Los hogares, piezas clave para la evolución del modelo energético

Garantizar la flexibilidad de la demanda es es esencial para poder lograr una energía más barata y más verde para todos

Paneles de autoconsumo en un edificio del barrio de Carabanchel, en Madrid.Pablo Monge (CINCODIAS)

Las renovables han cerrado 2024 generando un 56% del mix total español, casi un 11% más que el año anterior, según estimaciones de Red Eléctrica. En pleno empuje renovable, los hogares españoles emergen como un actor principal en la generación y almacenamiento de energía verde, marcando el camino en un sector que afronta grandes retos para llegar en 2030 al 74% de generación renovable, previsto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.

El primer eslabón en la apuesta por un modelo energético más sostenible se trata del autoconsumo solar, que supera ya los 1.000 euros anuales de ahorro medio por hogar al año, según datos de la compañía de energía solar Samara. El sector ha demostrado su competitividad, situando el periodo de amortización de estas instalaciones en 6,2 años, casi cuatro meses antes respecto a 2023, y aumentando el ahorro porcentual total respecto a la factura tradicional (del 70% al 84%).

En paralelo al buen rendimiento del autoconsumo, miles de hogares a la vanguardia de la electrificación han instalado o se preparan para instalar aerotermia: un sistema de climatización renovable cuya penetración va ganando terreno por su alta rentabilidad y bajas emisiones de carbono. La aerotermia es cada vez más conocida por los españoles, tal y como refleja la anécdota de su reciente inclusión en el diccionario de la Real Academia Española.

Este nuevo horizonte, en el que la sociedad demanda sistemas energéticos renovables que van más allá de los paneles solares, es posible gracias a empresas centradas en el desarrollo de tecnología con un objetivo claro: el acompañamiento de los hogares hacia una transición energética flexible y accesible para todos. Este esfuerzo ha permitido que veamos cada vez más españoles en todo el territorio apostando por sistemas de energía renovables, beneficiándose así de una mayor eficiencia energética y un ahorro significativo en sus facturas.

A falta de conocer la cifra total de instalaciones solares realizadas durante el 2024, la alta rentabilidad alcanzada por el sector y las cifras de ahorro representan una oportunidad para un mercado, el español, donde el volumen total de instalaciones solares en hogares es entre seis y siete veces menor que en Alemania, lo que evidencia el amplio margen de crecimiento.

Mientras, la Directiva de Eficiencia Energética en Edificios, aprobada este año, entra en 2025 en una fase de desarrollo legislativo e impulso nacional clave para nuestro país, el segundo de la zona euro en cuota de población que vive en pisos (65%), según Funcas. Esto anticipa un importante apoyo institucional a las instalaciones de autoconsumo en este tipo de viviendas comunitarias que hará crecer su penetración en pisos. En paralelo, el sector energético general afronta importantes retos como industria estratégica. La red eléctrica se enfrenta a un crecimiento del volumen gestionado debido a la electrificación de la economía, lo que requiere inversiones de calado para dotar al sistema de las infraestructuras necesarias que cubran el creciente aumento de la demanda de electricidad.

Por otro lado, si bien la entrada con fuerza de las renovables en el mix energético es una magnífica noticia, no viene exenta del reto de la inestabilidad, la dificultad de predicción y la variabilidad de la frecuencia de la red eléctrica, lo que hace que cada vez vaya a ser más frecuente ver escenarios en los que el precio de la luz roza el cero –o incluso negativo– con otros donde el precio es mucho más elevado de lo que lo es hoy, tanto para el consumidor particular como para el industrial.

Ante esto, es necesario diseñar y activar de manera urgente en España la figura del agregador de demanda y permitir que los ciudadanos, sus consumos y sus activos de almacenamiento de energía distribuidos, incluidos sus vehículos eléctricos y sistemas de climatización, puedan ofrecer su flexibilidad a la red en momentos puntuales, a través de los mercados técnicos y financieros. Esta iniciativa ya se prevé en la propuesta de ‘Orden sobre el nuevo diseño del mercado de capacidad en España’ que actualmente se encuentra en fase de consulta.

Esto permitirá una red más estable y por lo tanto un precio de la luz para el consumidor final considerablemente menor. Aquellos que además participen en estos programas dando flexibilidad a la red, podrán reducir su factura de la luz en más de un 50%, como estamos viendo en los programas de flexibilidad ya implementados en otros países de Europa, como Reino Unido.

El factor clave para lograr la participación de los hogares en el sistema de manera más activa es dar un mayor protagonismo a las baterías de almacenamiento, ya que son una fuente de valor de reducción de emisiones para la red eléctrica y, además, no interfieren con los hábitos de uso de los consumidores.

Estos activos de flexibilidad permiten no sólo almacenar la energía generada en horas solares para su consumo en horas más caras, sino que además, de manera colectiva, tienen la capacidad de proveer esta flexibilidad a la red eléctrica que a día de hoy es provista por centrales de gas, más caras para los consumidores y más contaminantes.

Son muchas las familias y hogares que ya han comprendido la necesidad de avanzar hacia un modelo energético más consciente, respetuoso y sostenible. Mientras tanto, empresas del sector como Samara ofrecen un servicio personalizado para cada vivienda y profundizan en soluciones como baterías, sistemas solares y aerotermia, contribuyendo a dar herramientas a los hogares para generar un impacto positivo en sus ahorros y en la red eléctrica.

Garantizar la flexibilidad de la demanda en un sector donde estamos acostumbrados a consumir energía de manera unilateral, discrecional y donde no existen incentivos para los consumidores es todo un reto. 2025 va a ser un año muy importante en el entorno regulatorio con la prevista y esperada creación de esta figura del agregador de demanda que permitirá que una red descentralizada de hogares pueda participar en el mercado como una planta virtual. Es una reforma compleja porque afecta a diferentes agentes del sistema eléctrico, pero es esencial para poder lograr una energía más barata y más verde para todos los ciudadanos. Por ello, en este nuevo año se necesitarán grandes pactos y una toma de conciencia por parte de todos para lograr una transición energética justa, flexible y equitativa que no deje a nadie atrás.

Iván Cabezuela es cofundador de Samara.

Más información

Archivado En