El oro respira, pero no los operadores de materias primas
La volatilidad provocada por Trump no es de la clase que permite hacer arbitraje a firmas como Glencore o Vitol
La locura arancelaria de los entusiastas del oro parece haber llegado a su fin. El lunes, Donald Trump confirmó que las importaciones de este metal de Suiza a EE UU no se verían afectadas por aranceles, tras cinco días de incertidumbre. Es una ...
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La locura arancelaria de los entusiastas del oro parece haber llegado a su fin. El lunes, Donald Trump confirmó que las importaciones de este metal de Suiza a EE UU no se verían afectadas por aranceles, tras cinco días de incertidumbre. Es una noticia claramente positiva, pero el alboroto se inscribe en una tendencia más amplia que no beneficia a los operadores.
Aplicar el arancel del 39% a bloques de oro de un kilo nunca tuvo mucho sentido. El contrato de futuros estadounidense que se negocia en la Bolsa de Materias Primas de Nueva York (Comex) es un indicador clave para que los inversores cubran su exposición al precio al contado del metal en Londres. Encarecerlo podría haber fomentado que esto ocurriera en otros lugares: la diferencia entre el contrato de Comex y el de Londres se disparó a más de 100 dólares la onza entre el martes y el viernes pasados.
A primera vista, el alboroto parece haber sido un descuido en el etiquetado más que una bofetada intencionada. En todo caso, no es ni mucho menos la primera agitación de las materias primas este año. A finales de julio, Trump anunció un arancel del 50% sobre los tubos y cables de cobre, pero eximió a las versiones menos refinadas del metal rojo, lo que provocó una caída del 20% en los precios en Comex. A principios de año, enormes cantidades de cobre y oro entraron en EE UU antes de la supuesta imposición de los aranceles, pero Trump cambió de opinión sobre cómo se aplicarían.
Normalmente, a los grandes operadores como Glencore y las no cotizadas Trafigura y Vitol les gusta la volatilidad que generan las perturbaciones del mercado. Durante las alteraciones de la cadena de suministro durante la pandemia y la invasión de Ucrania en 2022, pudieron usar sus redes logísticas globales para explotar los arbitrajes de precios. Ese año, por ejemplo, la facturación de Vitol casi se duplicó, hasta superar los 500 000 millones de dólares.
Glencore tuvo un primer semestre aceptable en el comercio de metales. Pero el beneficio operativo de su división de energía y carbón siderúrgico cayó de 326 millones de dólares a 40 millones en términos interanuales. Entre otros retos, el CEO, Gary Nagle, comentó de forma tajante que una situación en la que “los aranceles se anuncian el lunes, cambian el martes y se eliminan el miércoles” no necesariamente ofrece las “oportunidades de arbitraje estructural” que los operadores consideran lucrativas.
Lamentablemente, los recientes culebrones del cobre y el oro sugieren que esto puede ser lo que les espera. Si es así, se podría crear una situación en la que la volatilidad siguiera alta, pero la actividad cayera mientras los participantes se mantuvieran al margen. Aunque el mercado del oro respire, no será el caso de los operadores de materias primas en general.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías