de lo que ocurre con los profesionales pre-Bolonia que buscan trabajo en el extranjero. En el último año y medio ha acumulado ya dos rechazos por parte de sendas empresas, una en Shanghái y la otra en Sudáfrica, al considerar que, a pesar de haber cursado una carrera que supera con creces los 300 créditos, este ingeniero solo puede ostentar oficialmente el grado.
“Los ingenieros pre-Bolonia, de momento, siguen discriminados”, relata el presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Juan Santamera. “Sin embargo, algo empieza a moverse, somos optimistas”, matiza el responsable de este gremio que cuenta ya con 3.000 profesionales en el extranjero, “una cifra que podría ser más elevada si esta equiparación se hiciera y de esta forma se diera salida a muchos titulados que se encuentran actualmente en el paro”.
El calvario de los titulados hacia la equiparación
El menoscabo provocado a la marca España por la falta de homologación del título pre-Bolonia al nivel máster se hizo evidente en varios casos, como el de Ayesa, que se querelló contra Saitec porque esta última quería emplear a ingenieros españoles sin máster en la construcción del metro de Bogotá.
Sin embargo, los ingenieros lo han intentado todo. A finales de 2012, representantes del Colegio de Ingenieros de Caminos plantearon el problema a altos cargos del Ministerio de Educación e incluso a su titular, José Ignacio Wert. Se les recomendó acudir a la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, donde les dijeron que la cuestión, común a todos los licenciados pre-Bolonia, se podía resolver solo abordándola título por título. Pese a ello, el Ministerio decidió que lo mejor era aprobar un decreto “paraguas” para todas las carreras en su conjunto.
“Se enredaron en una maraña”, denuncia el presidente del Colegio, Juan Santamera, “porque esta normativa hubiera abarcado hasta 140 titulaciones”. El proceso se paró y para ponerlo de nuevo en marcha el Colegio acudió al Congreso y redactó una petición al Gobierno, contando con el apoyo de distintas patronales.
Envió además una carta a la Defensora del pueblo, cuya respuesta, asegura Diego Álvarez, impulsor de una petición a Educación en change.org, “no tiene desperdicio”: les aconseja ponerse en contacto con el Ministerio de Educación o con las Consejerías de Educación en el extranjero, para “negociar los niveles académicos de los planes de estudio pre-Bolonia” con las autoridades administrativas foráneas. Una por una.