El acuerdo de Nvidia con Groq enturbia el camino de sus competidores baratos
Huang obtiene una tecnología prometedora que puede complementar, en vez de sustituir, sus productos
Pese a los comentarios a veces despectivos de Jensen Huang sobre la competencia, Nvidia firmó en Nochebuena un acuerdo de licencia con la emergente firma de silicio Groq, que incluye fichar a sus mejores talentos. La extraña estructura de esta compra a medias se hace eco de los acuerdos de Microsoft o Amazon, que también son conscientes de que las compras formales se enfrentan a los antimonopolio. Con un precio de 20.000 millones de dólares, informó CNBC, el acuerdo sería el mayor hasta la fecha de Nvidia. ...
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Pese a los comentarios a veces despectivos de Jensen Huang sobre la competencia, Nvidia firmó en Nochebuena un acuerdo de licencia con la emergente firma de silicio Groq, que incluye fichar a sus mejores talentos. La extraña estructura de esta compra a medias se hace eco de los acuerdos de Microsoft o Amazon, que también son conscientes de que las compras formales se enfrentan a los antimonopolio. Con un precio de 20.000 millones de dólares, informó CNBC, el acuerdo sería el mayor hasta la fecha de Nvidia. Aun así, solo sería un tercio de su efectivo e inversiones a corto plazo.
Es el último ejemplo de cómo Huang aprovecha su potencia para invertir en Anthropic o Intel. Pero su rentable posición afronta retos. La memoria de alto ancho de banda, crucial para el transporte de datos, está creciendo vertiginosamente en coste y los suministros son escasos. Mientras, tanto las start-ups como los gigantes persiguen sus propios diseños de silicio. El fundador de Groq ayudó a liderar un exitoso esfuerzo en Google, cuyos chips son ahora casi la mitad de caros que los de Nvidia para ciertas tareas, estiman en Bank of America. Esto es especialmente importante para la inferencia, la tarea de dar respuestas de chatbots entrenados, donde la rentabilidad es fundamental. A medida que crece el uso de la IA, el silicio ajustado para este paso se vuelve más atractivo.
Groq y su rival Cerebras evitan la memoria de alto ancho de banda y se centran en la inferencia eficiente. Su éxito podría haber ayudado a aflojar el control de Nvidia sobre el mayor mercado de la IA. Aún es en gran medida una oportunidad teórica. Groq aspiraba a unos ingresos de solo 500 millones este año tras recortar previsiones, según The Information. Cerebras canceló su OPV en octubre, tras revelar que la mayor parte de sus ventas procedían de un solo cliente.
El acuerdo de Huang mezcla defensa y ataque. Obtiene una tecnología prometedora que puede complementar, en vez de sustituir, sus productos. Las ventas implícitas pagadas, de 40 veces, eclipsan las 29 que pretendía la fallida salida a Bolsa de Cerebras de cara a un nuevo intento. Además, su rival Groq cuenta ahora con el respaldo de la mayor empresa del mundo en plena crisis de suministro. El futuro de la IA ya era incierto. Para los diseñadores de chips, Nvidia lo ha hecho aún más.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías