Ir al contenido

Las claves: Venezuela, el nuevo foco de intranquilidad para las aerolíneas

La posición de la autoridad civil del país es más bien débil

Mientras la situación bélica empieza a suavizarse en otros lugares del globo, lo cual acabará redundando en beneficio de las aerolíneas, otros puntos se ponen más complicados. Es el caso de Venezuela, que, tras la advertencia de riesgo para la seguridad emitida por Estados Unidos, se ha quedado temporalmente sin vuelos a Caracas de Iberia, Air Europa y Plus Ultra, además de la chilena Latam, la brasileña Gol, la portuguesa TAP o Turkish Airlines. La autoridad de aviación civil del país, el INAC, ha exigido a las compañías que retomen los trayectos si no quieren perder sus derechos de tráfico, pero la realidad es que, al ser una decisión general de las empresas, la posición del INAC es más bien débil.

De fondo está el creciente despliegue militar de Washington en el Caribe. El último gran choque de la potencia norteamericana con otro país tuvo lugar en junio, en aquel caso contra Irán, y se resolvió de forma drástica y rápida, dada la correlación de fuerzas. Para los venezolanos, y también para las empresas, lo deseable es que se resuelva también de la forma más pronta e incruenta posible.

Alphabet, el éxito tranquilo de la tecnológica más discreta

Los fundadores y los directivos de Alphabet se han diferenciado tradicionalmente de los de otras grandes tecnológicas –en particular, de Mark Zuckerberg–, en su discreción en el ámbito político, pero también en el empresarial. En general, no han hecho anuncios llamativos sobre supuestas revoluciones tecnológicas –ni el metaverso, ni la cripto Libra–, y se han limitado a mejorar su producto y a, eso sí, intentar mantener su posición de predominio en el mercado, a veces no de la forma más ortodoxa. Ahora el mercado, y en concreto Warren Buffett, creen que está mejor colocada en la carrera de la IA.

El atasco político francés reconvierte hasta a los euroescépticos

El atasco político que vive Francia y la falta de ideas de sus partidos está llevando a situaciones paradójicas, como que la extrema derecha del país, que suele presumir de su euroescepticismo, proponga, a fin de reducir la prima de riesgo de la deuda gala, más compras de bonos por parte del Banco Central Europeo. Se entiende que, cuando vienen mal dadas, ya no resulta tan incómoda la renuncia a la soberanía financiera.

Ni el partido de Jordan Bardella y Marine Le Pen, ni el resto de los que integran la oposición, están dispuestos a apoyar la reforma de las pensiones de Emmanuel Macron y sus sucesivos primeros ministros. Tampoco se ponen de acuerdo para subir los impuestos, ni a los más ricos, ni a las empresas. Mientras, la paciencia de los mercados se va consumiendo poco a poco.

La frase del día

Podemos hacer un vehículo eléctrico íntegramente en China por la mitad del coste que supondría en cualquier otro lugar. El ciclo de desarrollo se ha reducido en un 30% respecto al proceso tradicional, que dura unos 50 meses
Thomas Ulbrich, jefe de tecnología de Volkswagen en China

Los jóvenes no añoran el uso casi universal del dinero físico

Los jóvenes suelen rechazar, en mayor o menor medida, muchas de las cosas que les vienen dadas, en parte por rebeldía y en parte porque está en la naturaleza humana evolucionar y cambiar la realidad. Eso ocurre con el uso del dinero virtual, más común entre las nuevas generaciones: aún no existe el euro digital, pero sí el Bizum, al que tienen gran afición. No parece que entre los muchachos y las muchachas haya mucha nostalgia por los tiempos en que todo eran billetes y monedas, ni que tengan miedo a que el dinero digital quite privacidad a sus transacciones. Quizá, dado lo exiguo de sus bolsillos en general, se conformen con poder efectuarlas, aunque sean de unos pocos euros y para devolver a un amigo lo prestado para pagar una cena.

Más información

Archivado En