Las claves: subir los precios hoteleros sin perder negocio es el ideal para el turismo español
Aunque parecía que ya se estaba alcanzando el límite soportable por los bolsillos de los viajeros, siguen encareciéndose las tarifas hoteleras
España está en una zona templada del planeta, y además es un país en paz y rico (aunque siempre se aspire a más), lo que la convierte en un lugar muy atractivo tanto para vivir como para visitarlo. Así que el sector turístico goza de un cierto margen para subir los precios y, aunque parecía que ya se estaba alcanzando el límite soportable por los bolsillos de los viajeros, sigue encareciendo las tarifas hoteleras. Subieron un 5,5% hasta octubre, el incremento más elevado de la Unión Europea, según un informe de STR.
Las empresas sostienen que, al ser las tarifas españolas más bajas que las de Grecia, Italia o Francia, aún se pueden subir más, aunque de forma moderada, y aunque suponga una estabilización o incluso una pequeña bajada de las ocupaciones. En la medida en que eso sea así, y redunde en los beneficios corporativos (e, idealmente, en los salarios de los trabajadores y en la rentabilidad para los accionistas), bien estará, salvo para los propios viajeros, incluidos los nacionales. Porque tampoco es lo más conveniente incrementar el número de turistas, con lo que eso supone de presión sobre los servicios públicos.
El sector del lujo no teme a una recesión en Estados Unidos
La incertidumbre en torno a una recesión en Estados Unidos no está haciendo mella, sino todo lo contrario, en la demanda del sector del lujo. En el país norteamericano sigue mostrando una gran resistencia, y además ahora ha repuntado el consumo en China. Los analistas creen que lo peor ya ha quedado atrás, y apuestan por un mayor nivel de innovación para ganar aún más clientes.
Las joyas, la ropa o incluso los coches siguen atrayendo a las grandes fortunas, con firmas como Richemont, LVMH o Ermenegildo Zegna entre las favoritas de los analistas de UBS o Goldman Sachs.
La ciencia genera más dinero para el que publica que para el que investiga
El escándalo de la revista científica Science of the Total Environment, expulsada de la categoría de publicaciones respetables por admitir estudios sin exigirles calidad, ha puesto de manifiesto la enorme cantidad de dinero público, de instituciones de investigación y universidades, que va a parar a medios privados para que se hagan eco de sus investigaciones. Es un sistema perverso que genera enormes márgenes para unas pocas editoriales especializadas, y que provoca que se promocionen textos de baja calidad, sin impacto real en los avances científicos. Más allá del caso particular de la revista castigada, urge que desde el ámbito científico se replantee el sistema de evaluación y selección de las investigaciones de sus esforzados, y muchas veces mal pagados, trabajadores.
La frase del día
Si los países europeos quieren escuchar que no vamos a hacer nada, que no tenemos planes ni intenciones agresivas hacia Europa, entonces adelante. Estamos dispuesto a documentarlo como quieranVladímir Putin, presidente de Rusia
Las licoreras sufren en Bolsa mientras crecen las bebidas con poco o nulo alcohol
El consumo de alcohol está bajando, sobre todo entre los jóvenes, y crece el interés por las bebidas con poco o nulo etanol. A sus defensores no les gusta demasiado que se haga énfasis en lo que no tienen, en vez de en sus componentes. Se trata de fermentaciones controladas o de infusiones de hierbas.
Las grandes licoreras, como Remy Cointreau, Diageo o Pernod Ricard, están sufriendo en Bolsa el castigo de unos inversores que desconfían de que las bebidas de alta graduación recuperen glorias pasadas. Los jóvenes también empiezan a mostrar un uso algo menor de las redes sociales (aunque siguen siendo quienes más las visitan). Quizá sean ellos los que traigan la moderación en los vicios, y el justo término medio.