Claves: una nueva arma arrojadiza de los partidos, y el valor del libre comercio en la UE

Los políticos utilizan la ley del suelo para sus intereses electorales

Viviendas residenciales y en construcción en Bilbao.LUIS TEJIDO (EFE)

La retirada del proyecto de ley del suelo ayer, por parte del PSOE, evidenció las dificultades del Gobierno para sacar adelante sus propuestas, al menos hasta que se cierre el largo ciclo electoral de estos meses primaverales. Los partidos juegan sus cartas: el PP se pone de perfil ante una normativa que estaba dispuesto a apoyar, y que puede que termine apoyando tras las europeas; Sumar y otros grupos marcan músculo de izquierdas exhibiendo su rechazo a una ley que facilitaría los desarrollos urbanísticos; y los propios socialistas renuncian a explicar el abandono de sus socios y culpan al PP...

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La retirada del proyecto de ley del suelo ayer, por parte del PSOE, evidenció las dificultades del Gobierno para sacar adelante sus propuestas, al menos hasta que se cierre el largo ciclo electoral de estos meses primaverales. Los partidos juegan sus cartas: el PP se pone de perfil ante una normativa que estaba dispuesto a apoyar, y que puede que termine apoyando tras las europeas; Sumar y otros grupos marcan músculo de izquierdas exhibiendo su rechazo a una ley que facilitaría los desarrollos urbanísticos; y los propios socialistas renuncian a explicar el abandono de sus socios y culpan al PP, pese a no haber negociado con ellos.

La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, insistió en que era una reforma técnica y no ideológica, porque se trata solo de flexibilizar la ejecución de los proyectos ante denuncias solo parciales. Es difícil sustraer completamente el asunto de la vivienda, uno de los principales problemas para muchos españoles, del debate de las ideas. Y los políticos no ponen de su parte, convirtiéndolo en un arma arrojadiza ante el electorado.

Los sueldos suben, pero siguen sin recuperar su poder adquisitivo

Los periodos inflacionarios son una ocasión para que el dinero que se mueve en la sociedad se reparta de otra manera. Los salarios, las pensiones o los subsidios de paro pueden subir o no, y quedarse más o menos rezagados respecto a la evolución de los precios. Los sueldos subieron en la eurozona un 4,7% interanual en el primer trimestre, por encima del objetivo de inflación del 2% del BCE, pero no han recuperado, y no lo van a hacer ya, el poder adquisitivo precrisis. El banco central sigue remoloneando para bajar los tipos; el mercado cree que lo hará en junio, pero, en todo caso, las alzas subsiguientes seguirán haciéndose de rogar.

El libre comercio transfronterizo de la UE, un bien que hay que proteger

A veces parece que los órganos de competencia de la Comisión Europea solo se ocupan de las grandes tecnológicas de fuera del bloque, y con resultados poco espectaculares; pero también vigilan otros sectores, como el de la alimentación, en el que el gigante (estadounidense) del dulce Mondelez (dueño de marcas como Oreo o Toblerone) ha ejecutado prácticas monopolísticas, impidiendo el comercio libre de sus productos entre los países de la Unión Europea.

Es verdad que a la unidad de los 27 aún le quedan muchos pasos en aspectos como los mercados de capitales, pero, al menos, en lo que se refiere al comercio de bienes, hay un grado notable de apertura transfronteriza que es imprescindible proteger.

La frase del día

“Parte del negocio de banca de inversión en China ha caído por un precipicio en el último par de años, no me preocupo por eso... tendrá sus altibajos. Otros negocios, incluyendo la gestión de activos, es de esperar que crezcan con el tiempo”

Jamie Dimon, CEO de JP Morgan

El difícil equilibrio de cuidarse sin caer en el individualismo extremo

Agotarse en el trabajo es evidentemente negativo para uno mismo, pero también para los compañeros, que acaban pagando el pato, por ejemplo aguantando a la persona quemada. El objetivo, y no es fácil, es cuidar la propia salud sin llegar al individualismo extremo y a dejar de pensar en los demás. Eso vale también para la vida en general.

Como recuerdan los expertos en estrés, lo fundamental es la atención, que no debe confundirse con la obsesión. Apagar la mente, o al menos bajar la velocidad de los pensamientos: eso tan complicado en un mundo con tantos estímulos que nos alejan de uno mismo y de los demás, los que están en el mundo real, no en algún metaverso o en alguna red social de nuevo cuño.

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