Las claves: la crítica de los sindicatos a un legislativo bloqueado, y una revisión al alza para despecho de los agoreros
Pepe Álvarez (UGT) advierte de que “el Parlamento no puede secuestrar derechos de los trabajadores”
Los sindicatos CC OO y UGT y los partidos que apoyan al Gobierno, como ERC, reclaman en público que se tengan más en cuenta sus posturas sobre pensiones o sobre la reducción de jornada. Pepe Álvarez, de UGT, advierte de que “el Parlamento no puede secuestrar derechos de los trabajadores”. Estas declaraciones no deberían escandalizar a nadie, a estas alturas: ya ha dicho Pedro Sánchez que gobernará “con o sin concurso del poder legislativo”. Mientras, los diputados de Junts, aprovechando la confusión, ponen en valor sus escaños, y el martes votaron junto a PP y Vox contra el Ejecutivo en torno ...
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Los sindicatos CC OO y UGT y los partidos que apoyan al Gobierno, como ERC, reclaman en público que se tengan más en cuenta sus posturas sobre pensiones o sobre la reducción de jornada. Pepe Álvarez, de UGT, advierte de que “el Parlamento no puede secuestrar derechos de los trabajadores”. Estas declaraciones no deberían escandalizar a nadie, a estas alturas: ya ha dicho Pedro Sánchez que gobernará “con o sin concurso del poder legislativo”. Mientras, los diputados de Junts, aprovechando la confusión, ponen en valor sus escaños, y el martes votaron junto a PP y Vox contra el Ejecutivo en torno a la admisión a trámite de una proposición de ley para regular el alquiler de temporada. Quizás por esa debilidad parlamentaria PSOE y Sumar hablan del asunto de la vivienda como si llevaran los últimos seis años en la oposición.
Pero los grandes conflictos de la economía española, como la viabilidad del sistema de pensiones, tampoco se resolverían sin bloqueo legislativo, dadas las posturas de los principales partidos. Al final, el debate se reduce a una lucha por el poder, más que a un ánimo sincero de resolver los problemas de la gente.
Una nueva revisión al alza para decepción de los agoreros
El Instituto Nacional de Estadística ha revisado al alza el producto interior de España en los últimos tres años. Con esta nueva revisión, la imagen económica del país desde la pandemia resulta bien diferente, y se entierran definitivamente aquellos argumentos que tanto resonaban hace apenas dos años de que España estaba “a la cola de Europa”, o que, como dijo el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, en julio de 2022, nos dirigíamos a una “profundísima crisis económica”. Resulta ahora que ni nos dirigíamos, ni estábamos. Es el peligro de la política de la hipérbole. Una vez más, el apocalipsis decepciona a sus partidarios.
India empieza a adelantar a China, que se resigna a no superar a EE UU
China no ha llegado a superar a Estados Unidos como primera potencia mundial, y ya está siendo superada por India en algunos indicadores, como su peso en el MSCI World, el principal agregador mundial de renta variable. China sufre los problemas típicos de las sociedades maduras: los pueblos que dejan atrás la pobreza se acomodan, tienen menos hijos (ya no hacen falta para traer ingresos al hogar), y convierten el ladrillo en su inversión favorita (aúna sencillez y rentabilidad teóricamente ilimitada), lo cual acaba provocando burbujas en el sector. India, en cambio, vive la incertidumbre de la adolescencia, sin la tranquilidad de tener cubiertas las necesidades básicas, pero con la inocente esperanza de hacer realidad sus sueños de grandeza.
La frase
No participaré ni apoyaré un Gobierno que suba los impuestos, o que no sea claro sobre la cuestión. Los Republicanos [del nuevo primer ministro Michel Barnier] prometieron no subirlosGérald Darmanin, ministro de Interior en funciones de Francia
La resistencia a los antibióticos, un recordatorio de las limitaciones de la medicina
A las farmacéuticas no les salen muy rentables los antibióticos, porque su uso es puntual y el mínimo posible (a diferencia de los tratamientos para enfermedades crónicas). De ahí que tengan poco incentivo para desarrollar nuevos medicamentos de esta clase, algo que, además, es cada vez más difícil, puesto que los más fáciles de explotar ya se han descubierto. Así que un millón de personas mueren ya cada año por bacterias resistentes a los antibióticos, y el problema va al alza, según un estudio publicado en The Lancet. La pandemia expuso las limitaciones de la medicina moderna ante enfermedades que se expanden en una población tan envejecida como la occidental. La esperanza de vida sigue en aumento, pero la naturaleza recuerda de vez en cuando nuestra vulnerabilidad.