Berlusconi pone a prueba la confianza de los inversores en la TV paneuropea
Aceptar la nueva oferta de MFE por la alemana ProSieben significa creer en sinergias de costes transfronterizas
La lucha por el control de la cadena alemana ProSiebenSat 1 Media, valorada en 1.800 millones de euros, empieza a parecer un tira y afloja. Con su última oferta, presentada el lunes, la italiana MFE-MediaForEurope [antes Mediaset] parece haber tomado la delantera. L...
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La lucha por el control de la cadena alemana ProSiebenSat 1 Media, valorada en 1.800 millones de euros, empieza a parecer un tira y afloja. Con su última oferta, presentada el lunes, la italiana MFE-MediaForEurope [antes Mediaset] parece haber tomado la delantera. La pregunta ahora es si los accionistas de la empresa objetivo aceptarán la paneuropea visión del clan Berlusconi, que controla la empresa licitadora, lo que significa creer en unos cuantos recortes de costes y aumentos de ingresos estimados.
MFE, el grupo televisivo valorado en 1.800 millones de euros y controlado por la familia del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, presentó en marzo una oferta inicial a la baja por el 70% de ProSieben que aún no posee. La oferta tenía un valor aproximado de 5,7 euros (4,48 euros en efectivo y 0,4 acciones de MFE).
El inversor checo en medios de comunicación PPF, que tiene una participación del 15% en la empresa alemana objetivo, lanzó posteriormente una contraoferta en efectivo de 7 euros por acción, en parte para resistir a los Berlusconi.
La respuesta de los italianos llegó el lunes 28 de julio, con un aumento del componente en acciones de la oferta.Tras tener en cuenta una venta del 6% de la clase de acciones relevante del oferente, el nuevo precio es de 7,93 euros por acción de ProSieben, con casi tres quintas partes en efectivo (4,48 euros) y algo más de dos quintas partes en acciones (1,3) calculamos. Los títulos del grupo alemán se dispararon un 11,79% en la sesión hasta situarse a un paso de la oferta [que superaron al día siguiente, 29 de julio. El viernes, 1 de agosto, PPF anunció que no incrementará su propuesta.]
El consejero delegado del postor, Pier Silvio Berlusconi, mantiene que no busca el control total de ProSieben. Más bien, busca “flexibilidad para proporcionar una dirección clara basada en una visión compartida”. Eso no ha impedido que MFE haya calculado el ahorro que supondría una fusión completa, que cifra en 419 millones de euros de beneficio operativo adicional para 2029. Algo menos de la mitad de esta cifra provendría de iniciativas de ingresos, como el posicionamiento del grupo ampliado como socio de grandes anunciantes transfronterizos. El resto provendría de la reducción de hasta un 3% de los costes combinados, por ejemplo, mediante la unificación de las operaciones de venta de publicidad y tecnología.
Los beneficios podrían ser interesantes si esa visión se materializa. Añádase la estimación de MFE de 419 millones de euros de beneficios a los 331 millones de beneficio operativo previstos por ProSieben para 2029, según las previsiones de los analistas recopiladas por Visible Alpha. Tras deducir un impuesto del 30%, el aumento total de los beneficios netos para el licitador sería de 525 millones de euros, es decir, el 16% del precio de compra, teniendo en cuenta la deuda neta del objetivo, lo que supone un buen rendimiento según cualquier criterio.
Sin embargo, si los inversores creyeran en esas cifras, las acciones de MFE subirían en lugar de bajar, como hicieron el 28 de julio. El consenso entre banqueros, analistas e inversores ha sido tradicionalmente que los beneficios transfronterizos son difíciles de conseguir en la televisión europea. Parece dudoso que el público español se interese de repente por, por ejemplo, los programas de telerrealidad alemanes. Con su oferta reforzada, en parte basada en acciones, MFE está planteando esencialmente esa propuesta a los accionistas de ProSieben. Se trata de una apuesta audaz por una idea potencialmente poco clara.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías