Las claves: fútbol más barato para compensar la inflación y un toque salado al imperio de Mars
Las telecos bajan el precio y simplifican los paquetes televisivos
Han sido tres meses salpicados de torneíllos de verano (emitidos en abierto por televisión) como la Eurocopa y los Juegos Olímpicos, pero los aficionados a los clubes de fútbol ya pueden volver a su rutina con el comienzo de LaLiga. Y podrán verlo por las plataformas de pago a precios algo más baratos, y en paquetes más sencillos de contratar, que el año pasado. Se entiende que es una apuesta de los operadores para no perder demasiados abonos en un contexto de inflación acumulada que lleva años haciendo mella en los bolsillos.
Los consumidores no han renunciado a pegarse unas bue...
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Han sido tres meses salpicados de torneíllos de verano (emitidos en abierto por televisión) como la Eurocopa y los Juegos Olímpicos, pero los aficionados a los clubes de fútbol ya pueden volver a su rutina con el comienzo de LaLiga. Y podrán verlo por las plataformas de pago a precios algo más baratos, y en paquetes más sencillos de contratar, que el año pasado. Se entiende que es una apuesta de los operadores para no perder demasiados abonos en un contexto de inflación acumulada que lleva años haciendo mella en los bolsillos.
Los consumidores no han renunciado a pegarse unas buenas vacaciones, pero las suscripciones de ocio bien pueden ser las sacrificadas cuando llega el momento de ajustarse el cinturón. Los que llevan años haciéndolo, a regañadientes y tirando de palancas, son los propios equipos, obligados por las normativas de la UEFA y de sus ligas nacionales. Se trata de hacer sostenible el negocio (más bien, la actividad, porque de negocio tiene poco) y de limitar un poco el efecto en la competición de la entrada de grandes patrimonios, a veces de carácter soberano.
Mars le echa un poco de sal a su dulce imperio del ‘snack’
Al imperio del snack dulce –y de la comida para mascotas– de Mars le faltaba un toque salado de envergadura. Por eso, el grupo estadounidense, propietario de marcas como M&M’s, Snickers o Royal Canin, cerró ayer la adquisición de Kellanova, una de las dos empresas en las que se escindió el grupo Kellogg’s y, sobre todo, dueña de las patatas fritas en bote Pringles.
Es una operación que tiene sentido financiero, dicen algunos expertos. También gastronómico, por aquello de variar el picoteo. A la vista del precio del cacao, cualquier consejero delegado se habría lanzado sin dudarlo.
Se vende trozo de Google a buen precio (razón: la defensa de la competencia)
Uno de los aforismos, apócrifo o no, de Julio César que mejor ha sobrevivido en el tiempo es el famoso divide y vencerás. Y en pocos entornos funciona mejor que en la defensa de la libre competencia: ya en 1911, el gigante petrolero Standard Oil fue obligado por el Tribunal Supremo estadounidense a dividirse en 34 firmas independientes, como ExxonMobil, Chevron o BP, en una maniobra que buscaba eliminar el incipiente monopolio de la empresa.
Más de un siglo después, las autoridades estadounidenses ponen el foco en las grandes tecnológicas. Una de las propuestas puestas sobre la mesa, apuntan desde Bloomberg, es disolver el poder de Alphabet, la matriz detrás no solo de Google, sino también de Youtube, Adwords y Android.
El cupo vasco tiene un riesgo unilateral para los vascos y lleva 150 años funcionando. El concierto catalán pactado no tiene ese riesgo, y es fruto de una negociaciónJavier de Andrés, presidente del PP vasco
¿Es realmente el verano la estación más feliz del año?
Al verano se le atribuye con ligereza el honor de ser la estación más feliz del año. Será la luz, el calor, o que nos vemos más morenos y guapos. También, claro, que solemos coger vacaciones. Pues no es así para todos. Primero, por una cuestión de calendario: un buen número de trabajadores –y especialmente en un país turístico como España– sufre en la época estival su mayor carga de trabajo.
Además, interviene en el desmentido de esta asunción de felicidad veraniega un componente químico: el calor extremo puede afectar negativamente a la producción de serotonina y dopamina del cerebro, dos neurotransmisores imprescindibles en el cóctel de la felicidad. Tampoco ayuda no poder dormir por el calor extremo.
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