Los estibadores de EE UU exponen la duradera debilidad del comercio

La huelga en los puertos de la costa este y del golfo de México recuerda la vulnerabilidad de las cadenas de suministro

Estibadores manifestándose en el puerto de Miami (EE UU), el 1 de octubre.CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH (EFE)

Los estibadores de las costas este y del Golfo de Estados Unidos están dejando claro, con su huelga, que todo el onshoring, nearshoring y friendshoring (acercamiento de la cadena de suministro) solo llegará hasta cierto punto. Las intrincadas redes de globalización que se desmoronaron bajo el peso de los confinamientos relacionados con la pandemia se han recuperado y mejorado significativamente, en parte gracias a las inversiones gubernamentales y empresariales. Y, sin embargo, un paro laboral sostenido en los muelles más importantes, que pone en peligro cerca de la mitad ...

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Los estibadores de las costas este y del Golfo de Estados Unidos están dejando claro, con su huelga, que todo el onshoring, nearshoring y friendshoring (acercamiento de la cadena de suministro) solo llegará hasta cierto punto. Las intrincadas redes de globalización que se desmoronaron bajo el peso de los confinamientos relacionados con la pandemia se han recuperado y mejorado significativamente, en parte gracias a las inversiones gubernamentales y empresariales. Y, sin embargo, un paro laboral sostenido en los muelles más importantes, que pone en peligro cerca de la mitad del transporte marítimo del país, puede causar estragos de todos modos.

Las tarifas del transporte por barco se estabilizaron en gran medida a principios de 2023, tras las subidas provocadas por el cambio de hábitos de los compradores y la escasez de contenedores de acero. Las entregas de carga en Estados Unidos fueron puestas a prueba de nuevo en mayo por un accidente mortal de un barco en las afueras de Baltimore, lo cual obligó a otros centros a manejar más tráfico. Otras perturbaciones, como los ataques en el mar Rojo de militantes hutíes con base en Yemen, provocaron impactos preocupantes pero en gran medida manejables.

El cierre de los puertos de Norfolk (Virginia), Houston (Texas) y otros 12 puntos que en conjunto representan alrededor de la mitad de las importaciones oceánicas de Estados Unidos –incluidos automóviles, plátanos y otras mercancías– es diferente. A pesar del gran esfuerzo realizado para asegurar las rutas comerciales y almacenar materias primas, el país nunca será autárquico. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha defendido la idea de traer a casa la producción de semiconductores, energías renovables y otros productos, pero incluso los fabricantes nacionales o cercanos dependen de piezas e ingredientes procedentes de lugares lejanos.

Cambiar la ruta de los barcos y recurrir al transporte aéreo son alternativas costosas y complicadas. Una huelga prolongada de unos 45.000 trabajadores portuarios perjudicaría a la economía estadounidense hasta en 5.000 millones de dólares al día, calculan los analistas de JP Morgan. Y cada semana que pasa se corre el riesgo de crear un retraso de un mes.

Biden tiene el poder de evitar tal agitación económica ordenando que los puertos permanezcan abiertos y obligando a las dos partes a intentar salvar la distancia que separa sus respectivas ofertas de subidas salariales del 50% y el 77%. El sindicato que representa a los estibadores también se opone a cualquier automatización significativa en sus puertos, que ya van a la zaga de la mayoría del mundo. Otros grandes puertos, como Singapur y Róterdam (Países Bajos), dependen mucho más de los robots y menos de los trabajadores. Además, los estibadores de la costa oeste de Estados Unidos alcanzaron el año pasado un acuerdo con los operadores portuarios por el que se accede a una mayor automatización.

Sin embargo, es muy poco probable que Biden intervenga. Aunque él y el Congreso ayudaron a resolver una huelga ferroviaria en 2022, la decisión provocó la reacción contraria de los grupos sindicales. Con la reñida carrera por la Casa Blanca a un mes vista, es probable que el presidente haga caso de la advertencia del sindicato de mantenerse al margen de cualquier intromisión. Todo este embrollo sirve para recordar que algunos eslabones débiles de la cadena de suministro serán irreparables.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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