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Las claves: cuando el poder político somete a vasallaje, al menos aparente, a las empresas

La estrategia de Trump recuerda a la de Roosevelt en la década de 1930

Es lo que le habría gustado a Pablo Iglesias de haber sido califa en lugar del califa: tener a las empresas comiendo de su mano. Lo ha conseguido Donald Trump, teóricamente de una posición política opuesta, pero que aplica su agresivo método de negociación a las empresas estadounidenses. Su estrategia recuerda a la del demócrata Franklin Delano Roosevelt en la década de 1930: el entonces presidente también desarboló la economía de su país y se enfrentó a la élite empresarial y a Wall Street (aunque redujo los aranceles que había impuesto su predecesor). Con el tiempo, su New Deal pasaría a la historia con una valoración mucho mejor que la que recibió en su momento.

Ver a Elon Musk humillado, o a Tim Cook rindiendo vasallaje al presidente, puede reafirmar a los votantes de Trump en que han elegido lo correcto. Pero la escenografía no debe ocultar que su política fiscal no es precisamente agresiva con los más ricos, y tampoco está claro que vaya a resolver los problemas de los pobres. Pero, dado que sus predecesores tampoco los resolvían, al menos sus seguidores pueden regodearse en ver a los CEO más poderosos bajando la cerviz.

Buffett vuelve a llevar la contraria al mercado confiando en UnitedHealth

Aunque Warren Buf­fett está de salida, sigue sorprendiendo al mercado. Esta vez ha sido apostando por UnitedHealth, la aseguradora sanitaria que vio cómo uno de sus máximos ejecutivos era asesinado en plena calle en diciembre pasado. El valor se ha hundido por eso y por la incertidumbre en torno al sistema sanitario respaldado por el Estado. Se entiende que Berkshire Hathaway no cree que el polémico modelo estadounidense vaya a colapsar tan rápido, y ha considerado que la acción estaba demasiado barata. Además, ha reforzado sus inversiones defensivas. Por si viene la recesión.o. Esta vez ha sido apostando por UnitedHealth, la aseguradora sanitaria que vio cómo uno de sus máximos ejecutivos era asesinado en plena calle en diciembre pasado. El valor se ha hundido por eso y por la incertidumbre en torno al sistema sanitario respaldado por el Estado. Se entiende que Berkshire Hathaway no cree que el polémico modelo estadounidense vaya a colapsar tan rápido, y ha considerado que la acción estaba demasiado barata. Además, ha reforzado sus inversiones defensivas. Por si viene la recesión.

El futuro está repleto de restaurantes con capacidades logísticas

Cada vez más, los cines hacen negocio con las palomitas y con las bebidas en vez de con la actividad que se les supone principal. Y muchas tiendas pequeñas aguantan gracias a ser sucursales en la práctica de las empresas de mensajería, con Amazon a la cabeza, para recoger y devolver productos. Son formas de adaptarse a los cambios, como está haciendo Repsol, potenciando la restauración en sus estaciones de servicio ante el declive de los carburantes en beneficio del coche eléctrico. También funciona como punto de paquetería de Amazon o Inpost, por cierto.

Por este camino, eso sí, la gran mayoría de los establecimientos de las ciudades serán bares y restaurantes con capacidades logísticas. Y con su propio servicio de reparto a domicilio, claro está.

La frase del día

Construiremos una India autosuficiente. Quiero decir a nuestros ciudadanos, a nuestros jóvenes y a todos aquellos que comprenden el poder de la tecnología que, a finales de este año, los chips ‘made in India’ estarán disponibles en el mercado
Narendra Modi, primer ministro de India

Subir al Everest será más caro... con lo bien que se está en casa

Con lo bien que se está en casa, es razonable plantearse qué lleva a tanta gente a subir el monte Everest, con el riesgo que supone y el precio que cuesta. Ahora, además, será más caro, y habrá que subir antes un pico 7.000 de Nepal, una forma de garantizar que se tiene cierta experiencia. El objetivo del Gobierno del país es reducir las muertes en la montaña más alta del mundo, que cada año recibe a 50.000 personas, y aumentar los ingresos, que nunca viene mal; que se repartan mejor con los que verdaderamente se lo trabajan, los sherpas y demás, está por ver.

Pero subir el precio del permiso de 9.400 euros a 12.900 puede no significar demasiado para quien está dispuesto a pagar tanto por emular a Edmund Hillary.

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